SOCIEDAD › BABY ECHECOPAR Y SU LENGUAJE TROGLODITA CUESTIONADOS POR EL OBSERVATORIO DE DISCRIMINACIóN

Un apologista del femicidio en el aire

El organismo criticó al conductor por proponer “un martillazo en la cabeza” a las mujeres de más de 40 años que no entran en su categoría de “algo comestible”.

 Por Carlos Rodríguez

El discurso radial de Baby Echecopar, en su programa El ángel del mediodía, que sale al aire por Radio 10, es “misógino”, tiene un “alto grado de violencia hacia las mujeres”, emite expresiones que constituyen “un canon del nazismo porque habla de razas puras o impuras” cuando alude en forma despectiva “a las mujeres de más de 40 años”, de las que dice que “son bestias, son animales”. Sobre la base de esos “argumentos” moldeados en la Edad de Piedra, el “ángel” Baby hace una apología del femicidio al asegurar que las mujeres de esa edad que no tengan “una medida estándar, no digo Valeria Mazza, digo algo comestible, una mujer común y potable (...) la que no pasa por la medida (...) del otro lado está el que mata la vaca con un martillo en la medianera”. Las expresiones de Baby, dichas en tropel, en una sola edición de su programa, fueron cuestionadas por el Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, conformado por la Afsca, el Inadi y el Consejo Nacional de las Mujeres.

El informe, publicado en la página web del Observatorio, lleva como título una síntesis del pensamiento vivo de Baby: “De cómo las mujeres van derecho al matadero”. En el análisis se recuerda que el mismo ciclo ha recibido en otras oportunidades “diversos reclamos en razón de la perspectiva discriminatoria” por “motivos de género, sociales, políticos, de aspecto físico, orientación sexual y orientación de género”. El analizado es el programa emitido el 22 de marzo de este año.

El discurso misógino de Baby Echecopar comenzó a desgranarse a partir de un llamado recibido antes por Oscar González Oro, de parte de unas “mujeres de más de 40 años” que se declararon “enamoradas” de la música que habían escuchado en la radio. Para romper el hielo, Baby trató a las gentiles señoras de “viejas boludas”. Y siguió: “La mujer cuando pasa los cuarenta años, si vos la dejás diez días sin depilar y sin la piedra pómez, te encontrás con una pierna peluda (...) se transforman en un monstruo (...) son un asco”.

Para tornar más chocante, todavía, su mensaje, Baby sostuvo que, en cambio, “el hombre envejece con dignidad” y todo hizo pensar que se refería a los hombres en general, incluso, a él mismo. “El hombre puede tener panza (...) conozco un par de amigos que tienen pancita (...) pero el hombre envejece con dignidad.”

Al tiempo que verdugueaba sin contemplaciones a su compañera de programa, la locutora Belén Castellino, el conductor de El ángel del mediodía dijo que para esas mujeres había dos caminos: “El martillazo en la cabeza” o “mandarlas para el interior, a lugares donde hay presidios en el sur, lugares donde no hay ninguna mujer y ahí van a ser la Coca Sarli. Hay tipos que comen cualquier cosa (risas)”. Y agregó para aventar cualquier duda: “(Hay que) llevarlas a la cosecha de la soja, vos las dejás atrás de un árbol y cuando los muchachos pasan con la rastra, le dan un saque y siguen”,

Para completar el cuadro, Baby deslizó conceptos similares para su propia esposa: “Llegás a la noche y la ves dormida que parece el cadáver de Teresa de Calcuta (...) Es horrible, después dicen: ¿Por qué no tenemos relaciones? ¿Vos pensás que soy Walt Disney, que de un ratón hago un ratón Mickey? Para mí un ratón es una rata, y te mato entonces, realmente”.

A pesar del lenguaje crudo, escatológico, que desgranó en el programa, Baby se presentó a sí mismo como “una calidad de gente diferente, una clase de gente como es mi caso, que somos gente fina, con nivel intelectual, gente que la mujer cuando nos ve por la calle, aunque no nos pueda alcanzar, porque en muchos casos somos un fruto inalcanzable, dicen ‘todavía queda alguno’, como una muestra gratis en el mercado del usado (la frase es tapada por los aplausos de sus colegas)”.

El Observatorio, luego de las citas textuales para fundamentar sus cuestionamientos, reconoce que Baby apela al “humor”, a la “parodia”, pero en cada momento, durante el programa, “se profieren expresiones humillantes, se falta el respeto, o se hace apología de algún delito. Por tanto, contenidos de tal calibre constituyen una irresponsabilidad y un menoscabo a la ciudadanía”.

Se afirma que en este caso “se procede a una vasta reproducción de estereotipos que vuelven denigrantes las trazas naturales del paso del tiempo en el cuerpo de las mujeres, reduciéndolas al estado de objeto consumible o como dice el conductor ‘comestible o no comestible’”. Se sostiene en el informe que Baby va a contramano de la campaña para evitar los femicidios, dado que aconseja “el martillazo en la cabeza” o como segunda alternativa, incentiva la trata de personas porque es mejor “mandarlas al sur, donde no hay ninguna mujer y van a ser la Coca Sarli”.

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Para Echecopar, el hombre, en cambio, “envejece con dignidad”.
Imagen: Télam
 
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