SOCIEDAD › EL GOBIERNO RIOJANO DESISTIó DEL PROYECTO EXTRACTIVO EN FAMATINA

Marcha atrás por la falta de consenso

El gobernador firmó un decreto para rescindir el contrato con Osisko Mining Corporation por falta de consenso social. El proyecto había generado cortes de ruta y marchas de pobladores y organizaciones que se oponen a la megaminería a cielo abierto.

El gobierno de La Rioja y la minera canadiense Osisko Mining Corporation firmaron la rescisión del convenio de exploración y explotación de oro en el cerro Famatina. A casi dos años de firmado el convenio original y comenzadas las protestas de los pueblos cercanos al cerro, donde la oposición incluía al intendente, el Poder Ejecutivo riojano autorizó la rescisión mediante el decreto 874.

La oposición acérrima de los pobladores fue decisiva para suspender el acuerdo entre el estado provincial y la corporación minera. El gobernador riojano Luis Beder Herrera se había comprometido a desistir del convenio hasta tanto se lograra el clima social capaz de garantizar la seguridad jurídica de la inversión.

Los integrantes de las Asambleas Ciudadanas, que canalizaron las acciones de protesta desde 2011, conocieron la noticia en las primeras horas de ayer, mientras regresaban de una acción en la capital provincial. “Pero recién a la tarde, que supimos el número de decreto, creímos que era verdad. Es una felicidad muy grande. Siempre decíamos que el pueblo unido jamás será vencido, pero acá eso no es un canto: es una realidad. Y hoy es el principio de la cosecha, de tanto sacrificio, de tanta angustia”, contó a Página/12 Marcela Crabbe, de la Asamblea Ciudadana.

El decreto especifica que la suspensión del convenio obedece a que “la continuidad y persistencia de dichos acontecimientos de confrontatividad imposibilitaron hasta la fecha dar inicio a las actividades programadas generando graves consecuencias de orden económico y social a la provincia”.

El acuerdo de rescisión fue suscripto por el presidente de la empresa Energía y Minerales Sociedad de Estado (EMSE), Héctor Durán Sabas; el vicepresidente de Desarrollo Corporativo de Osisko Mining Corporation, John Burzynski, y el presidente de la subsidiaria argentina de la firma canadiense, Minera El Portal, Julio César Ortiz. Originalmente, el acuerdo firmado el 31 de agosto de 2011 estipulaba que se realizarían tareas de exploración con opción a producción de minerales en la zona exclusiva del departamento Famatina, algo que se denominó Proyecto Famatina.

Pero en diciembre de 2011 comenzaron las protestas en los pueblos cercanos al cerro, donde la oposición creció por los perjuicios que la explotación de una mina a cielo abierto podía significar para el agua y el medio ambiente de la zona, dependiente del turismo y la agricultura. Por la oposición, el inicio de la exploración fue prorrogado hasta tanto la firma Osisko pudiera acceder a dicha zona y comenzar con los trabajos de prospección. Pero la oposición tenaz volvió imposible la realización de lo conveniado.

El presidente de EMSE, Durán Sabas, dijo que la rescisión “era necesaria” porque “no se puede tener a una empresa tanto tiempo con esta incertidumbre. Pierden dinero, por eso había que definir la situación”.

Una vez que obtuvieron la confirmación oficial, el número de decreto, y la palabra de Durán Sabas, las Asambleas Ciudadanas celebraron. Marcela Crabbe contó que por las calles los pobladores se congratularon a bocinazos y con gritos de celebración. “Uno siente que hay una fuerza, después de tanto sacrificio, tanta unión. Que sí se puede cambiar el punto de vista del gobierno, para que ellos puedan entender que cuando el pueblo se organiza y se defiende, tienen que cambiar. También creemos que rescindir el convenio fue algo demagógico, porque apenas pasen las elecciones pueden volver a intentarlo. En La Rioja ya pasó eso. Pero ahora festejamos.”

Famatina, a 200 kilómetros de la capital riojana, es un pueblo de 6 mil pobladores que, desde el inicio, se manifestaron en contra del proyecto de Osisko. En 2012, al suspender las tareas, la empresa anunció que había previsto invertir 10 millones de dólares en estudios de campo para medir el impacto de su proyecto en el medio ambiente. Sin embargo, la oposición no cejó. Las Asambleas Ciudadanas acusaron a la minera de pretender abrir una mina a cielo abierto en el monte General Belgrano, “disfrazada del ‘megaproyecto minero de Famatina’”.

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Pobladores de Famatina llevaban casi dos años con un corte de ruta para impedir el proyecto.
Imagen: Guadalupe Lombardo
 
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