EL PAíS › CON LA VISTA EN MISIONES, FELLNER Y SOLA QUIEREN OTRO MANDATO

Rebotes indirectos del efecto “Piña”

El gobernador bonaerense Felipe Solá aspira a otro período, pero depende de la resolución de la Justicia electoral. Eduardo Fellner, en Jujuy, deberá aprobar una reforma constitucional.

 Por Martín Piqué

Permanecer tiene sus privilegios. Aquel slogan publicitario que invitaba a integrarse a un círculo selecto tiene más actualidad que nunca en las provincias. Con las elecciones de ayer en Misiones como caso emblemático, que terminaron dándole una inesperada frustración a Carlos Rovira, algunos gobernadores están pensando en reformar la Constitución o apelar a alguna instancia judicial para seguir cuatro años. La tendencia sumará nuevos ejemplos en las próximas semanas porque tanto el bonaerense Felipe Solá como el jujeño Eduardo Fellner preparan distintas alternativas para intentar un nuevo mandato. El primero ya presentó un recurso ante la Junta Electoral para que defina si está habilitado para ser candidato por otro período. El resultado se sabrá en pocas semanas. En Jujuy la cuestión también promete polémica. Para que Fellner pueda volver a competir, antes deberá aprobarse una reforma constitucional. “El gobernador ya logró los apoyos necesarios y en dos semanas se aprobará el proyecto de necesariedad de la reforma”, vaticinó a Página/12 un dirigente jujeño que supo competir con Fellner y que ahora, por pedido del propio Presidente, avala su continuidad.

El proceso había comenzado hace casi un año en varias provincias como Entre Ríos, Corrientes y Tucumán, que empezaban a probar la vía de la reforma constitucional para obtener un nuevo mandato. El entrerriano Jorge Busti y el correntino Ricardo Colombi (hoy ex gobernador) no lo consiguieron. En Tucumán sí lo logró José Alperovich. Pero sin duda fue el caso de Misiones, donde se propuso establecer la “reelección indefinida”, que generó una fuerte controversia que trascendió la provincia, lo que terminó por poner los ojos del país sobre la ola de reformas constitucionales en pos de un nuevo mandato. Según la Rosada, el intento de incorporar la reelección indefinida a la Constitución de Misiones fue un error político innecesario que cayó mal a los sectores medios urbanos. Aunque la misma facultad existe desde hace años en Santa Cruz. Por todo eso, los colaboradores de Fellner esperan que su objetivo de seguir en la gobernación luego de 2007 no quede asociado a lo que pasó en Misiones.

Si la suerte de Solá depende de la Junta electoral, en Jujuy la suerte del gobernador depende de la Legislatura provincial. Para poder convocar a una reforma constitucional, los legisladores deben aprobar una resolución que establezca la “necesariedad” de modificar la carta magna. Para lograrlo, deben conseguir al menos dos tercios de los 48 bancas que componen el cuerpo (o sea 32 legisladores). En silencio y con bajo perfil, Fellner ha venido trabajando para sumar voluntades. Y tuvo un colaborador esencial en el propio Kirchner. Además de sus propios hombres en la cámara, Fellner se aseguró el apoyo de Unión por Jujuy, un partido provincial, opositor al PJ y ligado al kirchnerismo, que encabeza el diputado nacional Rubén Daza. “Nosotros priorizamos la construcción del proyecto nacional y si el Presidente nos pide que apoyemos a Fellner, lo hacemos”, explicaron a Página/12 los asesores de Daza.

Esa frase implica que los cuatro legisladores provinciales de Unión por Jujuy apoyarán al gobernador en la búsqueda de un nuevo mandato. Cerca de Daza aclararon que la modificación que se hará en Jujuy si Fellner consigue los votos es “a la americana”. Eso significa que el gobernador sólo podrá ser reelecto por un período y luego no podrá volver a ejercer el cargo. Por su parte, en la negociación con Unión por Jujuy para garantizar los votos, ese partido se habría asegurado el desembarco en los organismos de control de la provincia: el Tribunal de Cuentas, el Instituto Provincial de Viviendas y el Organismo de Control de los Servicios Públicos. Y existen muchas posibilidades de que Daza –uno de los primeros dirigentes del Interior que apoyó la candidatura presidencial de Kirchner en 2003– llegue a un cargo en la Nación sin renunciar a su banca.

Si Fellner tiene éxito, podría sumarse a la tendencia que comenzó en Tucumán con Alperovich. En febrero, el gobernador –también cuenta con el apoyo de Kirchner– logró aprobar la convocatoria a asamblea constituyente para reformar la constitución provincial. En la ley de convocatoria se fijó que el gobernador podrá ser electo por dos períodos consecutivos. También se incorporaron a la carta magna derechos aprobados en los foros internacionales, vinculados con cuestiones como los aborígenes y el medio ambiente, y se le dio autonomía y rango constitucional a la Defensoría del Pueblo y el Tribunal de Cuentas. De todos los cambios, el que más polémica generó fue la modificación en el sistema de nombramiento de jueces. Como sucedió a nivel nacional, el colegio de abogados de la provincia denunció que el Poder político había ganado demasiada influencia. Así y todo, Fellner ganó la elección por más del 60 por ciento. Muy lejos de la paridad que se observó en Misiones.

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