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Por J. A.

El optimismo de su marca, Buen Día, y de su eslógan-arenga de este año (¡Arriba!) hablan de la conjunción de estados de ánimo que movilizan al evento desde su primera versión, tres años atrás. Por un lado, la elegancia poshippie, barrial y a la vez snob, de Palermo Viejo. Por otro, su ímpetu estimulante de emprendimiento joven, bohemio y multidisciplinario, reflejo de su origen independiente. Es que cuando el Festival Buen Día tuvo su debut, en 1999, los eventos al aire libre que conjugaran bandas en vivo, música electrónica, desfiles de moda, gastronomía exótica y ferias de juguetes, ropa y accesorios artesanales, parecían bastante más raros que ahora, que ya se han multiplicado en distintas versiones y a diversas escalas, tanto en emprendimientos pequeños y muy under, como en megaeventos ricos en sponsors. Hoy, desde las 12 del y hasta la medianoche, la Plaza Palermo Viejo –Armenia y Costa Rica– será otra vez el espacio donde el Buen Día concretará su sexta edición, ya que en 2000 y 2001 tuvo doble función. La entrada es gratis, y entre sus atracciones para hoy estarán los conciertos de Daniel Melero, ATirador Láser, Miranda! y Capri, además del set de la DJ Romina Cohn y de la presentación, confirmada a último momento, de los chilenos Javiera Parra y Los Imposibles.
El músico Amadeo Pasa, creador y organizador de Buen Día, expone ante Página/12 los méritos del festival: “Es mucho más potente de lo que el establishment reconoce. Más allá de ser un espectáculo y una feria contemporánea, es un generador de cercanías entre los artistas, la ciudad, la gente que va de paseo... está instalado en el calendario de atracciones de Buenos Aires, hay muchísimos artistas que cada año se acercan y quieren participar. Tratamos de que en la cartelera no haya ni completos desconocidos ni tipos famosísimos. Por otra parte, Buen Día evidencia cómo, además de las expresiones artísticas, la gente convierte a un evento de intercambio comercial en un espectáculo en sí”.
La cartelera de los conciertos comenzará con el set del músico electrónico Leandro Fresco (a las 13), y continuará con las presencias de Doris (14.30), Celestito (enérgica banda santafesina liderada por mujeres, que fue considerada revelación rockera del año pasado por el Suplemento No de este diario, a las 16) y Suavestar (a las 16.45). Luego seguirán las presentaciones de Capri (músico electrónico, uno de los más ascendentes de la escena dance local, desde las 17.30), la banda de Lucas Martí A-Tirador Láser (a las 18.15), Miranda! (la aparición pop que más revuelo generó en la prensa especializada este año, desde las 19) y Pornois (a las 20). El cierre del escenario de música en vivo será, en una elección por demás adecuada, para Daniel Melero (desde las 20.30), patriarca y gurú orientador de buena parte de los emprendimientos de corte moderno de los últimos tres lustros.
“El nombre para este festival, ¡Arriba!, lo decidimos a principios de este año, cuando todo estaba igual de mal que ahora, pero la gente tenía más tensión”, cuenta Pasa. “Quiere decir ‘¡Vamos, loco!’, es un llamado a poner todo, a decidirse a hacer cosas. Ahora, después del crecimiento que tuvo el Buen Día, algunos nos dicen que ya no es un festival under, ni vanguardista. Pero este festival nunca tuvo objetivos de hacer vanguardia artística ni culto a la independencia. Surgió como una locura de pibes de veinte años, a partir de la idea de borrar los límites entre la música y otras cosas. Eramos varios amigos artistas que hacíamos cosas, y decidimos juntarnos, hacerlas juntos. Esa es la filosofía del Buen Día. Si tenés amigos que hacen cosas, juntalos y háganlas juntos.”
El turno noche del festival, en tanto, dejará de lado la música en vivo para concentrarse en la moda (que en ediciones anteriores se llevó un protagonismo mayor) y la pista de baile. A las 21.30 está previsto un desfile con las colecciones de los diseñadores Mariano Peralta, SpinaCruz, Kostume y Amor Mío. El final, de 22 a 24, tendrá el set dance de la DJ Romina Cohn. El mejor ejemplo que resume el espíritu del Buen Día, finalmente, lo describe Pasa: “Entre los expositores de esta edición de la feria hay una chica que me contó que se decidió a empezar a hacer juguetes después de ver la feria de juegos que incluimos en el primer Buen Día, en 1999. Saber que desde nuestros esfuerzos se generan cosas así, artísticas y a la vez comerciales, para nosotros es una señal de éxito”.