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Tal como había anticipado Página/12 hace dos semanas, el gobernador Felipe Solá confirmó ayer que el intendente de Campana, Jorge Varela, sucederá a Juan Pablo Cafiero en el Ministerio de Desarrollo Humano. Varela, a quien sus compañeros llaman “el Gordo”, fue uno de los primeros intendentes de la provincia de Buenos Aires que se decidió a apoyar abiertamente a Solá en su pelea con el duhaldismo. La otra novedad fue la sorpresiva designación de Mario Oporto en la Jefatura de Gabinete, destino que parecía reservado para Cafiero. Pero Juampi no aceptó ese lugar, al que considera “intrascendente” en el gobierno de Solá, y tampoco aceptó la Secretaría de Derechos Humanos ampliada –el ofrecimiento incluía también al área de Minoridad–, que le contraofertaron a último momento.
Oporto se estaba preparando para ser jefe del bloque de senadores provinciales del Frente para la Victoria. Deberá cambiar sus planes. Quien sí tiene asegurado su lugar es el futuro presidente de la Cámara baja de la Legislatura, el saliente ministro de Salud, Ismael Passaglia. Ayer, Solá dijo que su “intención” es que se convierta en el titular de Diputados, como se venía especulando desde hace diez días.
En cuanto a la designación de Varela, su nombramiento tiene varias significaciones políticas. Por un lado, es un premio a su condición de “pionero” en la progresiva separación de Solá de la estructura duhaldista. Pero su ascenso también tiene una lectura hacia adentro del kirchnerismo: Varela pertenece a la primera sección electoral, el norte y oeste del conurbano, y hasta hace pocos años tenía buena relación con el intendente de Merlo, Raúl Othacehé. Junto con Hugo Curto, Othacehé era considerado uno de los jefes políticos del PJ bonaerense de la zona.
Esa relación generó duras críticas sobre su nombramiento en un área clave del gobierno bonaerense: nada menos que la cartera social, donde se manejan muchos millones de presupuesto. Las críticas más fuertes se escucharon entre los funcionarios vinculados a Cafiero. Basándose en información publicada por medios locales de Campana, en la gestión saliente se mencionó que Varela llegaría al ministerio junto con su esposa, la diputada provincial Stella Giroldi, a quien nombraría en el Plan Más Vida, que maneja un presupuesto de 400 millones de pesos anuales. Pero la versión que más reproches despertó es la posibilidad de que Varela nombre a una allegada de Othacehé, la concejal Adriana Vera, que tendría algún parentesco con el intendente de Merlo, en la subsecretaria de coordinación operativa del ministerio. “Lo que no les gustó fue que no usamos los mil millones de pesos de presupuesto para meternos en la campaña. Fue una gestión prolija, con un enfoque técnico y transparente”, se lamentó uno de los hombres que está preparando las valijas.