Un arquitecto fue asesinado luego de ser secuestrado cuando salía de su casa, y su cuerpo baleado fue arrojado desde un vehículo en marcha en Monte Grande, en el partido de Esteban Echeverría, al sur del Gran Buenos Aires. Aunque el crimen apareció en un principio como producto de un intento de robo, fuentes de la investigación admitieron que el caso “todavía no está muy claro: se están investigando unas posibles inversiones de dinero y no se descarta ninguna hipótesis como motivos del crimen”.

El hecho comenzó por la mañana, cuando Diego Luis González, de 41 años, salió a bordo de su Peugeot 307 del garage de su casa, en la calle Pedernera, entre Amero y Chiclana, de Villa Galicia, en el partido de Lomas de Zamora. No se sabe exactamente dónde, porque no hubo testigos presenciales, pero se cree que –a poco de andar– el arquitecto fue interceptado por al menos dos delincuentes armados que, tras amenazarlo con sus armas, ascendieron al vehículo. La hipótesis inicial indicaba que los delincuentes se pusieron al volante del vehículo y se llevaron secuestrado al conductor.

Según trascendió, cerca de las 7.30, al llegar a la calle Berazain al 400, en Monte Grande, un cuerpo fue arrojado desde el auto en movimiento. Era el arquitecto, que presentaba un balazo en la caja torácica –aún no se sabe si le ingresó por la espalda o por el pecho– y otro en la pierna. Vecinos del lugar que vieron lo ocurrido dieron aviso a la policía, que trasladó al herido hasta el Hospital Santamarina de Monte Grande. González alcanzó a llamar a su madre y a hablar con ella, pero murió poco después de llegar al hospital, cuando era asistido por los médicos.

El auto, mientras tanto, fue encontrado a tres cuadras y media del lugar donde fue arrojado el cuerpo. Allí, los investigadores levantaron huellas en toda la carrocería para tratar de dar con alguna pista que permita localizar a los delincuentes. No obstante, la investigación quedó bajo un estricto secreto de sumario, para no perjudicar las pesquisas.

“Tenemos que los presuntos autores serían dos”, indicaron los voceros. Aunque no quisieron rechazar ninguna teoría de plano, señalaron que trabajan incluso sobre un posible “ajuste de cuentas por cuestiones de dinero pendientes” con la víctima.