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La inscripción judicial del Frente para la Victoria porteño generó el primer enfrentamiento público entre los sectores que apoyan al presidente Kirchner en la ciudad. La coalición, oficializada ayer ante la Justicia, estará integrada por el PJ, el Partido de la Victoria y Nueva Dirigencia, la agrupación del ex ministro Gustavo Beliz. La conducción quedó en manos del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, Alberto Iribarne y Víctor Santa María, más el legislador Diego Kravetz, del Partido de la Victoria, y Matías Barroetaveña, por el belicismo. “Por ahora, no está prevista ninguna otra incorporación”, dijo Santa María. La idea de Alberto Fernández sería sumar más adhesiones, pero “en forma individual”. El principal excluido de estas decisiones fue el kirchnerismo transversal, que integran el embajador de Cascos Blancos, Gabriel Fuks; los dirigentes Humberto Tumini (Patria Libre) y Lito Borello (Comedor Los Pibes) y el ex secretario de Vivienda Eduardo Jozami. “Es más lo que está afuera que lo que quedó adentro. Este acuerdo no nos contiene y no respeta los acuerdos alcanzados en mayo. Es necesario tener una mirada amplia y armar un frente que contenga a todos”, se quejó Fuks. Ese grupo, que integra la Coordinadora Kirchnerista Porteña, está preparando un acto para la primera quincena de julio.