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La presentación de los candidatos a diputados nacionales de Néstor Kirchner en Neuquén celebrada ayer fue mucho más que un ritual de vísperas de elecciones. No sólo porque se reveló como la primera lista del kirchnerismo con apoyo orgánico de la UCR, sino también porque, solapadamente, se transformó en el inicio de campaña a gobernador del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
El funcionario se trasladó a la provincia junto al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Parrilli está asociado indefectiblemente a la vida política de la provincia, por eso Fernández oficiaba formalmente allí como la cara visible del gobierno nacional.
La heterogénea lista que dará batalla contra los candidatos del gobernador Jorge Sobisch lleva a la cabeza al diputado Oscar Massei, seguido por Silvia Sapag y Alberto Ciampini. De los tres, sólo este último está ligado originalmente con el kirchnerismo.
Massei es un hombre cercano a Carlos “Chacho” Alvarez. Fue candidato a gobernador por la Alianza y secretario de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la Nación durante el gobierno de Fernando de la Rúa.
Silvia Sapag alcanzó notoriedad en la escena nacional cuando aseguró que el peronista Emilio Cantarero ofreció a sus pares en el Senado “compensaciones que pondrán a todos alegres”, a cambio de aprobar una nueva ley hecha a medida de las petroleras.
Sapag es hija del cinco veces gobernador de la provincia, Felipe Sapag, aunque hace muchísimo tiempo que tiene vuelo propio. Y eso quedó en evidencia con sus viejos embates contra Sobisch, en medio de la interna del oficialista Movimiento Popular Neuquino. Entonces, el eje de la cruzada era la prórroga de la concesión por 10 años que el gobernador dio a Repsol para la explotación de los yacimientos de gas y petróleo de Loma de la Lata y Sierra Barrosa. Una prórroga que, además, Sobisch concedió con 17 años de anticipación.
Ayer Sapag volvió a castigar a Sobisch, aunque flanqueada por Parrilli y Alberto Fernández. Para ella, que va a la pelea contra el oficialismo provincial sin renegar del MPN que la vio crecer, se trata de un “triunfo de la transversalidad” frente al proyecto “neoconservador” del gobernador. A la mutual del personal no docente de la Universidad del Comahue, donde se hizo la presentación de la lista K, se acercaron los intendentes Horacio Quiroga, de Neuquén; Damián Romero, de Aluminé; Raúl Podestá, de Zapala; Rodolfo Canini, de Huecú; Hugo Panessi, Villa La Angostura; y Jorge Carro, de San Martín de los Andes. Además del partido radical, integran la lista kirch-
nerista el Partido Justicialista, el Frente Grande, Patria Libre, el MID y el Partido para la Victoria.
El frente multipartidario es para el kirchnerismo un camino inexorable en su batalla contra la hegemonía de Sobisch. El gobernador sigue liderando las encuestas de opinión y seguramente esa buena imagen traccionará votos hacia la boleta del MPN. Su mujer, Liliana Planas de Sobisch, podría convertirse en cabeza de lista para garantizar adhesiones con el peso del apellido.
Las mismas encuestas muestran una excelente imagen de Kirchner y por eso la impronta presidencial estará viva en la campaña de la oposición provincial, que buscará nacionalizar la contienda. Claro que a fin de poder dar pelea con el tradicional MPN fue necesario llegar a un acuerdo con la UCR.
No es casual la visita que meses atrás realizó Alicia Kirchner al intendente radical de Cutral-Có, Eduardo Benítez. La ministra de Desarrollo paseó su apellido dejando la estela de la ayuda social, tan necesaria como para que el radicalismo cerrara filas detrás de la lista que armó el gobierno nacional.
Además de las negociaciones por la composición de la lista “antisobischta”, hubo otras de forma. Es decir, por el nombre que llevaría
ese amplio frente en las boletas. El kirchnerismo viene presentándose en distintos distritos como Frente para la Victoria. El radicalismo suele ir a elecciones en Neuquén como Frente Cívico. Por eso acordaron, salomónicamente, unirse bajo el Frente Cívico para la Victoria.
Al acuerdo se llegó con el titular de la UCR provincial, el intendente de Neuquén, Horacio Quiroga. En la Casa Rosada celebraron como un triunfo por partida doble ya que, además de su orientación radical, en las últimas presidenciales había votado por Ricardo López Murphy. Y hoy, Murphy y su aliado Mauricio Macri no descartan sumar a Sobisch en el frente de centroderecha con el que aspiran a aguarle la reelección a Kirchner.
Quiroga, y el kirchnerismo lo sabe, es un aliado ambicioso: ya está anotado para pelear la gobernación de Neuquén en el 2007. Por eso hubo un acuerdo para que Parrilli finalmente no fuera cabeza en la lista de candidatos a diputados. Dicen que de esa manera hubiese corrido con ventaja en la carrera.
No por ello el secretario general de la Presidencia desistirá de poner el cuerpo en la campaña. Claro que a partir del 24 de octubre, y siempre de acuerdo con el resultado de las elecciones, comenzará la competencia con Quiroga para ver quién será el candidato a gobernador por el kirchnerismo.