SOCIEDAD › CIERRAN LA CAUSA POR EL ARGENTINO ASFIXIADO EN UNA CARCEL ESPAÑOLA

Una investigación ultraveloz

La jueza archivó la causa después de convalidar la versión policial de que Juan Pablo Torroija se murió tras un intento de suicidio. La familia denuncia que el informe de la autopsia habla de otro cadáver. Y anunció que apelará el cierre del caso.

A un día de haber asegurado que seguiría abierta para sostener la investigación, la Justicia española archivó la causa por la muerte del argentino Juan Pablo Torroija y convalidó la versión de la policía catalana, según la cual el fallecimiento sobrevino tras un intento de suicidio en la comisaría de Girona. La jueza evaluó que “la policía actuó correctamente” y que Torroija “se suicidó”, informó el cónsul argentino en Barcelona. La familia del hombre, sin embargo, se mostró fuertemente disconforme con la decisión y anunció que apelarán hoy en un tribunal superior. La autopsia “fue superficial”, reclamó Omar Torroija, padre del hombre. La madre y la hermana, en tanto, explicaron que el informe de la autopsia al que tuvieron acceso por intercesión del fiscal refiere el estudio practicado sobre “un hombre de 76 años, sin tatuajes ni cicatrices ni piercings”, cuando el fallecido tenía 41 “y una cicatriz grande en un brazo”. Además, “como querellante, la familia no tuvo acceso a lo actuado”, detalló Florencia Mazzadi, amiga de los Torroija que colabora con la madre y la hermana del hombre fallecido para llevar adelante las gestiones ante las autoridades.

La titular del Juzgado de Instrucción Nº 4 de Girona, Gemma Garces Sese, dispuso el “sobreseimiento libre” de la causa porque los hechos “no son constitutivos de delito”. La jueza aseguró haber examinado la cinta que registra lo sucedido en la celda de la comisaría donde se encontraba detenido Torroija. De acuerdo con lo observado, evaluó que la muerte de Torroija “se produjo por un acto voluntario de suicidio, sin que se aprecie omisión penalmente relevante en la actuación de los agentes custodios a la que se pueda atribuir el resultado producido y menos aún una actuación voluntaria negligente”.

Los agentes “tuvieron un correcto actuar respecto de la custodia del detenido, adoptando las medidas necesarias tendientes a garantizar su integridad física”, describe el texto de Garces Sese. “Al percatarse de que podía haberse autolesionado practicaron de manera inmediata las maniobras de reanimación necesarias y al mismo tiempo avisaron a los servicios médicos. Hasta la llegada de éstos, se hicieron cargo del detenido hasta su traslado al hospital, donde murió tres días después.” La “correcta actuación” de los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica catalana, especifica la jueza, “queda reflejada en la grabación de las cámaras de seguridad de las dependencias policiales adjuntadas a las actuaciones”. Según observó ella en esas imágenes, Torroija “no mostraba una actitud o conducta que hiciera presumir una actuación policial distinta a la llevada a cabo, y mucho menos aún prever el fatal desenlace”.

Garces Sese detalló que el argentino fue detenido, junto con otro hombre de origen italiano, cuando un llamado telefónico alertó a la policía sobre un posible robo de un auto. Una vez detenido, y antes de ingresar en la celda, a Torroija se le retuvieron un cordón que utilizaba como cinturón y los cordones de los zapatos; a pedido de él, se le dio un vaso de plástico con agua, y luego se le retiró. Había dos agentes de custodia. En el cambio de guardia, uno de ellos “se encontró a Torroija sentado de espaldas a la puerta de barrotes, con la camisa atada al cuello y los barrotes, y con los brazos colgando”.

El miércoles, la familia de Torroija había sido aceptada como parte en la causa. Sin embargo, al menos hasta la noche de ayer no habían tenido acceso a lo actuado. “Si mi hijo se ahorcó como dicen ellos me lo tienen que demostrar”, declaró Omar Torroija, padre de Juan Pablo, a un canal de televisión. Con el cierre de la causa, estimó, la Justicia y la policía españolas “lo que están buscando es tapar (el supuesto crimen) y no se los vamos a permitir”. “En la autopsia todo es superficial”, detalló: el informe refiere haber sido practicado sobre el cuerpo de un hombre “de 76 años”, mientras que Juan Pablo tenía 41. La autopsia “no tiene más que una carilla y media” y no da cuenta del tatuaje y cicatriz que tenía el hombre, señaló a este diario Mazzadi, en nombre de la madre y la hermana de Torroija. “Más allá de lo que efectivamente haya sucedido (tras la detención), es claro que hay una gran cantidad de irregularidades”, agregó. “Por eso la familia pide el debido proceso.”

En España, la feria judicial comenzó el miércoles 1º de agosto. Sin embargo, el padre de Torroija advirtió que hoy mismo comenzarán las apelaciones. La familia, señaló, va a “recurrir a la Audiencia Nacional” española, aunque para ello “el Juzgado (de Garces Sese) deberá entregarnos todos los antecedentes, es decir, todos los hechos que están descriptos” en el expediente que, en realidad, consiste en la unificación por dos causas: una por el presunto robo; la otra, por el presunto intento de homicidio.

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Juan Pablo Torroija, de 41 años, murió en un hospital después de ser llevado a una comisaría.
 
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