EL PAíS › CFK CRITICó A COLOMBIA Y LLAMó A NO COMBATIR EL TERRORISMO VIOLANDO LOS DERECHOS HUMANOS

Un rechazo a la “unilateralidad”

Aseguró que el conflicto comenzó cuando se introdujo la cuestión del canje humanitario en Colombia y resaltó que ésa era una campaña internacional. Llamó a rescatar la legalidad. También habló de su condición de mujer. Se entrevistó con Calderón.

 Por Martín Piqué
desde Santo Domingo

“El terrorismo no se combate con la violación masiva de los derechos humanos, sino con mucha legalidad. Es imprescindible, colegas, que no ingrese en nuestra región la doctrina de la unilateralidad.” Cristina Fernández de Kirchner exhortó a los presidentes que participan del Grupo Río a mantener vigente la doctrina de la multilateralidad. “Si nosotros perdemos esta convicción y recurrimos a la justicia por la propia mano, estaremos perdiendo uno de los atributos más distintivos de la política latinoamericana”, planteó la Presidenta en la cumbre del Grupo Río. Era una crítica directa al operativo que había ordenado Alvaro Uribe para matar al número 2 de las Farc, Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano. También pidió que no se usaran “adjetivaciones, actitudes ni lenguajes” que estuvieran lejos de la institucionalidad.

La declaración de CFK fue elogiada por la mandataria de Chile, Michelle Bachelet. Otros jefes de Estado la citaron en sus intervenciones. La única crítica llegó cuando el debate ya había avanzado. En la primera ronda de respuestas, Uribe dijo que estaba sorprendido por el tono del discurso de la mandataria argentina. Tras llamarla “jurista muy destacada”, el colombiano le aconsejó que “ayudara a conseguir que la inviolabilidad de la soberanía territorial se equiparara a la inviolabilidad de la seguridad del pueblo”. La respuesta de Uribe implicaba una justificación del operativo sobre territorio de Ecuador para matar a Reyes. Era la primera expresión pública ante un foro de presidentes de un argumento inspirado en la doctrina de George W. Bush. Que el derecho a la seguridad de la población propia tiene el mismo valor que la soberanía territorial de otro Estado.

El turno de la Presidenta llegó después del durísimo contrapunto entre Rafael Correa y Uribe, y tras las intervenciones del mexicano Felipe Calderón y del nicaragüense Daniel Ortega. Tras su pedido de que no usaran calificaciones agresivas, CFK se remontó al pasado para preguntarse por qué se había producido el conflicto regional en este momento. “¿Qué fue lo que pasó para que se produjera esta escalada?”, se preguntó en voz alta. “Esto empezó cuando comenzó a introducirse la cuestión del canje humanitario en Colombia”, fue su respuesta. El mismo argumento repetirían luego el venezolano Hugo Chávez y, en cierta medida, la chilena Bachelet.

Al hablar del canje humanitario, Cristina recordó que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, le había pedido a su esposo que se involucrara en el tema como mediador. Era la misma posición que la Argentina había venido defendiendo desde hace tiempo: resaltar que la campaña para liberar a los rehenes de las Farc era internacional y que incluso tenía apoyo de países europeos. La Presidenta también mencionó el viaje de Néstor Kirchner a la localidad colombiana de Villavicencio, donde había encabezado una misión con presencia francesa, brasileña y suiza. “Completar la dialéctica discursiva de posiciones no nos da la solución. Debemos hacer un abordaje legal e institucional, el rescate de la legalidad y el rechazo de la unilateralidad”, insistió.

Cristina estuvo acompañada por una delegación reducida. Además del canciller Jorge Taiana, estuvieron los ministros Julio De Vido (Planificación) y Nilda Garré (Defensa), el vocero Miguel Núñez, el subsecretario de Política Latinoamericana de la Cancillería, Agustín Colombo Sierra, y el titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks. Ninguno se quería perder lo que prometía ser un debate convulsionado. Tras la defensa de la multilateralidad, la Presidenta reclamó que se respetara el resultado de otras cumbres previas del Grupo Río. Se refería, puntualmente, a un encuentro del mismo foro internacional que se había realizado en Cuzco en 2003. CFK recordó que una de las conclusiones de aquella cumbre había sido exhortar al entonces titular de la ONU, Kofi Annan, a “impulsar un proceso de paz en Colombia exhortando a los movimientos guerrilleros a firmar un acuerdo de cese de hostilidades”. En el documento de esa cumbre se había aclarado que si las Naciones Unidas no tenían éxito en esa tarea, la responsabilidad debía quedar en el Grupo Río y el gobierno colombiano. “Eso lo dijo el mismo espacio institucional que hoy nos ocupa”, puntualizó la Presidenta. Cuando llegó el turno de las respuestas, Uribe también contestó sobre este punto. Dijo que su gobierno había sido uno de los impulsores de que se incorporara ese punto en el documento.

La cuestión de género

Al ser la primera mujer en hablar –delicias de la lista de oradores–, la opinión de CFK había generado mucha expectativa entre los periodistas que cubrían la cumbre. En la sala de periodistas del primer piso se produjo un pequeño revuelo frente al plasma que transmitía en vivo la imagen de los presidentes. La Presidenta pareció captar el clima. Con una sonrisa pidió perdón por introducir en el foro “la cuestión de género”. Y entonces explotó su condición de mujer para criticar a los hombres que la habían precedido en el micrófono. “Siempre nos han acusado a las mujeres de que se nos vuelan los pájaros. De cierto grado de histerismo. Quiero decirles que ciertas escenas que nos tocan ver nos convierten a las mujeres en las personas más racionales de este planeta”, cuestionó. Hubo un aplauso cerrado en la sala de conferencias y comentarios sorprendidos en el centro de prensa.

Cristina terminó su discurso con otra exaltación femenina.

–Nos lo debíamos –comentó con picardía–. Siempre tenemos que estar dando muestras. Esto demuestra que en algunas cosas somos un poco mejores que los hombres.

–Bien dicho en vísperas del Día Internacional de la Mujer –la felicitó el presidente anfitrión, Leonel Fernández.

Tras el sorprendente acuerdo de último momento, llegó el turno de los abrazos para las cámaras. La Presidenta saludó fríamente a Uribe y le dijo algo que los micrófonos no pudieron captar (el audio había sido nuevamente cortado). Los mandatarios comenzaron a retirarse a las apuradas. Muchos debían regresar rápido a sus países. Mientras las salas de la Cancillería comenzaban a vaciarse, CFK aprovechó para reunirse con el mexicano Calderón. México asumió ayer la secretaria pro-témpore del Grupo Río.

A las 18 hora dominicana (20 de la Argentina), Cristina se retiró de la sede de la cumbre. Los periodistas la abordaron en el acceso principal.

–¿Qué hablaron con el presidente mexicano? –le preguntó Página/12.

–Fue una muy buena reunión. Estuvimos hablando de su visita a la Argentina –se limitó a contestar.

Quien también habló con la prensa fue el canciller Taiana. “Fue una cumbre positiva. Hay que ver la declaración de los presidentes sobre la situación. Tenemos un firme rechazo a cualquier intento de vulnerar la soberanía de un Estado. Tenemos un compromiso de que medidas unilaterales de ese tipo no se pueden repetir”, dijo Taiana a Página/12.


Respaldo por Malvinas

El Grupo de Río renovó su compromiso con los derechos argentinos sobre las Malvinas, que viene manifestándose desde 1993. En esta vigésima reunión en República Dominicana, se aprobó una declaración de “respaldo a los legítimos derechos de Argentina en la disputa de soberanía con el Reino Unido” sobre las islas Malvinas. El texto consigna “el interés regional” para que Argentina y Gran Bretaña “reanuden las negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución justa, pacífica y definitiva de la disputa de soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes”.

En el documento se indicó que esta posición está basada en “las resoluciones y declaraciones pertinentes de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos”.

Los países del Grupo de Río expresaron además que “en relación con el Tratado de Lisboa por el que se modifican el Tratado de la Unión Europea y el Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea, que la inclusión de las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur en el régimen de ‘Asociación de los Países y Territorios de Ultramar’ resulta incompatible con los legítimos derechos” de Argentina y con “la existencia de una disputa de soberanía sobre dichos archipiélagos”.

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El discurso de Cristina Kirchner respaldó la posición del ecuatoriano Rafael Correa.
 
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