EL PAíS › GACELA MENEM, SOBRINA DEL EX PRESIDENTE

“Podemos compartir boleta con Macri”

La principal referente porteña del frente que armó Carlos Menem con Adolfo Rodríguez Saá critica a Kirchner y su política de derechos humanos, defiende a María Julia y el liberalismo, baraja para la Capital una alianza con el presidente de Boca y hasta explica su peculiar nombre.

 Por Diego Schurman

Calle Viamonte, octavo piso. Es pleno centro porteño, pero la mujer de llamativos ojos claros saluda con tonada riojana. Su oficina es modesta, sin ornamentos. Sobre la alfombra se rinde un sillón oscuro. Y también un escritorio pequeño, que se obstina en resaltar la parva de papeles y un vaso de leche.
–Acá, con el retrato de mi tío –sugiere la anfitriona, ceñida con un sweater turquesa, cuando posa ante el fotógrafo de Página/12.
En su documento figura como María Isabel Simán Menem. Entre los políticos será indefectiblemente la sobrina de Carlos Menem. Pero sus familiares y amigos la siguen llamando de una sola manera: Gacela.
–¿Por qué Gacela?
–Cuando nací, mi padre, que era de origen libanés, le dijo a mi vieja: “La nena tiene los ojos igual que las gacelas de mi tierra”. En el registro civil de La Rioja no autorizaron ese nombre. Por eso ahora hice los trámites legales para inscribirlo.
–¿Cuál es la característica de una gacela?
–Es un animal muy dócil. Pero, por su velocidad, difícil de alcanzar.
–Es la referente del menemismo porteño. ¿Será candidata a diputada?
–Eso lo definirán el doctor Menem y Rodríguez Saá. Es una posibilidad.
–Si fuera candidata, ¿qué haría?
–Un trabajo fuerte en materia de desnutrición, que es lo mío. Y también sobre los planes sociales, que desgraciadamente han sido mal copiado por el actual gobierno.
–¿Ahora me va a decir que el Plan Jefas y Jefes era suyo?
–Sí, también el plan de reconversión de planes sociales, y el de desnutrición.
–Kirchner debe estar contento con su aparición en escena.
–(Se ríe.) ¿Por qué lo dice?
–Porque parte el voto de la oposición.
–Eso, si le sacamos votos a Macri.
–¿Hay posibilidades de una alianza entre Menem y Macri en Capital?
–Sí. Va a haber conversaciones. Cuando se lanzó la alianza Macri-López Murphy, el doctor Menem hizo comentarios muy elogiosos. Lo pensó como un aporte importante para la democracia. No estamos en veredas opuestas. Pensamos muy parecido. Y entonces puede haber un acuerdo Menem-Macri. Podemos compartir boleta. Pero eso lo deciden ellos.
–¿Qué opinión tiene de Bielsa?
–No es político. El se definió como un soldado que acata órdenes.
–Hasta donde sé es político. Pero si no fuera, le recuerdo que Palito Ortega y Reutemann tampoco lo eran y llegaron a ser gobernadores.
–Ellos corrieron la carrera de políticos. Bielsa es un envase vacío.
–Es canciller.
–Pero no vimos ningún logro como canciller. No se insertó en el concierto de las naciones. Esperemos que tenga logros como candidato.
–¿Y Carrió?
–Respeto su lucha. Me hubiera gustado que desde su fuerza fuese menos confrontativa. Para eso está Kirchner. La gente quiere, además de denuncias, propuestas. Y un discurso tan antiperonista no le sirve a ella.
Menem lo hizo
Una secretaria golpea la puerta. Acerca café y agua con gas. Y también una brisa que disipa el humo del ambiente. Es que Jorge Raventos, a cargo de la prensa, está entregado a su enésimo Marlboro Light. Y, entre una y otra pitada, no pierde oportunidad de hacer aportes a la charla. “¿Kirchner peronista?”, se pregunta.
–Hablando de peronismo. En las elecciones legislativas de la Capital, al PJ no le fue históricamente muy bien, salvo algunas excepciones.
–Sí, salvo con Erman González, al peronismo siempre le costó. Y los medios tienen mucho que ver. Pero hay muchos peronistas porteños.
–Pero varios ex menemistas hoy están encolumnados con el kirchnerismo.
–Usted lo dijo: han dejado de estar con el peronismo. Están con Alberto Fernández, que nos ha proscripto al no habilitar una interna.
–Usted se contradice. Dice que los que están con el kirchnerismo no son peronistas. Y ahora reclama una interna con ellos. ¿Para qué?
–Concretamente: me huele que Fernández sólo buscó quedarse con el sello del partido, porque él, en definitiva, no es el candidato del PJ.
–¿Por ahí aspira a ser jefe de Gobierno en el 2007?
–Por ahí gana y hace el mismo desastre que Ibarra. Además, es un peronista reciente porque estuvo dando vueltas con otra gente.
–Visto así, Menem incorporó a María Julia Alsogaray a su gobierno.
–Eso me encanta. ¿Sabe qué? Me en-can-ta.
–Usted reivindica al peronismo, pero Menem no sólo incorporó figuras de la UCeDé, sino que además compró el libreto del neoliberalismo.
–Eso habla de la grandeza de los hombres. En verdad ellos se hicieron peronistas. A Menem le van a poder cuestionar todo. Pero no su peronismo.
–Peronismo de la rama de los Alsogaray.
–(Ríe.) Me gustaría que ponga que ayer estuve con Lita de Lázzari.
–¿Otra candidata del menemismo porteño?
–Puede ser. No olvide que defiende la canasta familiar...
–... y la dictadura militar
–Yo no voy a salir a hablar sobre Lita de Lázzari. Sólo le digo que ella cuenta una anécdota sobre el “liberalismo” del gobierno de Menem. De la señora que venía llorando porque al fin pudo comprar la plancha. Si ése es el liberalismo de Menem, me en-can-ta el liberalismo de Menem.
–Todo un reconocimiento...
–Sí, pero mire que Kirchner nunca menciona a Eva y Perón.
–Hay otros que los mencionan y...
–... pero Kirchner tampoco es peronista en su acción. Nosotros somos coherentes en la justicia social y la distribución de los ingresos. Pero Kirchner no es peronista, sólo está afiliado.
–¿Menem trabajó por la justicia social?
–Sí, lo que pasa es que hay etapas. Yo siempre quiero dar pan para que coman. Pero primero tengo que tener la torta para repartir. Menem tuvo que tomar medidas para tener qué repartir.
–¿No cree que los problemas actuales tienen que ver con los ’90?
–(Se ríe.) Lo bien que anda el agro tiene que ver con el gobierno de Menem. Al doctor Menem se le pueden achacar cosas. Pero le dio un rumbo a la economía. Se sabía dónde se iba. Los periodistas hablan de la década del ’90 como una época maldita. Yo me pregunto por qué no se dice que en los ’90 hubo un respeto a la prensa como nunca antes.
–Menem levantó a Página/12 la pauta oficial por opinar en su contra. Rodolfo Barra, ministro de Menem, redactó una “ley mordaza”.
–Bueno.... pero al final esa ley no salió.
–¿Usted va rumbo a ser un nuevo caso de nepotismo de la política?
–En una familia de médicos, uno termina siendo médico, en la de abogados también. ¿Por qué no en la de políticos?
–¿Fue la dietóloga de Menem en los ’90?
–(Se ríe.) Noooooooo. Eso se decía, porque me gusta la cocina. Pero yo soy médica cirujana, con dos especialidades: la medicina nuclear y la endocrinología. Dentro de la endocrinología tengo una subespecialidad en metabolismo. Donde sí estuve trabajando, como cualquier personal de planta, es en la Comisión Nacional de Energía Atómica. Y por portación de apellido en el 2002 me tuve que ir.
–¿Dónde vivió antes de llegar a Buenos Aires?
–Estuve en La Rioja. Me recibí en Córdoba y después me tuve que ir por portación de apellido. Seguí mis estudios de medicina a San Pablo, Brasil.
–En La Rioja los Menem eran amigos del gobernador Angel Maza. Ahora su tío lo trata de traidor. ¿Usted también?
–¡¡¡Nooooooooooo!!! Pobre Didí. Lo quiero mucho. Desgraciadamente le ha tocado jugar una situación más evidente que a otros gobernadores, que necesitan de la coparticipación. En política hay cambios, mudanzas y traiciones. Esto no es una traición. Aunque entiendo que para el doctor Menem el tema de Didí es un tema pesado.
–Cambiando de tema, ¿está de acuerdo con la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final?
–Respeto las instituciones. Y por lo tanto el fallo de la Corte. Pero este gobierno no respeta las instituciones. Se erige como el máximo defensor de los derechos humanos y no lo es. Es el respeto para un lado.
–¿Está mal revisar investigar, juzgar y castigar a los responsables de asesinatos y otros delitos?
–No. Pero ahora por conveniencia aparecen los supuestos “buenos” que van a castigar a los “malos”. En aquel momento no se podía. Y la mayoría apoyó la pacificación que impulsó Menem.
–Supongamos que fuera así, como usted dice. ¿Cuál sería el problema que ahora haya un replanteo sobre el tema y se dé marcha atrás?
–Hay que respetar cada momento. O se olvidan de Seineldín y el nacimiento de los indultos, que no fueron sólo para los militares...
–Se me adelantó a la siguiente pregunta, pero veo que también se opone a la anulación del indulto.
–El indulto es una atribución presidencial y se la pretende utilizar como un arma política. ¿Pero para qué revisar el indulto? Si quieren ir para atrás, vayamos para atrás: estaticemos todas las empresas.
–Acá hablamos de castigar a asesinos.
–Acá van a meter en cana a los milicos, porque van a revisar el indulto a medias, y queda contento una mitad de la población. ¿La otra mitad? Y no me diga que no va a ser así porque va a ser así.
–Hablando de indulto. Se ve que Menem indultó a Rodríguez Saá, porque después de lo que se dijeron el uno del otro que ahora formen parte de una alianza es llamativo.
–Más allá de lo que se dijeron, ahora están unidos. Los hombres tienen cosas buenas o malas. Lo importante son sus acciones futuras. ¿O no?

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