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Para no olvidar la maternidad clandestina de Campo de Mayo

A partir de ayer, una placa recordará el lugar en que funcionó una maternidad donde dieron a luz unas 30 mujeres en cautiverio. El acto formó parte de un proyecto de recuperación del predio.

 Por Alejandra Dandan

Con una placa quedó señalado ayer el lugar donde funcionó una de las maternidades clandestinas de Campo de Mayo durante el Terrorismo de Estado, de 1976 a 1983. El lugar está ubicado justo al lado del Hospital Militar, donde aún está el área de Neonatología. Por ahí pasó una parte de las por lo menos treinta mujeres que dieron a luz durante el cautiverio. La señalización forma parte ahora de un proyecto de recuperación de un sector del predio donde funcionó el campo clandestino más importante del país.

Para los que estuvieron en el acto de ayer, la ceremonia fue la continuación de un proceso que comenzó un año atrás, cuando un grupo de sobrevivientes acompañado por familiares, amigos y referentes de organizaciones sociales y políticas del lugar entraron por primera vez a Campo de Mayo, el corazón operativo de la zona 4 del I Cuerpo del Ejército. “Ese día entramos por primera vez por la Puerta 4, donde está la entrada principal de Campo de Mayo, en Bella Vista sobre la ruta 8”, explica ahora Antonio Fernández, de la Comisión por la Memoria de Campo de Mayo. “Ese era el lugar por donde entraban a los detenidos desaparecidos. Ahí se hizo el acto, donde funcionó el hospital militar se puso una placa por los 30.000 desaparecidos y se plantó un árbol de la vida, pero la idea era ir recuperando el espacio, y eso es lo que fuimos empezando a hacer este año.”

Desde entonces y durante todo el año, la Comisión hizo unos cinco actos o ceremonias en las localidades de incidencia de la zona 4. Generó actividades culturales y hasta un Centro de Estudios e Investigación desde donde se hicieron investigaciones sobre las operaciones desarrolladas en el Campo durante la dictadura, sobre sus responsables y sus efectos. Entre los ejes de investigación, tomó en manos el análisis de las maternidades clandestinas, uno de los símbolos de este campo de concentración.

“En el lugar, por lo menos funcionaron tres maternidades”, continuó Fernández. De acuerdo con los datos, una de las maternidades se instaló en el “Campito”, el lugar destinado al funcionamiento del centro clandestino de detención. Según los organismos de derechos humanos y los datos de la Comisión, por ahí habrían pasado unos 5000 detenidos desaparecidos, un número que lo convierte en el centro clandestino más importante del país. Ubicado cerca del aeropuerto de Campo de Mayo, tenía la entrada cerca de la Puerta 4, a la altura de la ruta 202 y avenida presidente Perón.

Otro de los espacios que se usaron como maternidad fue una cárcel de detención para internos comunes y el otro, el principal, el Hospital Militar. Se calcula que una parte importante de las mujeres que dieron a luz en Campo de Mayo lo hicieron en el área de Neonatología.

El lugar donde empezará el trabajo de recuperación no estará ahí sino en un sector del Campito, una zona con acceso desde la ruta 202 que cumplirá con una doble función: facilitar el ingreso de los posibles visitantes y no perturbar el trabajo de las otras unidades del Ejército que seguirán trabajando.

La extensión del espacio todavía no está definida. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación trabaja sobre un proyecto de 1,5 hectárea de tierras que legalmente está en manos del Ministerio de Defensa. El sábado pasado una reunión entre la titular del área, Nilda Garré, y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, permitió avanzar en algunos acuerdos. Según las normas vigentes, las tierras pueden pasar al Estado si una provincia o un municipio las compra, como el caso de La Perla en Córdoba. O pueden pasar a través de una ley del Congreso, como posiblemente suceda esta vez.

Judith Said es coordinadora general del Archivo Nacional de la Memoria y fue una de las oradoras del acto. “En este momento creemos que ya se asumió de parte de todos los sectores políticos de qué se trató el accionar de las fuerzas represivas en el país –explica–, ningún legislador en este contexto seguramente se va a oponer al proyecto, aunque sabemos que esto es parte de un largo camino que recién estamos por empezar.”

El acto del 31º aniversario del golpe de Estado en ese lugar tuvo algo de esa impronta de recuperación. Durante la ceremonia hablaron dos ex detenidos. Cacho Scaratti es uno del puñado de sobrevivientes del lugar por donde pasaron Roberto Santucho o Domingo Menna, de la cúpula del PRT-ERP entre otros secuestrados y desaparecidos. También hablaron Eva Orifici, ex detenida desaparecida del circuito de centros de la Zona 4 que aún investiga los lugares de detención, y Alba Lanzilotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. También estuvieron los ex delegados de Mercedes Benz, que se acercaron a contar su experiencia y la documentación de la relación que mantuvo la empresa con los responsables de Campo de Mayo. Y asimismo, habló el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Eduardo Binstock.


El retraso judicial

La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, coincidió con el presidente Néstor Kirchner en que hay “un retraso en la Justicia con respecto a las causas por los derechos humanos”. Pero Bonafini también volvió a ponerle números y motivaciones al retardo judicial: “Hay 400 jueces de la dictadura cómplices y que tienen ‘cajoneadas’ las causas. Si es mentira lo que digo, que lo comprueben. No voy a presentar más denuncias porque ahora son ellos los que tienen que demostrar que son inocentes”, dijo en declaraciones radiales. Tampoco esquivó las definiciones políticas. “Mientras el Presidente siga el mismo camino que viene recorriendo hasta ahora, me parece un muy buen candidato para 2007. Tanto él como Cristina Fernández me parecen muy buenos candidatos, porque el Presidente tiene ética y principios”, puntualizó Bonafini, aunque mostró reparos sobre la candidatura de Daniel Scioli: “En lo particular, no me gusta para la provincia porque es amigo de Duhalde. Que lo haya elegido el Presidente es una cosa de él y no me voy a poner en discusión con Kirchner. Yo lo apoyo en lo que hace bien, y en lo que considero que se maneja mal, lo critico”, precisó.

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La placa señala donde funcionó una de las maternidades clandestinas de la dictadura.
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