SOCIEDAD › LOS AVANCES Y LAS DUDAS EN LA INVESTIGACION DEL CUADRUPLE CRIMEN FAMILIAR DE MENDOZA

Los dos chicos y las tres hipótesis

Es el caso del niño de 10 años muerto junto a su madre y los abuelos. La investigación todavía es un rompecabezas al que ahora se sumó la sospecha de un posible abuso sexual. El chico que sobrevivió y sobre el que hay dudas permanece internado.

 Por Raúl Kollmann

Los abuelos del niño asesinado, Alí y Sara, también apuñalados en el mismo episodio.
Imagen: Gentileza Diario Uno.

El cuádruple crimen de Las Heras, en Mendoza, sigue planteando una serie de dudas irresueltas. El interrogante básico es quién cometió los asesinatos del chico de diez años, Ezequiel, su madre adoptiva, Mónica, y los abuelos Sara y Alí. Una hipótesis es que Ezequiel mató a toda su familia, después intentó matar a un adolescente de 13 que estaba aquella tarde en la vivienda, pero éste lo terminó apuñalando. La otra hipótesis es que el autor de los cuatro homicidios fue el joven de 13, hoy internado provisionalmente en un instituto psiquiátrico. Y la tercera hipótesis es que ambos chicos se complotaron para matar a los adultos, pero después se pelearon y el adolescente mató a Ezequiel. A esa duda central se suma otra de casi igual magnitud: ¿Por qué? ¿Cuál fue el móvil de semejante tragedia? Algunos sostienen que fue un estallido de locura, otros hablan de indicios de un abuso sexual. Las pericias, que se van a terminar en unos días, echarían algo de luz sobre tanto misterio.

Una de las convicciones del fiscal de Menores Gustavo Farmache es que el cuerpo del abuelo, Alí, fue movido. Se trataba de un hombre de 1,90 metro de altura y tal vez 100 kilos, por lo que parece improbable que un chico de diez años lo haya podido desplazar solo. Lo que se deduce es que ambos chicos movieron ese cuerpo.

Lo que reforzaría esta idea es que hay marcas de zapatillas alrededor de los cuerpos y no se corresponderían con el más chico, el asesinado, sino con el más grande. De todas maneras, este peritaje está todavía en proceso. En el mismo sentido juega una mancha de sangre en la ropa del adolescente de 13, el único sobreviviente. En esa mancha habría mezcla de dos personas, por lo que se está estudiando a quién corresponde la sangre.

En principio, estas evidencias apuntarían a la hipótesis de que ambos jóvenes participaron de los homicidios. Está claro, por ejemplo, que en la matanza se utilizaron dos cuchillos, uno de los cuales apareció roto. Entre las autopsias y los peritajes es muy posible que se pueda determinar con qué cuchillo se mató a cada una de las víctimas y tal vez aparezcan elementos de ADN o huellas digitales.

El fiscal Farmache ya confirmó que en la ropa de Ezequiel hay una mancha de semen. No está claro si pertenece al mismo día de los asesinatos, pero no descarta la existencia de un abuso sexual. En ese caso la hipótesis es que tal vez el chico de 13 mantenía una relación con el de 10, entró la madre y se desató la tragedia. Lo que sugiere esta alternativa es que el cuerpo de la madre, Mónica, se encontró en esa habitación. Desde ya que la autopsia del cuerpo de Ezequiel dará una pauta de si hubo abuso o no.

El adolescente que sobrevivió da una versión muy distinta y, por ahora, no descartada del todo. Que ambos estaban jugando con la computadora, se pelearon, entró la madre y Ezequiel la atacó como producto de un brote esquizofrénico. Según el joven de 13, Ezequiel mató a todos y después quiso atacarlo a él, pero el sobreviviente se defendió –usó las palabras “defensa propia”– y terminó matándolo. El relato fue, de todas maneras, bastante contradictorio, sobre todo cuando le preguntaron qué hizo en el momento en que supuestamente Ezequiel estaba matando a los demás. A eso se suma el arrastre del enorme cuerpo del abuelo que, aparentemente, no lo pudo hacer un chico de diez y el hecho de que primero el adolescente mintió diciendo que los crímenes fueron cometidos por un encapuchado que entró por los techos para perpetrar un robo. En el mismo sentido pesa otro elemento: el sobreviviente fue hasta la vivienda que comparte con su abuela y ésta lavó la ropa ensangrentada.

A favor de la hipótesis declarada por el chico de 13 están los antecedentes de Ezequiel. Las compañeras docentes de Mónica, la madre adoptiva, declararon que el chico le pegaba y hay testimonios de agresiones físicas también contra los abuelos. Un padrino salió a defender al chico diciendo que no tenía esquizofrenia, pero estos testimonios dan cuenta de hechos de violencia anteriores. En la causa declararon quienes trataban a Ezequiel y ahora también se le están haciendo peritajes psiquiátricos al muchacho de 13.

La tercera hipótesis es que el joven sobreviviente cometió los cuatro crímenes. El hecho de que se hayan usado dos cuchillos descartaría esta idea, pero habrá que ver si en las autopsias se confirma que las muertes se produjeron con ambos cuchillos. También jugará un papel decisivo el análisis de los cortes que el sobreviviente tiene en las manos y las heridas que le costaron la vida al chico de diez. En esta última hipótesis, la de que el sobreviviente mató a todos, también entra la cuestión sexual. Habrá que comprobarlo. Por de pronto, en la computadora con la que estaban jugando, hay ingresos a páginas de contenido erótico, pero no son ingresos recientes y ni siquiera es seguro que hayan entrado los dos chicos.

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