SOCIEDAD › UN TENIENTE DE UNA COMISARIA DE QUILMES PRESO Y CUATRO POLICIAS PROFUGOS POR EL CASO BERGARA

Una banda más policial que mixta

Un teniente de la 1ª de Quilmes fue detenido vinculado con escuchas por el secuestro de Bergara. Otros cuatro de la misma departamental están prófugos. El extraño recorrido de un celular usado por la banda hasta llegar a manos de una mujer en Paraguay.

En términos preventivo-policiales, la jurisdicción quilmeña viene muy golpeada por los baches. Ayer, en vinculación con la investigación por el secuestro de Leonardo Bergara, otro de la Bonaerense fue detenido y otros cuatro se encuentran prófugos, los cinco, de la misma departamental que ya tiene dos uniformados presos en la misma causa. El detenido es Maximiliano Costa, del servicio de calle de la comisaría 1ª del distrito quien, según fuentes judiciales, aparece vinculado en varias escuchas. Lejos de Quilmes pero cerca del caso, la policía paraguaya informó que en Ciudad del Este detuvo a una mujer que tenía un celular supuestamente utilizado por los secuestradores.

El teniente Costa fue detenido ayer en su casa de La Plata, luego de que los investigadores judiciales consideraran que las escuchas en las que aparecía y los entrecruzamientos de llamadas lo complicaban con el caso. Supuestamente, en varias conversaciones telefónicas hacía comentarios y preguntas sobre “el chancho”, a quien los investigadores consideran como el nombre encubierto con que se refieren a Bergara.

Costa fue trasladado a la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes y quedó a disposición de la fiscal federal Silvia Cavallo y del juez Luis Armella, quien interrumpió sus vacaciones para reemplazar a la conjueza que lo subrogaba, Marcela Linares. Durante la tarde de ayer, Costa fue trasladado a los tribunales federales de Quilmes, en 12 de Octubre y Mosconi, para cumplir con una rueda de reconocimiento en la que participaron cuatro testigos del secuestro, entre ellos la misma esposa de Bergara, que había sido raptada junto con su marido y luego liberada.

Según fuentes de la investigación, Costa está “fuertemente comprometido”, mientras que del lado de la defensa, el resultado de las ruedas “fueron negativos” ya que, según la defensa, ni la esposa ni los otros tres testigos lograron reconocerlo como parte de la banda de cuatro hombres que los secuestraron, vestidos con uniformes policiales y enmascarados. El 5 de enero fueron detenidos el capitán Juan Cardozo y el oficial de policía Víctor Ariel Vega, del Gabinete de Criminalística de la Jefatura Distrital de Berazategui, dentro del radio de la jurisdicción de la vapuleada departamental de Quilmes.

Además, otros cuatro uniformados en actividad o retirados (las fuentes no precisaron más datos) de la misma jurisdicción quilmeña se encuentran prófugos con pedido de captura. Cardozo es dueño del celular que recibió un llamado de los secuestradores, minutos antes de que desde el mismo teléfono del que lo había llamado la banda se comunicara con la familia para negociar el rescate del empresario. El llamado recibido ocurrió el 30 de diciembre y durante él tuvo lugar la primera prueba de vida, ocho días después del secuestro. En esa comunicación, los secuestradores hicieron que Bergara, para dar visos de realidad a sus familiares, mencionara la información sobre los restos de un galeón descubierto en Puerto Madero.

Lejos de Quilmes, en Paraguay, se ubicaron rastros de la banda. La información la proporcionó el jefe de la policía de Paraguarí, en Paraguay, Antonio Gamarra. Un celular desde el que aparentemente los secuestradores llamaron a la familia para negociar el rescate fue detectado en manos de una mujer en Ciudad del Este.

La investigación fuera de las fronteras fue iniciada el 24 de diciembre pasado, cuando Bergara llevaba dos días de secuestrado. Según explicó Gamarra, el día de la Nochebuena una joven paraguaya, Etelvina Bernal Ramos, llamó desde Buenos Aires a su madre, Ramona Bernal Ramos, a su casa en la localidad rural de Ybytymi, a 100 kilómetros de Asunción, para saludarla y avisarle que viajaba hacia Paraguay para pasar con ella las fiestas. Cuando los investigadores descubrieron que estaba en funcionamiento el mismo celular del que se había comunicado la banda para exigir rescate a la familia, comenzaron su rastreo y lo detectaron en Paraguay. Inmediatamente, y con orden de la fiscal federal Silvia Cavallo, investigadores del caso viajaron hacia ese país para colaborar con la policía local.

El paso siguiente fue llegar hasta donde se había detectado la señal. Así, según Gamarra, efectivos de la Policía Bonaerense junto a investigadores de la policía de Paraguay llegaron hasta la casa de Ramona Bernal Ramos, en Ybytymi, donde también encontraron a su hija Etelvina. Interrogada, la joven contó que ese teléfono lo había encontrado en la calle en el conurbano bonaerense y que lo había utilizado una sola vez, pero que luego se lo había entregado a su cuñada, hermana de su esposo, que vive en Ciudad del Este.

Siguiendo las indicaciones, los policías se dirigieron a Ciudad del Este donde encontraron el teléfono y el chip en poder de una mujer identificada como Nilda Alvarenga. Ahora, las expectativas están centradas en los números y nombres que puedan surgir del chip hallado en el celular. Tampoco no parece estar determinado el grado de vinculación de las tres mujeres y el marido de la tercera. La historia relatada, por el momento, es tan increíble como todo lo que creíble que va mostrando el caso.

A Leonardo Bergara, hermano de un empresario del rubro de la electrónica, lo secuestraron en Ranelagh, partido de Quilmes, el 22 de diciembre pasado, cuatro hombres enmascarados y vestidos con uniformes policiales.

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A los dos primeros detenidos, el capitán Cardozo y el teniente Vega, se agrega ahora el teniente Costa.
Imagen: Télam
 
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