EL PAíS › PROCESARON Y EMBARGARON EN CINCO MILLONES
DE PESOS A EMIR YOMA POR EL CONTRABANDO DE ARMAS

El fantasma de Don Torcuato avanza sobre Menem

A más de diez años de iniciada la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador y a Croacia, el juez Julio Speroni procesó a Emir Yoma por “contrabando agravado”. Dado que Emir era un asesor presidencial, es de suponer que la investigación podría volver a implicar a Carlos Menem.

 Por Eduardo Tagliaferro

El eterno fantasma de la causa por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador volvió a atrapar a Emir Yoma. El juez en lo penal económico Julio Speroni firmó ayer su procesamiento como partícipe de contrabando agravado, una maniobra forjada al calor de decretos presidenciales secretos y con material bélico del Estado. El magistrado también embargó sus bienes por cinco millones de pesos. Por el momento, la cara más visible del clan familiar que signó la década del ‘90 continuará en libertad, ya que la resolución judicial no incluye la prisión preventiva. La medida puso fin a la falta de mérito con la que el mismo juez lo había beneficiado. También es la primera medida de impacto tomada luego de que la Sala B del fuero revocara, el año pasado, los sobreseimientos de Domingo Cavallo y Carlos Menem, y ordenara profundizar la investigación sobre el rol jugado por Yoma. Luego del mandato del tribunal de alzada, es lógico que los nuevos rumbos de la instrucción golpeen las puertas del ex presidente. Serán las puertas del Senado, si es que Menem accede a una banca como senador nacional por La Rioja luego de las elecciones de octubre.
En los años dorados, aquellos en los que su ex cuñado estaba en la Rosada, Emir pudo sortear sin mayores dificultades una larga saga de escándalos. Fue después que la estrella riojana comenzó a apagarse que su suerte quedó definitivamente atrapada en la causa por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
No son pocos los testimonios que lo señalaron como persona clave en el affaire. En la causa que en su momento tuvo el juez federal Jorge Urso, estaba acusado de ser el organizador de la asociación ilícita que había pergeñado la venta ilegal. Desarticulada por la Corte Suprema del antiguo régimen, en noviembre de 2001, la figura de la asociación ilícita, Yoma recuperó su libertad, Menem también. Desde ese momento las actuaciones se unificaron en el juzgado de Speroni.
En septiembre del año pasado, el ex coronel Diego Palleros, que ofició de intermediario en la venta del armamento, reconoció al diario La Nación que en febrero de 1995 Luis Sarlenga, a la sazón interventor en Fabricaciones Militares, “me dijo que necesitaba 200 mil dólares de mi comisión por una de las ventas para dárselos a Emir Yoma para que se cerrara la investigación”. Luego de reconocer que hizo ese depósito, el militar también admitió que “el año anterior me habían pedido 400 mil dólares en Fabricaciones Militares”. Palleros se preocupó en aclarar que fue la dependencia estatal la que luego giró ese dinero hacia la cuenta Daforel, operada por la financiera Multicambio, en el MTB Bank de Nueva York. Tanto los 400 mil dólares del ‘94, como los 200 mil del ‘95, pagados por Palleros, fueron girados a la misma cuenta.
Cuando le tocó declarar a Pedro Stier, titular de Multicambio, reconoció que los 200 mil dólares de febrero del ‘95 fueron cobrados en Buenos Aires “por personal de Yoma SA”. El círculo es perfecto. O casi, ya que el peso de Emir Yoma en el caso está dado por su mediación con la lapicera más poderosa de la época, la de Carlos Menem. La misma que firmó cuatro decretos que habilitaron siete embarques de armas a Croacia, sobre la que pesaba un embargo internacional de Naciones Unidas, y tres vuelos a Ecuador llevando armamento para abastecerlo en la guerra que este país mantenía con Perú. Disputa ancestral que se remonta a viejas disputas fronterizas que supieron marcar los límites del imperio incaico. Conflicto conocido como la “Guerra del Cóndor” y del que la Argentina era garante de paz por el Protocolo firmado en Río de Janeiro en 1942.
Lourdes Di Natale, ex secretaria de Yoma, cuando dio su versión del caso, primero en una entrevista periodística y luego en los tribunales, abonó en la misma línea de lo que dijeron Palleros y Sarlenga. Aseguró que el dinero girado la cuenta Daforel estaba destinado a su ex jefe. A pesar de ser querellada, Di Natale insistió con sus dichos hasta que encontró lamuerte luego de caer al vacío desde la ventana de su departamento, en un hecho que se presume un accidente.
En abril de 2001, luego de la confesión de Sarlenga, la causa federal que llevaba adelante Urso se disparó hacia los más altos responsables del Estado. En su arrepentimiento judicial, el ex titular de Fabricaciones Militares, que había arribado a ese puesto merced a su amistad con Yoma, declaró que “nunca hablé con el presidente Menem del armamento, aunque repito, todo el mundo sabía que el material iba para Croacia”.
Palabras más, palabras menos, lo mismo que Palleros admitió en el mismo reportaje periodístico. Luego de reconocer que se había reunido con Sarlenga en su oficina y de que éste le pidió que lo acompañara a ver a Emir, el traficante cuyas firmas fueron utilizadas para intermediar en la maniobra ilegal dice que le preguntó al ex titular de Fabricaciones Militares: “¿Esto tiene el apoyo de todo el gobierno?”. Palleros precisó que Sarlenga le respondió que sí.
Tanto Sarlenga, como el riojano Erman González, ministro de Defensa cuando comenzó la venta ilegal en 1991, están prontos a concurrir a juicio oral por su participación en el caso. Si bien la fecha no está determinada, enfrentarán al tribunal oral junto a una larga lista de militares que formaban parte de las segundas y terceras líneas de Fabricaciones Militares.
El procesamiento de Palleros, firmado por Speroni, todavía no está confirmado por la Sala B del fuero penal económico, donde se analiza la apelación presentada por el militar. El tribunal imprimió un nuevo ritmo y un brusco giro a la cansina instrucción de Speroni, en octubre del año pasado, cuando revocó los sobreseimientos de Cavallo y de Menem. En diciembre de ese mismo año, la Aduana, querellante en el caso, pidió a través de sus abogados que con todos los elementos que estaban en el expediente involucrando a Yoma se lo indagara y se lo procesara. La indagatoria se concretó en abril de este año y el procesamiento llegó ayer, a más de diez años de iniciada la causa judicial.

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En los primeros años del menemismo, Emir Yoma se encargaba de agilizar negocios y facilitar el acceso al despacho presidencial.
 
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