EL PAíS › ACUERDOS CON LA ARGENTINA SOBRE VENEZUELA, NARCOTRAFICO Y REFUGIADOS SIRIOS

Kerry vino con Monroe en el bolsillo

El secretario de Estado se llevó una declaración donde hasta la Argentina y los Estados Unidos llaman “hemisferio occidental” a América latina. Matices sobre Venezuela. En drogas, acento represivo y no preventivo.

 Por Martín Granovsky

John Kerry y Mauricio Macri conversaron en la Casa Rosada y hubo coincidencia plena.
Imagen: DyN.

La incorporación de los argentinos a los ciudadanos que pueden entrar a los Estados Unidos con menos cola en Migraciones vino acompañada de acuerdos sobre Venezuela, Siria, la Alianza del Pacífico, el comercio y el narcotráfico. Esos fueron los temas principales que dejó el contacto del secretario de Estado John Kerry con uno de los gobiernos argentinos más devotos hacia la Casa Blanca en la historia.

Un símbolo al paso: la declaración conjunta de Kerry y su colega Susana Malcorra tiene un subtítulo llamado “Asociación en el hemisferio occidental”, la vieja forma en que los Estados Unidos, y solo ellos, denominan a la región. James Monroe, 1823. América para los americanos. Un burócrata del otro lado escribió el subtítulo y su par de este lado no pidió cambiarlo. Monroe, feliz.

Según pudo establecerlo Página/12, la cuestión de Venezuela estuvo presente tanto en la reunión privada de Kerry con Mauricio Macri como en las apariciones públicas de Malcorra y Kerry.

Como se sabe, Venezuela vive una crisis política por la polarización entre la presidencia, parte del pueblo y las Fuerzas Armadas, por un lado, y por otro el Congreso y otra parte del pueblo. El segundo polo busca que el Gobierno convoque a un referendum revocatorio para dirimir si Nicolás Maduro sigue o no hasta 2019. Si lo convoca este año y gana Maduro, sigue. Si lo convoca este año y pierde, debe llamar a elecciones presidenciales. Si lo convoca en 2017, o sea ya en la segunda parte del mandato, y pierde, puede designar otro chavista que termine su período. Se iría Maduro pero no el chavismo.

Dice la declaración conjunta en el tramo del hemisferio occidental que Malcorra y Kerry “recibieron con beneplácito la noticia de que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela validara las firmas necesarias para permitir que el referéndum revocatorio pasase a la fase de petición”. También “instaron a las autoridades venezolanas a fijar prontamente un cronograma para el resto del proceso y expresaron su respaldo a un diálogo político oportuno, nacional, inclusivo y efectivo para abordar las necesidades inmediatas del pueblo venezolano”.

Cuando los periodistas preguntaron a Kerry por Venezuela, el secretario de Estado dijo que había que hacer “esfuerzos para alentar el regreso a una democracia genuina en Venezuela”, pidió “un diálogo político” y “un cronograma para completar el proceso de revocación” y “respetar el estado de derecho y el papel de la Asamblea Nacional”.

Primera lectura: Washington presiona.

Segunda lectura: Washington presiona pero ni siquiera nombra plazos. Ni la declaración ni Kerry mencionan 2016 o 2017.

Primera interpretación posible: no hay presión pública pero habrá presión sorda, alentando por ejemplo a la oposición y al resto de los países a que profundicen la crisis social en Venezuela, tarea en la que por cierto el gobierno de Maduro colabora, en lugar de ayudar a remediarla.

Segunda intepretación posible: la Casa Blanca no quiere tirar del mantel porque rompería la flamante vajilla del proceso de paz en Colombia. También Malcorra es cuidadosa de la paz en Colombia. Y los chavistas. Y los cubanos. No es para menos, porque terminar con el conflicto civil armado más viejo del mundo es patrimonio del continente y de la Humanidad. La declaración conjunta incluye un reconocimiento del papel de los gestores de buenos oficios con mención de la Unasur y del ex premier español José Luis Rodríguez Zapatero. Incluso está mencionada la Organización de los Estados Americanos pero no su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, que habla de Venezuela con el odio que los viejos gusanos de Miami dedicaban a los Castro.

Entre tanto, la retórica sigue encendida. En la misma conferencia de prensa, la canciller no se privó de criticar otra vez a Uruguay porque no quiso seguir con la presidencia pro tempore del Mercosur cuando le tocaba a Venezuela. La promesa de concordia entre Macri y Tabaré Vázquez se tornó en rispidez por el costado menos imaginable. Los gobiernos no pelean por la instalación de otra pastera en el Río Negro uruguayo sino por la fidelidad de Tabaré a las normas del Mercosur. Esa fidelidad dejó en falsa escuadra pública al paraguayo Horacio Cartes, jefe de pelotón belicoso, al subjefe José Serra, el canciller de Michel Temer, y a Malcorra que los acompaña. El disgusto de Malcorra es que venía evitando ocupar el lugar de los halcones (quedaba para otros países o para su jefe) y que tanto ella como su equipo cercano en la Cancillería alentaban la negociación y no la explosión en el caso venezolano. Para ese juego, que necesariamente necesita discreción, cualquier definición pública con aristas como el traspaso de la presidencia pro tempore sería inconveniente. Lo fue y ahora la conducción de la Cancillería debe hacer control de daños.

En economía Kerry dijo que “no pasa en 24 horas” pero que “gracias a las reformas que se están ejecutando” habrá “más inversiones” y “más crecimiento”. La declaración conjunta registra que “Estados Unidos celebró la incorporación de Argentina a la Alianza del Pacífico como Estado observador”.

Sobre Siria, la Argentina mantuvo su compromiso de recibir a tres mil refugiados, una cifra enorme si se tiene en cuenta que durante este años los Estados Unidos recibirán 10 mil.

Según datos del Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, ACNUR, en marzo último 4,6 millones de sirios habían dejado el país y los desplazados internos llegaban a los 6,5 millones. Decía el ACNUR que “los países en la región están recibiendo el mayor número de refugiados, con unos 2,2 millones de refugiados en Turquía, 1,1 millón en el Líbano, 633.000 en Jordania, 245.000 en Irak, y 128.000 en Egipto”.

En seguridad la prioridad conjunta es el combate “al crimen organizado y el narcotráfico”. La ayuda de un millón y medio de dólares para las fuerzas de seguridad pasará por la Oficina Internacional de Estupefacientes y Fuerzas del Orden, INL. A contramano de lo que ocurre dentro de los propios Estados Unidos, como en California y Colorado, el acento del INL es más represivo que preventivo.

En medio de esta agenda Kerry cumplió con la promesa de Obama y entregó al propio Macri nuevos documentos desclasificados de la dictadura. Además del Archivo Nacional de la Memoria, bajo el ala del secretario de Derechos Humanos Claudio Avruj, este diario pudo establecer que el hallazgo de nuevos datos interesa a Leandro Despouy, que lleva un mes como representante especial para Derechos Humanos en la Cancillería y tomó el compromiso de fortalecer el sector de documentación sobre los años de plomo.

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