SOCIEDAD › IMPUTADO POR MALVERSACIóN

Grassi en problemas

Antes de enfrentar el juicio por corrupción de menores, el cura Julio César Grassi deberá declarar ante la Justicia como sospechoso de supuesta malversación de caudales de la Fundación Felices Los Niños. Según confirmó a PáginaI12 el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, Grassi deberá presentarse en los próximos días ante la fiscalía, junto al apoderado de la Fundación y un abogado, imputado por el delito de “peculado de bienes de bien público”. En tanto, la Justicia ya le puso fecha al juicio oral contra el sacerdote por corrupción de menores: será el 19 de agosto de este año.

Grassi está acusado de utilizar los fondos de la Fundación para pagar el alquiler de la casaquinta donde vive, justo frente al hogar Felices los Niños, desde que quedó en libertad. Nieva Woodgate aseguró que esa presunta maniobra se habría concretado desde 2003, luego de que el cura fuera procesado y obligado por la Justicia a no vivir más en la Fundación.

El fiscal general precisó que la Unidad Funcional 1 de Investigaciones de Morón abrió la investigación hace dos años, cuando un hombre se presentó en los tribunales para presentar una denuncia. Era Alberto Mirenda, el dueño de La Blanquita, una vieja quinta con huerta y pileta de natación ubicada en las proximidades de la sede central de la Fundación Felices los Niños.

“Está probado que cuando a Grassi le prohíben dormir en la Fundación estuvo un tiempo en San Justo y después su apoderado contrató por tres meses el alquiler de la quinta La Blanquita. A los tres meses el contrato se fue prorrogando reiteradamente, pero un día el dueño se presentó en la quinta porque quería ir a vivir a su casa”, relato el fiscal Nieva Woodgate.

Fue entonces cuando los allegados a Grassi le alquilaron a este hombre una vivienda similar a la suya para que se fuera allí. El problema se generó en 2006, cuando hubo problemas en el pago del alquiler de la nueva vivienda y el dueño de “La Blanquita” llegó a la Justicia para denunciar que lo iban a desalojar. “Eso no era delito, pero ahí surgió que la Fundación habría estado pagando de sus fondos el alquiler de las dos viviendas”, relató el fiscal.

El fiscal estimó que el alquiler pagado por las dos propiedades era de unos 10 mil pesos, lo que habría que multiplicar por doce meses y por los cinco años en que se viene cumpliendo esa operación. Para responder sobre esos temas, fueron citados para el mes próximo Grassi, su apoderado y un abogado.

No es el principal problema que tiene Grassi con la Justicia: en la causa por abuso sexual agravado y corrupción de menores, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Morón fijó la fecha del 19 de agosto próximo para el comienzo del juicio oral y público contra el cura.

Grassi está acusado de delitos contra tres menores de edad que concurrían a la Fundación Felices Los Niños, que él dirigía, que fueron identificados en la causa con los apodos “Gabriel”, “Luis” y “Ezequiel”. Las denuncias datan de fines de 2000, pero se conocieron dos años después. Grassi espera en libertad el juicio, ya que le fue fijada una figura llamada “prisión morigerada”, por la cual no puede acercarse solo a la Fundación Felices Los Niños.

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