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Finalmente, el miércoles pasado el presidente Néstor Kirchner concretó el ofrecimiento a su canciller, Rafael Bielsa, para que encabece la nómina de diputados nacionales por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Lo hizo momentos antes de comenzar el partido en el que la Selección Argentina de fútbol se impuso a la de Brasil por 3 a 1. Bielsa aceptó el convite y sólo pidió continuar ejerciendo como ministro de Relaciones Exteriores hasta el 10 de diciembre de este año, día en que deberá asumir como legislador. Hoy, el Gobierno realizará el anuncio en un acto en el teatro ND/Ateneo. La novedad la oficializará, posiblemente, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Bielsa será candidato por el Frente para la Victoria, que ya ha sido anotado en la Justicia Electoral.
La posibilidad de que Bielsa encabezara la lista kirchnerista en la Capital fue anunciada por primera vez hace ya un año por Página/12. Fue entonces cuando el Gobierno comenzó a medir en las encuestas a una miríada de dirigentes y funcionarios de la administración nacional. Bielsa, desde un comienzo, fue quien mejor se posicionó en los sondeos y, poco a poco, a medida que se conoció esta inquietud oficial, fue creciendo hasta casi empardar –con variaciones según los humores políticos de la población porteña– a los otros dos candidatos fuertes del distrito, el empresario Mauricio Macri y a la titular del ARI, Elisa Carrió, ambos presidenciables.
Anoche, al cierre de esta edición, desde el gobierno nacional se estaba invitando a dirigentes peronistas y kirchneristas de la ciudad al acto donde se dará a conocer oficial y públicamente la candidatura del canciller. Será en el teatro propiedad del secretario de Medios de la Nación, Enrique “Pepe” Albistur, el ND/Ateneo, de la calle Paraguay al 900, a las 16.
Anoche se dudaba de que en la presentación de marras se anunciase, además, a los compañeros de nómina del canciller-candidato. Nada definitivo había al respecto, pero los nombres que circulaban eran los que ya habían echado a correr desde la Casa Rosada: como número dos de la lista iría la subsecretaria de Defensa al Consumidor de la Nación, Patricia Vaca Narvaja, y el titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Jorge Coscia, podría seguirla. También se había hablado de que el ex fiscal y ex interventor en Santiago del Estero, Pablo Lanusse, sería de la partida, pero la idea se fue desinflando con el tiempo. La decisión acerca de los connómines del canciller era conversada ayer en llamados desde Neuquén (donde se hallaba el jefe de Gabinete) a Santa Cruz (donde está descansando el Presidente).
La del miércoles fue la segunda vez que Bielsa habló del asunto directamente con el Presidente, que siempre fue reservado al respecto. La primera vez ocurrió hace un mes atrás (días antes de que el ministro realizase una reunión con parte de su equipo y seis embajadores en Washington, para evaluar la situación de la región, y la Cancillería). En esa oportunidad, Bielsa –que nunca ocultó que prefería seguir en su cargo de canciller– le expuso al Presidente los problemas que le estaban ocasionando a su gestión los rumores-versiones sobre su hasta entonces hipotética candidatura.
–Estoy teniendo problemas en el ministerio, Néstor. Decime, ¿voy a ser candidato? –preguntó el ministro.
–Si no me es estrictamente necesario, voy a evitarlo –respondió Kirchner.
Escenario convulsionado
La decisión de definir la candidatura a Bielsa se tomó en el ocaso de dos de las semanas más caldeadas de la relación entre el Presidente y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. La decisión de la Cámara del Crimen de otorgarle la excarcelación hasta que se realice el juicio oral a Omar Chabán, ex dueño de República Cromañón (donde perecieron asfixiados 193 personas el 30 de diciembre de 2004), desató un cataclismo social que convulsionó a la opinión pública porteña. Paralela e interesadamente surgieron versiones que indicaban la posible convocatoria a declarar, en calidad de imputado, a Ibarra en la causa que instruye el juez Julio Lucini, quien –según dichas versiones– lo procesaría tras la exposición.
El hecho y las especies generaron un cóctel inflamable entre los principales actores del teatro de operaciones porteño, gobierno nacional principalmente.
Durante las dos semanas que están terminando, Ibarra, Alberto Fernández, Kirchner, Macri y hasta Eduardo Duhalde cruzaron declaraciones y negativas de una supuesta intervención federal a la ciudad. Ibarra debió decir en tres oportunidades que no renunciaría bajo ningún punto de vista.
Los bloques de la fragmentada y fatua Legislatura porteña aprobaron la creación de una comisión que en diez días redactará un documento de defensa a la institucionalidad de la ciudad. El único bloque que no adhirió a la propuesta fue el kirchnerista, por desavenencias internas.
Antes de esto, Ibarra había anunciado que formaría listas conjuntas con el kirchnerismo. La negativa surgida desde la Casa Rosada fue rotunda. Ibarra debió desandar su camino. Pero, paralelamente, informó que ni él, ni el vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman, ni el vicepresidente primero de la Legislatura, macrista y ex funcionario de la dictadura, Santiago de Estrada, renunciarían.
La frutilla más reciente de este postre la puso el apoyo que Duhalde le dio al jefe de Gobierno porteño, en momentos en que se desarrolla la más dura puja de poder entre el caudillo bonaerense y el Presidente de la Nación.
El anuncio de la candidatura del canciller –cuya imagen es muy buena en la ciudad y la intención de voto que atesora ronda el 22 por ciento– tendrá (esperan en la Casa Rosada) un efecto balsámico en las aguas revueltas del oficialismo citadino, en las cuales el pescador Macri ha sacado alguna ventaja durante estas dos semanas de pelea entre los viejos aliados de ambas márgenes de la Plaza de Mayo.
Anoche en el gobierno de la ciudad festejaron la postulación del canciller, por considerarlo un hombre del espectro progresista que no pertenece al PJ. Bielsa invitó al acto a dos hombres del círculo más cercano a Ibarra: al vicejefe de Gobierno, Telerman, y al secretario de Desarrollo Económico, Eduardo Epsztein; Alberto Fernández había invitado al también funcionario porteño, secretario de Planeamiento, Roberto Feletti. Feletti está distanciado de Ibarra.
Al acceder a la anunciada propuesta que le hizo Kirchner, Bielsa solicitó seguir al frente del ministerio hasta su asunción como diputado nacional (cargo al que, se prevé, accederá salga primero, segundo o tercero), el 10 de diciembre. El Presidente accedió pero a medida que se acerque el 23 de octubre la tarea será más farragosa y requerirá dedicación exclusiva. De cualquier manera, el minué de los nombres para sucederlo al frente del Palacio San Martín ya ha comenzado (ver aparte).