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Kirchner dejó China conforme y con retos a Noriega y el Fondo Monetario

Sobre el funcionario norteamericano dijo que no se podía ocupar de un “off the record”. Y sobre el Fondo dijo que estaba lejos de manejar la economía argentina. El balance del viaje.

Antes de subir al Tango 01, que en un viaje “lechero” lo trae de regreso de China, Néstor Kirchner aseguró que las relaciones con los Estados Unidos son “excelentes”, aunque dejó en claro que la economía argentina no la maneja el Fondo Monetario Internacional. De esta manera, el Presidente buscó por un lado quitar peso al entredicho con el secretario de Asuntos Hemisféricos norteamericano, Roger Noriega –quien había asegurado fuera de micrófono que los piqueteros son portadores de anarquías–, y por otro lado responder a los trascendidos que el FMI podría demorar la aprobación de la tercera revisión de las metas del acuerdo firmado en septiembre pasado.
Sobre las declaraciones de Noriega, Kirchner le quitó peso político haciendo hincapié en que las realizó lejos de los habituales canales diplomáticos y, como si fuera poco, mediante lo que en la jerga periodística se denomina off the record (fuera de micrófono). “Yo no puedo dedicar mucho tiempo a un off the record”, dijo el Presidente en ese sentido.
El lunes, un alto funcionario del Departamento de Estado que no quiso dar su nombre dijo ante un grupo de periodistas, entre ellos los corresponsales de Clarín y La Nación, que los piqueteros son portadores de anarquía, que Kirchner corre el riesgo de emular al presidente venezolano Hugo Chávez y que en vez de pelearse con Eduardo Duhalde debería haber utilizado su primer año de gobierno para implementar reformas estructurales.
El canciller Rafael Bielsa, por instrucción de Kirchner, se encargó de identificar a ese funcionario que para muchos en la Casa Rosada había creado un foco de tensión entre Buenos Aires y Washington. A esa altura ya todos sabían que se trataba de Noriega. Fue entonces cuando Bielsa aseguró que el secretario norteamericano lo tenía “harto”, personalizando el enojo para no darle categoría de conflicto diplomático.
Si bien se buscó poner punto final al tema, ayer fue inevitable que todavía estuviera presente en las radios.
–¿Algún empresario chino le dijo “yo invertiría en la Argentina pero me preocupan los piqueteros”? –le preguntaron en el programa de Ari Paluch a Roberto Lavagna.
–No, nadie hizo preguntas ni sobre el tema que usted acaba de señalar de los piqueteros, tampoco sobre la deuda, mire usted. A nadie se le ocurrió hacer este tipo de preguntas, tienen una cabeza más orientada a la producción y al comercio que a las finanzas –contestó el ministro de Economía.
Después Kirchner negó que un sector de la administración estadounidense vea con desagrado las políticas que viene aplicando el gobierno argentino en materia económica. “Bajo ningún aspecto. Yo todos los contactos que he tenido con autoridades de los Estados Unidos han sido excelentes y yo –insistió sobre Noriega– no puedo dedicar mucho tiempo a un off the record.”
De todos modos, en la misma conversación que mantuvo con el periodismo poco antes de emprender la vuelta, Kirchner dejó en claro que el vínculo está lejos de la relaciones carnales que primaron durante la década menemista. Fue cuando lo consultaron sobre el reclamo del FMI para que China revalúe su moneda frente al dólar.
“China debe hacer para su economía lo que más le conviene. La Argentina va a hacer para su economía lo que más le convenga a la Argentina”, aseguró sin dejar pasar la ocasión de rechazar la política del organismo de crédito internacional de intentar aplicar en los distintos países sus recetas económicas.
En ese sentido, el Presidente sostuvo que “esto de tener primeros alumnos en el Fondo y después que los argentinos estemos aplazados espero que tampoco les pase a los chinos. Preferimos que mucho no les gusten por ahí las cosas a algunos opinadores del Fondo y hacer las cosas que nuestros países y en nuestro caso particular se necesita”. Kirchner destacó que la visita a China dejó un saldo positivo ya que resultó la “misión comercial más importante de su historia”. “Va a dejar grandes resultados –agregó– y realmente estamos satisfechos y tenemos que trabajar fuertemente en la consolidación de lo logrado.”
El Presidente y su comitiva –entre ellos 9 gobernadores y un puñado de legisladores– llegarán mañana al Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, alrededor de las 15, luego de un viaje que todos denominan “lechero” por la cantidad de escalas programadas antes del arribo. La primera de esas escala se realizó ayer en la isla de Guang, luego el Tango 01 hará otra en Papeete, en la Polinesia Francesa, donde estará unas 20 horas, y finalmente tocará tierra en la isla de Pascua, última parada antes de Buenos Aires.

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Kirchner habló ante empresarios en Shangai, cerrando la gira que lo devolverá mañana al país.
 
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