EL PAíS

Tierra adentro

 Por Horacio Verbitsky

A lo largo del año se informó en detalle sobre los viciados procesos que condujeron a la expulsión de jueces independientes o la designación de otros sumisos en las provincias gobernadas por casi todos los precandidatos presidenciales del justicialismo, como San Luis, La Rioja, Santa Cruz o Salta. También acerca de la plaga del hambre, que el periodismo argentino descubrió como gran primicia. La situación no es mejor allí donde gobiernan los radicales o los partidos provinciales.
Por ejemplo, el gobernador de Neuquén Jorge Sobisch y su operador político el vicepresidente de la Legislatura Osvaldo Ferreyra, fueron filmados mientras negociaban la compra del voto del legislador radical Jorge Taylor para designar a varios jueces adictos en el Superior Tribunal de Justicia, para lo cual ya habían conseguido el apoyo del menemismo local. Mientras la legislatura promueve la destitución de suvicepresidente el fiscal de investigaciones especiales y delitos contra la administración pública lo acusa de cohecho. También citó a declarar al gobernador. Cuando el escandaloso video fue emitido en el programa de televisión “Periodistas”, uno de los ministros de Sobisch prometió venganza en una arenga en la que se autodefinió como una bestia y el presidente del Banco Provincia anunció que habría “piñas”.
Pruebas al canto: el gobierno intentó falsificar pruebas que incriminaran a Taylor, como si él hubiera pedido el soborno, pero la escribana a quien se intentó contratar para que antedatara un acta sumó su denuncia a la original. Ferreyra también dijo que cuando hablaba de “Jorge” no se refería al gobernador, sino al gerente del banco provincial Jorge Pérez. Pero el fiscal ya desechó esa ingenua excusa, reveladora del escaso margen de maniobra que le queda al gobierno para frenar el escándalo. “Podemos llegar a la conclusión, luego de observar el video y escuchar las grabaciones en su integridad varias veces, que se trata del gobernador de la provincia Jorge Sobisch. Pérez no aparece nunca mencionado por su apellido y ni siquiera tangencialmente se hace referencia a la existencia en la negociación de un funcionario del Banco, ni tampoco a una gestión que Taylor haya efectuado personalmente en esa institución. Recuérdese cuando Ferreyra le relató a Taylor lo que había dicho Jorge “...no, no, vos dale mi garantía personal de que si yo le dije que sí, sale, que se quede absolutamente tranquilo”. No parece verosímil que en una negociación política de ese nivel, iniciada por la máxima autoridad de la provincia, sea el gerente Pérez el que daba su garantía personal”, escribió el fiscal Pedro Telleriarte.
Una patota sindical rompió a golpes una manifestación convocada para denunciar la corrupción y el propio Sobisch dijo: “No se la agarren con mi familia, con mis hijos, porque yo no me las agarro con las familias de ellos, con sus hijos, y tengo el poder para hacerlo”. ¿A qué se refería esa críptica amenaza? En Neuquén y en Buenos Aires aparecieron carteles con el rostro del abogado Luis Moreno Ocampo y la sutil consigna: “Extorsionador”. Moreno prestó a Taylor la cámara con la que filmó a Sobisch y Ferreyra. Una investigación judicial de los carteles condujo a la imprenta bonaerense “La Gráfica SRL”, que también tiene talleres en Neuquén. Sus socios son Gastón Jorge Sobisch, Federico Carlos Sobisch, Luis Martín Sobisch y Mariana Inés Sobisch.
El presidente de la UCR, Angel Rozas, ha ocupado los titulares por dos motivos tan diversos como complementarios. Primero el precandidato presidencial Rodolfo Terragno dijo que su competidor Leopoldo Moreau le había ganado en forma fraudulenta en el Chaco, donde habrían votado más personas que en cualquier otro distrito del país. Luego, otro niño murió por desnutrición en Nochebuena. El descenso de la mortalidad infantil ha sido uno de los temas centrales de la propaganda del gobierno de Rozas. Un estudio firmado hace tres semanas en Resistencia por el Centro de Estudios e Investigación Nelson Mandela, sostiene que los datos fueron falsificados por el gobierno provincial. A partir de 1996, Rozas puso en práctica lo que denominó “estudios complementarios” que estiman un mayor número de nacidos vivos que la metodología internacional. Con ese truco estadístico disminuyó la incidencia porcentual de la mortalidad infantil. En 2001 la tendencia histórica que desde 1975 marcaba un descenso continuado se invirtió, y la mortalidad infantil chaqueña aumentó de 21,6 a 23,5 por mil. Según el Centro Mandela entre 1996 y 2001 murieron 3.776 niños chaqueños antes de cumplir un año de vida. “El 62 por ciento correspondió a muertes evitables. Si las autoridades del área hubieran ejecutado oportunas acciones sanitarias de promoción prevención y atención temprana y eficiente, se habría evitado la muerte de no menos de 2.340 niños”. Pero las autoridades del área estaban demasiado ocupadas en otra cosa: hace un mes renunciaron el ministro de Salud Jorge Romero y uno de sus principalescolaboradores, luego de que el Tribunal de Cuentas estableciera que se facturaban compras falsas de insumos que por supuesto nunca llegaban a los hospitales del interior provincial.

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