SOCIEDAD › JUNTO A JUNíN DE LOS ANDES, UNA ESCUELITA EN EL PARQUE LANíN PARA LOS BARRIOS POBRES

Cuando el esquí y la nieve son para todos

Organizada por la Escuela de Montaña Juan Miguel Negrete y el apoyo del Parque Nacional Lanín, se organizó una escuela de esquí para los barrios populares de Junín de los Andes. Página/12 asistió a la fiesta del cierre del curso.

Una pista de esquí colmada, música a todo volumen, un desfile de las “princesas de la nieve” y chocolate caliente para aplacar el frío. Las partes que arman la secuencia no remiten al cerro Catedral ni a Chapelco, es la jornada de cierre de la temporada invernal que armaron niños, jóvenes y adultos de los barrios populares de Junín de los Andes al pie del volcán Lanín, en Neuquén. La iniciativa partió de la Escuela de Montaña Juan Miguel Negrete, una asociación civil, y contó con el apoyo del Parque Nacional Lanín, que cedió el espacio y puso a su personal a trabajar en esta tarea. A pesar de vivir a pocos kilómetros de allí, muchas de las personas que asistieron al evento nunca habían visitado este atractivo turístico en invierno. “Si los vecinos no conocen el lugar, no tenemos aliados para defenderlo”, argumentó el sentido de la propuesta Nicolás Ferrari, guardaparque de la seccional Lago Tromen del PNL.

La Escuela de Montaña Negrete trabaja hace casi diez años en la zona. En las últimas dos temporadas invernales lograron organizar la escuelita de esquí en Tromen, a 40 kilómetros de Junín. Desde el 10 de julio de este año, cada fin de semana niñas y niños de diversas barriadas de esa ciudad pudieron aprender ese deporte que parece estar reservado a unos pocos. Gracias a donaciones de tablas, botas y bastones, la prestación de un espacio dentro del parque y el apoyo del municipio mediante la disposición de micros y seguros médicos para los asistentes, la actividad salió impecable.

La escuelita de esquí finalizó su temporada y Página/12 pudo participar en la celebración de cierre. Una intensa nevada amenazó con complicar las cosas, pero las ganas de esquiar de los pequeños pudieron más. Familias enteras se apropiaron de la reserva natural, a la vez que el personal del Parque Nacional se embanderó con la propuesta.

Dos madres que cocinaban la “carbonada comunitaria” confiaron que había sido “la primera vez que los chicos vienen a divertirse a la nieve”, según manifestó, visiblemente agradecida, Marcela Llaquín, del Barrio Lanín. Al igual que la mayoría de los presentes, Llaquín contó que “nunca” ni ella ni sus tres hijos habían visitado el volcán en invierno. La misma situación vive Claudia Moralez. “Necesitamos que nuestros chicos salgan de la rutina y esto ayuda mucho.” Es que según narraron estas mujeres, la nieve no suele ser siempre un divertimento para los niños y adolescentes humildes de esta zona.

Con más de setenta chicos presentes, los capacitadores de la escuelita, junto con los guardaparques dieron inicio a la recreación. Primero, un poco de práctica de esquí en la base antes de ascender unos 800 metros para realizar carreras. No faltaron los bolazos de nieve, el armado de muñecos y algún chico al que lo cubrieron de blanco. Agotada de tanto jugar, Jacqueline (16), una adolescente del Barrio Provincial, expuso su alegría: “Acá aprendemos a esquiar, hacemos caminatas. ¡Está buenísimo!”. Y consciente de una realidad que atraviesa a su comunidad, la joven dijo que a Tromen pueden ir todos, “no es como Chapelco”.

Malén Miranda (15) y Matías Moreno (20) solían ir a ese centro de esquí privado, próximo a la ciudad de San Martín de los Andes, ubicada a poco más de 50 kilómetros de Junín de los Andes. Pero los precios para acceder a las pistas fueron alejándolos de esa posibilidad y hoy están más que felices de haber descubierto la escuelita de Negrete. La chica comparó: “Chapelco es muy comercial y acá es bien comunitario, y eso es lo que más me gusta”. En tanto que a Matías, la escuela de montaña le dio la posibilidad de “descubrir el volcán en invierno” y además “compartirlo con chicos de todos los barrios”.

En el medio de los juegos se coló la carbonada, momento aprovechado para dialogar con Miguel Negrete, el creador de esta iniciativa a la que uno de los presentes definió como “Nieve para Todos”. Para entrar en tema, el hombre lanzó: “El turista paga para venir acá, y nosotros que lo tenemos al alcance no lo disfrutamos”. El Negro, como lo llaman sus amigos, cree que es necesario fomentar “actividades de contención” para la “gente carenciada”, y en eso va esta actividad. Su misión: “Que todos den una mano para que los pibes se diviertan y que los padres que laburan toda la semana también la puedan pasar bien”. “Con esto se hace escuela”, resumió.

Luego de las carreras de esquí se dio paso al concurso de hacheros y a un desfile de “princesas y reinas” de la nieve. De fondo, sonaba fuerte la cumbia villera. Una gran olla cargada de chocolate caliente fue el centro de atracción antes del cierre de la jornada. Nadie se quiso perder la fiesta. Perdidos entre los vecinos estaban el intendente del Parque Nacional Lanín, Salvador Bellido, y el intendente de la ciudad de Junín de los Andes, Rubén Campos.

El balance final lo hicieron Jorge Lenz y Nicolás Ferrari, los guardaparques de la seccional Tromen del PNL. Según afirmó Lenz, la actividad de la escuelita “fomentó de manera considerable la visita al volcán”. Es que “muchos chicos no sabían que existía este lugar y ahora vienen con toda su familia”, agregó. Por su parte, Ferrari sostuvo que quienes participaron de la jornada “son un segmento que está excluido del turismo” al que está habituado el parque, pero que “sin ellos no se puede conservar nada”. “Nuestro mensaje es: este es el patio de los vecinos de Junín”, concluyó.

Informe: Leonardo Rossi.

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Los participantes de la escuelita de esquí en Parque Lanín.
 
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