EL PAíS › ANIBAL FERNANDEZ DECLARO POR CROMAÑON

38 llamadas a Ibarra

Con su testimonio, el ministro del Interior –de quien dependen la Federal y Bomberos– dijo que estuvo en contacto permanente con el jefe de Gobierno y negó una presunta descoordinación de las fuerzas. Reacción de Ibarra.

 Por Santiago Rodríguez

“No venir hubiera implicado desconocer la importancia de esta Legislatura”, explicó ayer el ministro del Interior, Aníbal Fernández, después de declarar en el marco del proceso de juicio político abierto contra Aníbal Ibarra por el incendio de República Cromañón. Fue una respuesta tan propia de su estilo como las que brindó también a los legisladores que deben investigar el desempeño del jefe de Gobierno frente a la tragedia: el funcionario nacional fue categórico en todo lo que dijo –aun en aquello que evitó contestar– y dejó bien parado a Ibarra porque aclaró que la noche del incendio ambos hablaron en reiteradas ocasiones y defendió el operativo de emergencia. Ibarra se mostró satisfecho con su declaración y remarcó que “simplemente con la verdad fue muy contundente”.
La visita de Fernández a la comisión investigadora de la Sala Acusadora concitó todas las miradas. Además de ser funcionario nacional y el dirigente de mayor peso que hasta el momento ha pasado por la Legislatura, el ministro del Interior es el responsable político de la policía y los bomberos y como tal resultaba interesante escuchar lo que tenía para decir acerca de la respuesta que se brindó frente a la emergencia.
Una de las cosas que aclaró Fernández fue que la noche del incendio y en las horas posteriores estuvo en contacto permanente con Ibarra. “Me contacté con el jefe de Gobierno en la madrugada del 31 y durante los días 1 y 2 de enero; fueron 38 llamadas en total, la primera a la 0.08. Le dije que el gobierno nacional iba a poner a su alcance todo lo necesario para resolver la situación”, precisó.
Los familiares de las víctimas siguieron sus palabras callados y atentos. El silencio se quebró al final con los gritos de una mujer que cuestionó al legislador Jorge Enríquez, a quien le reprochó haber estado vinculado con la habilitación del local en el que funcionaba Cromañón mientras fue funcionario de la gestión de Fernando de la Rúa en la ciudad.
El titular de la cartera política dejó en claro también que es el responsable político de la Federal y que Ibarra no tenía por qué hablar con el jefe de esa fuerza, Néstor Valleca. El viernes último fue Valleca quien concurrió a la Legislatura y declaró que Ibarra nunca lo llamó la noche de la tragedia. La oposición y el abogado Juan Carlos Iglesias se tomaron de su testimonio para criticar a Ibarra e insistir en la supuesta falta de coordinación del operativo de emergencia.
Fernández negó esa presunta descoordinación y defendió el accionar de los policías y bomberos. Tampoco cuestionó a Ibarra por haber seguido los acontecimientos desde Defensa Civil y no haber concurrido al lugar de los hechos. “No hago juicios de valor”, se excusó el ministro, quien contó que en su caso fue a Cromañón porque “me lo pidieron las piernas”.
“Con 5000 o 4500 víctimas no creo que se pueda hacer una vallado con tanta facilidad y rápidamente”, respondió Fernández ante la consulta sobre la demora en el cierre de la zona aledaña a Cromañón. Entre las cosas que le imputan a Ibarra es que el vallado no se realizó según lo establecido en el manual de procedimientos para esos casos.
El ministro del Interior también justificó que se hubieran trasladado heridos en móviles policiales: “Yo no tomé la decisión, pero estoy de acuerdo y comparto lo hecho. En estos casos se salvan vidas.”
Ibarra calificó lo dicho por Fernández como “muy importante” porque pone “un baño de realidad” en torno de lo que pasó en Cromañón y evaluó que constituye “un punto de inflexión” en el caso. También consideró “increíble que hayan que tenido pasar nueve meses para que empezara a aparecer la verdad” y destacó, además, la importancia de los testimonios del titular de urgencias del Hospital de Clínicas, Luis Sarotto, y del fiscal general porteño Luis Cevasco.
El médico aseguró que aquella noche trágica no vio en el Clínicas a Juan Antonio Mazzei –quien pese a no estar en Buenos Aires el día del incendio cuestionó al gobierno porteño por la atención médica que se brindó– y avaló el operativo de emergencia. Cevasco afirmó que la fiscalía nunca recibió denuncias sobre irregularidades en Cromañón.

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El ministro del Interior declaró ayer ante la comisión legislativa.
 
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