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Iba a volver en septiembre, después habló de octubre, ahora asegura que estará en la Argentina antes de fin de mes, más precisamente el 27 de noviembre. Pese a todos esos anuncios pomposos, Carlos Menem no está, por ahora, cerca de volver. Sucede que hasta el momento ni siquiera se le han presentado los pedidos de excarcelación a los dos jueces, Norberto Oyarbide y Jorge Urso, que son los magistrados que tienen imputado al ex presidente y que mandarían a detener al riojano no bien ponga un pie en la Argentina. Según trascendió, el propio Menem enviaría esos pedidos de eximición de prisión a los juzgados, pero en los tribunales de Comodoro Py creen que Urso, por ejemplo, le denegaría el pedido. Eso significa que Menem seguirá del otro lado de la cordillera porque no está dispuesto a venir para estar encerrado, aunque sea en la quinta de Armando Gostanian.
Como se sabe, Menem afronta varios procesos, pero en dos de ellos tiene pedidos de detención por no haberse presentado a las declaraciones indagatorias. En la causa que instruye Oyarbide, el ex presidente está imputado de omisión maliciosa, ya que ocultó en sus declaraciones juradas un depósito en Suiza de 600.000 dólares. Desde el punto de vista ético, la cuestión hubiera terminado con la carrera de cualquier político del Primer Mundo, pero Menem incluso fue candidato a presidente con ese peso. Desde el punto de vista judicial, el delito es de menor envergadura y es excarcelable, aunque el ex presidente no fue a declarar cuando lo convocaron y ahora está judicialmente prófugo en Chile.
La otra causa tiene que ver con corrupción en la edificación de cárceles. También en ese expediente, Urso citó al riojano a indagatoria, pero éste fue dilatando las cosas y terminó igualmente prófugo en Chile.
El tercer proceso judicial es, en verdad, el más grave y tiene relación con el tráfico de armas a Croacia y Ecuador. Se revocó el sobreseimiento que benefició a Menem y, en realidad, el juez Julio Speroni ya podría haber ordenado su detención. Sin embargo, instruirá medidas de prueba que podrían demorar todo incluso dos años. Lo más amenazante para Menem son las órdenes de detención de Oyarbide y Urso, por lo cual el mismo ex presidente pediría las eximiciones de prisión. Sus abogados siguen siendo Oscar Salvi y Alejandro Novak, pero no presentaron los escritos. Por lo tanto, más allá de las palabras, no vuelve.