EL PAíS › LA POLICIA DE SAN LUIS APOYO A LOS DOCENTES

Una alianza de uniformes

A pesar de la movilización, la Legislatura sanluiseña derogó el Estatuto Docente, permitiendo la contratación de cualquier persona como maestro. El gremio ocupó la Legislatura y la policía lo apoyó.

En los sesenta, el eslogan era “obreros y estudiantes, unidos adelante”. Ayer, por obra y gracia del gobernador Alberto Rodríguez Saá, en la provincia de San Luis asomó una nueva alianza: maestros y policías. Unos dos mil docentes que protestaban por el proyecto de derogar el estatuto del maestro ocuparon la Legislatura provincial. La ocupación duró varias horas y contó con la discreta colaboración de los policías de la comisaría primera de la capital puntana. Pero a pesar de la movilización docente, los legisladores derogaron el estatuto en una sesión que duró tres minutos y que fue calificada de “bochornosa” por el secretario general de Ctera, Hugo Yasky. Los docentes replicaron con un paro por tiempo indeterminado. Anoche la situación se agravaba aún más: dos comisarías de San Luis estaban acuarteladas en repudio al ascenso de personal ajeno a la fuerza.
El día había amanecido tumultuoso en la capital de San Luis. Para ayer estaba previsto el tratamiento en la Legislatura de un proyecto que habilitaba a la provincia a nombrar en las escuelas a gente que no tiene el título de educador. Además, la iniciativa terminaba con la estabilidad del cargo docente y permitía que se sancionara a un docente aún antes de que el sumario estuviera firme. Otro de los puntos cuestionados era que eliminaba mecanismos de control para la designación de los docentes, como las juntas de calificación. Con el apoyo de la Ctera, el gremio docente de la provincia, la Asociación Sanluiseña de Docentes Estatales (ASDE), había convocado a una movilización desde la “Carpa de los Docentes” hasta la Legislatura. Todo indicaba que la marcha sería numerosa.
Así lo fue. Unas dos mil personas marcharon hacia el edificio con el apoyo de algunos sectores de la Multisectorial, en la que confluye toda la oposición a los Rodríguez Saá. La movilización llegó hasta la Legislatura y una parte de la concurrencia, tras los cacheos de rigor por parte de la policía, entró al recinto para observar la sesión. A pesar de lo que pretendía el oficialismo, los efectivos no impidieron el ingreso de los manifestantes a la sala que ocupaban los legisladores. Al contrario, los policías se quedaron de brazos cruzados ante la llegada de los docentes, según algunos testigos. Esa pasividad fue interpretada como parte de la protesta policial. A esa hora, la mayoría de los agentes estaban autoacuartelados en las comisarías primera y tercera de la ciudad.
Los policías se quejaban por la posibilidad de que el gobernador ubicara a beneficiarios del Plan de Inclusión Social como nuevos agentes de la fuerza. Según los policías autoacuartelados, esas personas podrían quedar a cargo de unos 50 nuevos patrulleros cedidos por la gobernación a la policía provincial. Mientras los efectivos seguían con su protesta, en la Legislatura comenzaba la sesión en un marco muy tenso. En los palcos y gradas, los docentes de la ASDE observaban con gesto fiero a los legisladores del oficialismo. La reacción de los legisladores “albertistas” fue apurar la sesión lo máximo posible. Fue así como votaron 19 proyectos en menos de cinco minutos, sin fundamentar el voto. Tampoco se permitió que los opositores plantearan su posición y fundamentaran el rechazo a los proyectos. “Fue una sesión bochornosa”, dijo Yasky, que había viajado desde Buenos Aires para presenciar ese momento.
Tras la aprobación del proyecto que deroga el Estatuto Docente, la Ctera expresó su repudio y anunció medidas de fuerza. “Este proyecto no garantiza la estabilidad de los docentes, abre las puertas a que personal político no docente pueda ocupar puestos de trabajo que corresponderían a docentes y elimina todas las instancias de control de nombramiento y ascenso de docentes”, denunció Ctera a través de un comunicado. “Este atropello fue consumado en una sesión de un paquete de más de veinte leyes aprobadas a través de una votación automática”, se quejaron los docentes. Además, la secretaria general de ASDE, Graciela Murúa, anunció que la Legislatura seguirá tomada y anunció que su gremio decretó un paro por tiempo indeterminado. Los docentes se mantuvieron en los palcos, en relativo orden, mientras que el jefe de enlace de la policía, Juan Carlos Serrano, repetía que “no hay toma” y “todo está bajo control”.

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La policía provincial evitó la represión de los docentes que ocuparon la Legislatura.
 
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