EL PAíS › KIRCHNER SE REUNE HOY CON EL PRESIDENTE JACQUES CHIRAC

Con la deuda y Aguas en la agenda

El canje de la deuda y la situación de Aguas Argentinas serán los temas centrales de la visita oficial del presidente Kirchner a Francia. Hoy se reunirá con Jacques Chirac, con quien también hablará del caso del represor Astiz.

 Por Sergio Moreno

Deuda y Aguas. La deuda externa y la situación generada al contrato de la empresa Aguas Argentinas y su controlante francesa, Suez, son los dos temas centrales de esta visita oficial que comienza recién hoy en París y que trajo a esta tierra a más de la mitad del gabinete nacional, sin desmerecer a nadie, la mitad más importante. La discusión con la privatizada que debe proveer el servicio de agua corriente en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires comenzó ayer, en una tenida que mantuvieron el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, con los gerentes de Suez, acompañados por el embajador de Francia en Buenos Aires, Francis Lott. Las negociaciones amenazan con turbulencias y las solicitudes de ambos lados del mostrador son hasta ahora poco conciliables. Sin embargo, luego del encuentro De Vido aseguró que “se abrió una vía de negociación”. Respecto de la deuda, a horas del lanzamiento del canje de los bonos argentinos en default, Néstor Kirchner viene a exponer el proceso a Jacques Chirac y a un grupo importante de empresarios galos, buscando por un lado masa crítica política en el G-7 y el directorio del FMI y, por otro, mostrarles a los hombres de negocios que la situación en la Argentina mejoró. Por supuesto, con Chirac hablarán del caso del represor Alfredo Astiz.
Un alto funcionario del Gobierno, integrante de la comitiva, remarcó el carácter político de esta visita, caracterización que no minimiza el costado económico más que concreto que tendrá la gira. Las empresas francesas vienen pidiendo, al igual que el resto de las privatizadas, por la exaltación de la vaporosa categoría de “seguridad jurídica” para efectuar inversiones. No lo hacen en países como China o Irán, donde corren presurosas a invertir sus euros, sin demasiados remilgues leguleyos. “Son coartadas, detrás se esconden los lobbies y el deseo de aumentar la rentabilidad”, dijo a Página/12 el confidente mencionado anteriormente.
Más allá del quejido colectivo, a esta altura de la soireé el problema mayor es con una sola empresa: Aguas Argentinas, es decir, Suez. Ayer por la tarde, cuando ya el cielo era oscuro y garuaba sobre París, en un coqueto salón del Hotel Maurice –donde se hospeda la delegación argentina–, De Vido se reunió con los gerentes de Suez y con el embajador francés en Buenos Aires. Francis Lott esperó pacientemente la aparición del ministro, hasta que llegó. “Se abrió una vía de negociación”, aseguró luego De Vido. Precisó que en el encuentro se habló de “inversiones y de la optimización y mejora de servicios”. También contó que hoy seguirán las reuniones cuando la Unidad de Renegociación de Contratos se encuentre, a las 9, con Electricité de France y, a las 10, de nuevo con Suez.
La posición del gobierno argentino es que Aguas Argentinas no ha hecho las inversiones que debía, por lo cual ha generado una crisis en el conurbano. Los franceses replican que no pueden invertir por las bajas tarifas (monserga que repiten los representantes y lobbistas criollos de estas empresas). El Gobierno contraataca con que no se pueden subvencionar las obras en infraestructura que debe hacer Aguas con el dinero de la gente, ya que ellos se habían comprometido a hacer inversiones que no hicieron. El Gobierno les pide una inversión de 400 millones de pesos en un año, sin aumento de tarifas; Suez dice que sin aumento podría hacer una inversión de 100 millones de pesos anuales, pero para hacer más debería incrementar el costo del servicio, y echa una cifra escalofriante: 60 por ciento más de lo que cuesta ahora.
“Aguas es la única empresa que falta que entienda que no se pueden ajustar tarifas y hacer inversiones a costa de los usuarios”, lapida un importante integrante de la comitiva. Y a renglón seguido enumera las faltas de la empresa en el conurbano bonaerense, en Berazategui, donde debían hacer una planta para descontaminar aguas servidas, o Lomas de Zamora, donde las napas freáticas suben e inundan a los habitantes, o en varias otras localidades donde les falta fluido y presión de agua. “Aguas Argentinas es una empresa que se encargó de tener contentos más o menos a los porteños y a contener a los bonaerenses. Ahora ha llegado a un nivel de desinversión que no se puede contener más, eso va a estallar”, presagia la fuente consultada.
Anteayer, el diario parisino Le Figaro, refiriendo a fuentes de la casa francesa, dijo que Suez podría irse de la Argentina de no obtener sus demandas (ver aparte). En el Gobierno dicen que sería muy traumático, pero, acotan, “están haciendo un desaguisado mayúsculo en Buenos Aires”. Y, no sin malicia, recuerdan: “Suez debió abandonar la plaza de Bolivia, perdió la licencia, por un problema similar que generó una crisis política”.
El tema de Aguas podría ser tratado en la conversación que hoy mantendrán en el Elíseo Chirac y Kirchner. No así el de Edenor, empresa de capital francés cuya negociación con el Estado argentino “está bastante encaminada”, según dijo un miembro del gabinete nacional que, sin embargo, no quiso hacer más precisiones.
Dicho esto, es muy poco probable que la resolución de las cuitas entre el Estado argentino y Suez se desencadene, para bien o para mal, mientras dure la visita de Kirchner.

Deuda y política

Otro diario francés, el económico La Tribune, también resaltó la situación con las empresas francesas con capitales en Argentina; sin embargo, fue mucho más elogioso que Le Figaro. La Tribune sostiene que “Kirchner puede hacer alarde (en este viaje) de haber colocado –junto al ministro de Economía argentino Roberto Lavagna– a la Argentina en el camino. Con un crecimiento del 9 por ciento para cada uno de los dos últimos años (sólo a China le ha ido mejor), el país ha borrado la crisis”. Entre alabanzas, el matutino parisino recuerda que “Francia ha sido también el único accionista del FMI con el que Argentina ha podido contar en el curso de los tres últimos años”.
Este concepto expresa, acaso, algo muy parecido a lo que está buscando en este viaje el Presidente y su comitiva: exponer ante Chirac, ante el titular del Partido Socialista francés, Françoise Hollande, y en un foro organizado por el BID “Europa-América latina”, la evolución argentina respecto de su economía y el pago de la deuda externa. “Es la primera salida que hace este gobierno desde que se puso en marcha el proceso de canje de la deuda. Por eso esta comitiva con tanto peso específico”, dijo a este diario uno de los funcionarios más cercanos al Presidente.
Kirchner mantiene su idea de buscar masa crítica y conversar, convencer, sobre los mecanismos que puso en marcha para salir de la crisis, para pagar casi 9000 millones de dólares de su deuda soberana a los organismos internacionales de crédito, comenzar el canje de deuda en default, sin haber seguido las recetas ni las imposiciones del FMI. Sigue pensando en su teoría de desendeudamiento para conseguir autonomía política del Fondo. Chirac escuchará los pareceres y certezas del Presidente argentino, en su condición, además de presidir la República Francesa, de ser uno de los integrantes de mayor peso en el board del FMI.
En cambio, mañana, a los empresarios, les explicará que el proceso económico argentino lejos estuvo de “ser un veranito”, que se llegó al canje, que está creciendo a valores altos y que, según su punto de vista, es tiempo de que inviertan en Argentina.
Tal la mirada del Gobierno.

Cuervo

Chirac, por su parte, seguramente sacará a relucir la situación de Alfredo Astiz, juzgado en ausencia en Francia y condenado a prisión perpetua por el asesinato de las monjas Leonie Duquet y Alice Domon. Francia siempre reclamó por “el Cuervo”, ante cada Presidente argentino. Kirchner, hoy, en su encuentro en el Elíseo, expondrá la nueva condición del ex marino: nueva en relación al último viaje que había realizado el patagónico a Francia, cuando aún estaban vigentes en Argentina las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Ahora, contará Kirchner, Astiz está preso –si bien es cierto que lo está en una prisión naval a pesar de haber sido dado de baja de esa fuerza–, y que espera juicio en manos de los jueces argentinos.
No será el único caso de derechos humanos que enfrentará Kirchner en París. La artista plástica rosarina Julieta Hanono, radicada en esta ciudad hace años, le ha pedido audiencia para exponerle sobre la preocupante situación que atraviesa la causa en la que se investigan violaciones a los derechos humanos en Rosario. En la misma, hace escasos diez días, fueron dejados en libertad por la Cámara Federal los reconocidos torturadores Rubén “el Ciego” Lofiego y Mario Marcote, “el Cura”, este último además de torturador, violador reconocido por sus víctimas.

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El presidente Kirchner y el ministro Lavagna conversaron largo y tendido en el vuelo a París.
 
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