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Los programadores de contenidos televisivos destinados a la audiencia infantil tendrán próximamente una gran oportunidad para que sus trabajos puedan ser reconocidos internacionalmente y, a la vez, obtener un premio monetario. El motivo es que del 27 al 30 de agosto próximo se llevará a cabo el Prix Jeunesse Iberoamericano 2003 en Santiago de Chile. El Prix Jeunesse, uno de los festivales más relevantes de la televisión para chicos, nacido en 1964 en Alemania con la idea de mejorar la calidad de la televisión para los más pequeños, se realiza desde entonces cada dos años en Munich. En este caso, los organizadores decidieron hacer la versión iberoamericana, potenciando un target que, fundamentalmente en la Argentina, fue creciendo a la par de la proliferación del cable. “El encuentro apunta a pensar la tv y estimular la nueva producción con mejor calidad pero siempre teniendo en cuenta que tiene que ser un negocio. Acá lo que se trata de ver es cómo un producto puede ser de calidad y rentable”, señaló Aldana Duhalde, representante del Festival en la Argentina.
Los interesados en participar deberán presentar su producto hasta el 15 de mayo en el Consejo Nacional de la Televisión Chilena, Constitución 74, Providencia, Chile, o bien, consultar las bases en www.prixjeunesseiberoamericano.cl. Están habilitados para participar productores independientes, canales de televisión, productoras contratadas o coproducciones de la Argentina, Bolivia, Colombia, Brasil, Cuba, Ecuador, España, México, Perú, Portugal, Uruguay, Venezuela y Chile. Un requisito excluyente es que los contenidos deben apuntar a chicos de entre 6 y 12 años. Luego de una preselección que realizará un comité integrado por profesionales de la industria televisiva infantil internacional quedarán definidos los finalistas que participarán de la competencia en Chile. Los seleccionados podrán votar, excepto en el rubro donde presenten sus propuestas. “Se vota teniendo en cuenta cuatro variables: la realización, el guión, el target y la idea”, explica Duhalde.
Para la competencia se podrán enviar ciclos actuales, pasados o pilotos. “Se puede presentar cualquier programa, desde uno de Calamuchita hasta uno barrial”, dice Duhalde. El Festival estará dividido en distintas categorías. En “Ficción” se evaluarán telenovelas, series o animaciones. En “No ficción” se discutirán documentales, programas científicos y noticieros, mientras que en “Entretenimiento” competirán magazines, concursos, musicales, programas cómicos y de juegos. Paralelamente, se premiará la creatividad en “Las mejores nuevas ideas”. Además de la competencia de producciones iberoamericanas de televisión para niños, el Festival comprenderá una muestra doblada al español de los programas destacados, talleres de producción de programas para la audiencia infantil y conferencias de expertos de distintos países. “El objetivo profundo del encuentro es crear una red de productores y realizadores de televisión infantil para que se conozcan, para que puedan hacer coproducciones y para que se demuestre el estado de esta industria en particular. El premio es una excusa para que la gente lleve sus producciones”, reconoce Duhalde.
En cuanto a la abundancia de programación infantil en los canales de cable y al escaso espacio de ciclos para chicos en la televisión abierta, Duhalde dice que “por un lado, los cables absorbieron la especificidad y tienen la programación para los chicos con todo lo que vos quieras, con muy poca producción local salvo Magic. También influye que las tiras familiares como ‘Son amores’ absorbieron público infantil”.