SOCIEDAD › ROBAN OBRAS DE PICASSO Y MATISSE, ENTRE OTRAS, POR VALOR DE 100 MILLONES DE EUROS

Golpe en un museo de París

Los ladrones rompieron una ventana y un candado del Museo de Arte Moderno. Las alarmas no sonaron. Desarmaron los marcos y se llevaron cinco telas sin cortarlas. Los tres guardias de seguridad no vieron nada.

L’olivier près de l’Estaque, de Georges Braque, una de las obras robadas.
Imagen: AFP.

Las alarmas del Museo de Arte Moderno de París no funcionan del todo bien. Esta es la única explicación oficial en Francia luego de que ayer por la madrugada, los autoridades del museo detectaran la falta de cinco cuadros valuados en al menos 100 millones de euros y se supiera que el robo no fue, ni por asomo, un asunto sofisticado. El o los ladrones sólo tuvieron que romper una ventana y un candado para entrar en la sala que contenía cuadros de Pablo Picasso y Henri Matisse, entre otros. Hasta se tomaron el tiempo de desarmar los marcos para sacar las telas sin cortarlas. La única prueba es un video de seguridad donde aparece un hombre enmascarado llevándose los cuadros. Había tres guardias que debían controlar los monitores pero no lo hicieron. Recién supieron de la ausencia de los lienzos cuando hicieron su habitual ronda matinal.

“Estoy conmocionado y triste por este robo que consituye un ataque intolerable a la tradición cultural universal de París”, dijo el alcalde de esta ciudad, Bertrand Delanoe. La más valiosa de las pinturas desaparecidas es el lienzo cubista Le pigeon aux petits pois, de Pablo Picasso, valuado en unos 22 millones de euros. Completan el botín La pastorale, de Henri Matisse; L’olivier près de l’Estaque, de Georges Braque; La femme à l’éventail, de Amadeo Modigliani, y Nature morte aux chandeliers, de Fernand Léger.

Aunque en un primer momento fuentes judiciales francesas estimaron que las piezas robadas estaban valuadas en 500 millones de euros, la cifra fue corregida después por la dirección del museo, que ayer permaneció cerrado por “motivos técnicos”. Mientras los investigadores embalaban cuidadosamente los marcos de los cuadros vacíos para analizar posibles huellas, el intendente parisino se quejaba públicamente de las carencias de las medidas de seguridad, ya que desde el 30 de marzo se había constatado un “fallo parcial” del sistema de alarmas en una parte del museo.

Sin embargo, este problema no se pudo resolver y ayer los voceros del intendente aseguraron que el sistema se reparará cuando la empresa responsable de la seguridad reciba de un proveedor los repuestos necesarios.

Delanoe ya pidió una investigación para determinar en qué medida estos defectos técnicos o los errores humanos contribuyeron a posibilitar el robo.

Además, desde la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales, una sección de la policía judicial francesa, especializada desde 1975 en esta materia, ya venía alertando sobre la falta de protección de los museos en París.

El Museo de Arte Moderno de París se encuentra muy cerca de la Torre Eiffel, del otro lado del río Sena, y fue inaugurado en 1961 en un ala del Palacio de Tokio. Su colección permanente está formada por 8000 obras de las diversas corrientes artísticas del siglo XX, la mayoría pertenece a coleccionistas privados que las donaron. Allí figuran obras de Delaunay, Derain, Bonnard, Utrillo, Giacometti y De Chirico, entre otros.

En el mercado del arte estas obras son invendibles, aunque su valor ascienda a millones. “Ningún comerciante de arte puede ofrecer obras tan conocidas en el mercado internacional. Una posibilidad de hacer dinero con los cuadros es pedir una recompensa por su restitución”, señaló ayer el crítico de arte parisino Harry Bellet. A este tipo de práctica delictiva se la conoce como artnapping. La compañía de seguros del propietario accede a pagar las sumas si éstas son menores al valor del seguro o si va en beneficio de la investigación policial.

Este robo sigue una serie de casos similares en París y otras grandes ciudades, como la desaparición en circunstancias misteriosas de dibujos de Picasso en el museo de la capital francesa dedicado al pintor, en junio de 2009. Estaban valuados en tres millones de euros y fueron robados a plena luz del día. Dos años antes, dos telas de este artista que valen más de 50 millones de euros desaparecieron de la casa de su nieta Diana Widmaier Picasso. Fueron recuperadas cinco meses después y en pocas semanas la Justicia francesa sentará en el banquillo a tres hombres acusados de este robo, uno de los pocos que pudo ser esclarecido.

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