EL PAíS › ESCANDALO EN MISIONES POR UN PERITAJE TRUCHO

Una firma para el compañero

Una diputada se pasó del bloque de Puerta al de Rovira. Y apareció su renuncia. Dice que es trucha; un perito de Gendarmería, que no.

 Por Raúl Kollmann

Un verdadero escándalo se desató dentro de la Gendarmería a raíz de la pericia realizada sobre la firma de una diputada de Misiones, en la que se juega el destino de una banca. La legisladora Elsa Irene Garayo renunció al justicialismo, conducido en esa provincia por Ramón Puerta, y se pasó al Partido Renovador, encabezado por el gobernador Carlos Rovira, más alineado con Néstor Kirchner. O sea que Garayo se cambió de bloque. Sorpresivamente, apareció una renuncia a la banca de la diputada Garayo, con lo que asumía su suplente, un hombre de Puerta. La legisladora sostuvo que jamás firmó ninguna renuncia, pero el Superior Tribunal misionero ordenó que asumiera el suplente y todo derivó en una causa judicial. La decisiva pericia sobre la firma de Garayo en la supuesta renuncia se hizo en la Gendarmería, y su subdirector del Area Científica, Rolando Maggiolo, en lugar de actuar en forma neutral se convirtió en perito de parte del sector de Puerta. Luego, sin informarle a su superior, Mario Galia, firmó una pericia diciendo que la firma de la diputada es auténtica, aunque intencionalmente hecha distinta, mientras que el resto de los integrantes del área pericial de la Gendarmería opinaban exactamente lo contrario: que la firma es falsa. La conducción de la fuerza sancionó al subdirector de Científica y el hecho devino en un escándalo político en Misiones, donde ahora se habla del robo de una banca y de querellas judiciales.
En abril de este año, Elsa “Pety” Garayo resolvió dejar el oficialismo del PJ, que lidera Puerta, para sumarse a la Renovación, que encabeza el gobernador Rovira. Se trataba de la pérdida de una banca para el sector de Puerta, lo que fortificó muchísimo la situación de Rovira en la Legislatura, ya que el mismo paso habían dado cuatro legisladores de la UCR. En Misiones, el aparato justicialista es dominado por Puerta, la mayoría de los intendentes están enrolados en su corriente, pero Rovira ganó la gobernación de la mano de la corriente nacional respaldada por Kirchner. La guerra Puerta-Rovira es de las más intensas a nivel nacional.
Lo asombroso es que, una vez que Elsa Garayo se pasó al bloque del gobernador, apareció su supuesta renuncia. El hecho sólo admitía dos explicaciones:
- Que Puerta les había hecho firmar a todos los diputados una renuncia en papel en blanco al empezar su mandato.
- Que la firma fuera falsa, ya que no había motivos para que Garayo abandonara la Legislatura.
Garayo de inmediato puso el grito en el cielo, sostuvo que ella nunca renunció y que la firma era falsa. Como es obvio, el suplente de Garayo estaba alineado con Puerta, por lo que la Legislatura, con mayoría puertista, aceptó la renuncia de Garayo y le tomó juramento a Edgardo Aquino. La jugada fue rechazada por una jueza, pero convalidada por el Superior Tribunal de Justicia. De todas maneras se abrió una causa judicial donde el elemento clave pasaba a ser la pericia sobre la firma de Garayo, supuestamente encargada a la Gendarmería.
Ocurrió entonces que Maggiolo, subdirector del área científica, dictaminó que la firma es auténtica aunque enmascarada, lo que significa que la diputada hizo la firma pero trató de disfrazarla como si no fuera de ella, algo que no se entiende. Si una persona tiene voluntad de renunciar a la banca, algo que en sí no se explica, menos todavía se explica por qué va a tratar de disimular su firma. Lo cierto es que Maggiolo firmó la pericia como subdirector del área científica de la Gendarmería, cuando en verdad fue perito de parte del sector puertista. Además, ni siquiera informó de ello al director del área, comandante mayor Galio. Esto produjo una verdadera conmoción dentro de la fuerza, porque además el resto de los integrantes de Científica no estaban de acuerdo con el peritaje y opinaban que la firma era falsa. La Gendarmería no sólo sancionó a Maggiolo por su maniobra, sino que emitió en Misiones un comunicado oficial señalando que el subdirector no estaba autorizado a firmar la pericia y que ni siquiera es perito, ni calígrafo, ni documentólogo. La fuerza también informó al juez que los peritos autorizados son otros dos, Héctor Segato y Alejandro Piñero. En la misma nota, la Gendarmería sostuvo que no autoriza a sus hombres a actuar por su cuenta en causas provinciales. Extrañamente, el magistrado no aceptó la nota y, en principio, convalidó el peritaje.
El escándalo por lo que se considera ahora el robo de una banca tiene dos frentes. Barayo presentó un pedido de nulidad de la pericia y le inició una demanda al subdirector de Científica, Maggiolo. Y en la propia Gendarmería el escándalo no es menor: los propios integrantes del área se preguntan qué habrá recibido Maggiolo para firmar una pericia como esa. De hecho, existe un pedido de que sea apartado del área.

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Puerta tiene mayoría en la Legislatura misionera.
Rovira fue electo por el kirchnerismo, y le pelea.
 
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