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El personaje que encarna Diego Capusotto en Soy tu aventura es un secuestrador novato. Al conductor de “Todo x 2 pesos” no se le conoce demasiado su faceta cinematográfica, aunque últimamente realizó papeles en India Praville (Mario Sabato) y en Dos ilusiones (Martín Lobo), que aún no se han estrenado. Mientras tanto, comenta que por ahora no tiene un proyecto que certifique su regreso a la televisión. “Pero sí tenemos la idea de continuar con el grupo de Todo para ver si nos sale algo, nuevo en lo posible. Para más adelante o para el año que viene. Después estoy interesado en una obra de teatro con Norman Briski como para empezar a laburar. Y, a lo mejor, otra película para más adelante de Flavio Nardini”, enumera. Es decir, proyectos que abarcan los tres formatos que si bien son disímiles, en todos Capusotto reconoce haberse divertido: “En cualquiera de esas disciplinas uno puede contar una historia que sea muy divertida. El teatro tiene una libertad de expresión que no tienen ni el cine ni la televisión, porque uno trabaja con la cámara, con la pausa, con la luz. Trabaja con una serie de cosas que en teatro no existen. Lo que sí es cierto es que hay como otra respiración”.
–¿Nunca pensó en realizar un papel dramático?
–Sí, trabajé en películas cuyos personajes no tuvieron el perfil de lo que yo más hago o más me gusta. Siempre digo que, en la medida en que te involucres en la historia que se está contando, no resulta tan particular establecer la diferencia entre la comicidad y lo “serio”. A mí me gusta mucho más hacer comicidad. Pero también me interesa participar de una historia teniendo otro rol. Y también aprendo.
–No le gusta que a su humor lo llamen transgresor. ¿Cómo lo definiría?
–La cosa del humor-trangresión es como un latiguillo que no tiene mucho peso. En la televisión hoy no hay nada que realmente transgreda. En realidad, si vende, está todo bienvenido. Y después el concepto de transgresión que tiene la gente difiere del que tengo yo. En televisión, en estos momentos, todo lo que pueda alarmar a Doña Rosa se procesa como para que después Doña Rosa diga: “Ah!. Mirá vos! Está bien. Mirá quién va ahí...”. O sea, lo importante es que venda y que sea como fuere. Y se vende inclusive hasta desde la supuesta transgresión.
–Muchos catalogan lo que ustedes hacen como una suerte de “humor nuevo”...
–Nosotros no empezamos a edificar el humor nuevo. A lo sumo hemos hecho un programa con características distintas de las que se venían haciendo en televisión. Pero, ¿el humor nuevo? ¡Qué sé yo!
–¿Para qué le sirve el humor?
–Para tener recreos en esta vida. Y para afrontar cosas, para relacionarme y quererme con la gente que he conocido. No estoy hablando del público espectador de Capusotto actor. Estoy hablando, además de esa gente, de los amigos que uno tiene.
–¿Se puede reír uno de todo, incluso de la muerte?
–Sí. Bueno, de hecho todo lo que uno hace es para escaparse de la muerte. Y reírse de la muerte es como una venganza ante lo inevitable.