EL PAíS › CARLOS LORDKIPANIDSE

“No sé si todavía me siento libre”

Por V. G.

“Como Auschwitz, la ESMA debe ser declarada patrimonio de la humanidad”, asegura Carlos Lordkipanidse. Esta misma propuesta la hará mañana ante el presidente Néstor Kirchner en una entrevista a la que asistirá como representante de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Lordkipanidse admite que volver a entrar al lugar en el que estuvo secuestrado durante dos años y medio va a ser muy difícil de sobrellevar, pero que si hacerlo implica la recuperación del predio sería como derrotar a sus captores. “Yo, que entré encapuchado, secuestrado, ahora voy a entrar como el que expulsa a los represores”, afirma.
–¿Qué imagen recuerda cuando se habla de la ESMA?
–Aunque no tengo creencias religiosas, si hay una imagen del infierno, es la ESMA. Pero cuando se habla de la ESMA trato de abstraerla de mí mismo y enfocarla desde un punto de vista más general.
–¿Pasa habitualmente por la puerta de la ESMA?
–Soy taxista. Un día subió un pasajero y me hizo tomar un camino desconocido que me llevó en el recuerdo, por las curvas y contracurvas, al momento en el que transitaba ese camino encapuchado. Cuando me fijo, estábamos en Libertador y General Paz del lado de provincia. El hombre se baja y del otro lado veo a través del túnel de la General Paz la entrada posterior de la ESMA, por donde me entraron. Aparecieron todos los fantasmas, escozor, miedo, sudor.
–¿Va a poder entrar otra vez a ese edificio?
–Hace poco estuve en la puerta por donde me ingresaron haciendo un reportaje para la televisión española y llegó un momento en el que me temblaron las piernas. Entrar, si tuviera que hacerlo, va a ser difícil. Pero simbólicamente va a ser la derrota de un proyecto. Yo, que entré encapuchado, secuestrado, ahora voy a entrar como el que expulsa a los represores de ese lugar.
–Después de que lo liberaran, ¿cuándo se sintió realmente libre?
–Es complicado... No sé si todavía me siento libre. Creo que hasta que no esté el último de los represores en la cárcel no me voy a sentir libre. No me siento libre si ellos pueden tomar mi taxi o subirse al mismo colectivo que yo.
–¿Cómo imagina la ESMA en el futuro?
–Quiero mencionar que el lugar es todo el predio. A mí me han llevado a diferentes sectores de la ESMA, que no implica sólo el edifico del casino de oficiales. Entiendo a la ESMA en su conjunto, porque no hubiera podido funcionar como campo de exterminio de cinco mil personas sólo en el casino de oficiales. En realidad no me gustaría ninguna otra cosa que no sea lo que fue la ESMA en su momento.
–¿Cree que habría que reconstruir todo el sitio?
–Si va a ser utilizado para la memoria, sí. De otra manera sería como reconstruir Auschwitz sin los hornos crematorios. Seguramente quisieron ocultarlos o sacarlos, pero estaban.
–¿Qué cosas no debería haber?
–Obviamente no me gustaría nada similar a la idea de (el ex presiente Carlos) Menem en su momento de que se construyera el monumento a la “reconciliación nacional”, ni que se hiciera un shopping. Lo que me preocupa es que hoy puede ser algo que yo quiero y en diez años sea la voluntad de lo que el gobierno de turno quiera. Volviendo a Auschwitz, ese lugar es preservado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, que garantiza que venga quien venga va a ser preservado tal cual es y dispone los recursos económicos para que así sea. Es importante marcar que por la ESMA pasó gente de muchas nacionalidades y que para llegar a este punto hemos atravesado la apertura de juicios en España, Italia, Alemania y México, entre otros países. La ESMA no abarca solo a los argentinos sino a muchas personas en todo el mundo. Y no solo respecto de los desaparecidos sino de los cursos de adoctrinamiento que se hicieron para las Fuerzas Armadas de otros países. También el Plan Cóndor le da una dimensión internacional. Creo que se necesita un árbitro exterior como la Unesco.
–¿Eso es lo que le van a plantear al presidente Néstor Kirchner mañana?
–Vamos a plantear que no queremos escuelas ni talleres ni cosas por el estilo. En primer lugar queremos que se vayan los marinos. Después que se considere a todo el predio más el campo de deportes, donde hubo incineración de cadáveres. Luego, que se recupere el espacio y se lo deje a la Justicia como elemento de prueba de los crímenes. Como propuesta de usos, que sea preservado a lo largo de la historia tal cual lo que es y que sea declarada patrimonio de la humanidad.
–¿Cómo evaluó el discurso del almirante (Jorge) Godoy?
–Me parece que la palabra correcta es confesión. El paso próximo debe ser que aporte a la Justicia lo que sabe.
–¿Cuál es la diferencia de testimoniar hoy que hace veinte años?
–La diferencia es el avance del pueblo al repudio al genocidio, que se ve manifestado todos los 24 de marzo. En lo personal, en el ’87 yo estaba exiliado en Suecia y vine especialmente a declarar en la causa ESMA. Mientras viajaba al aeropuerto me cuestionaba si venir o no, por una cuestión de seguridad. Estos años me han hecho perder el miedo por el respaldo que siento. Siento que el repudio es masivo. Me siento mucho menos solo que en el ’87.

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