El Tribunal Internacional del Derecho del Mar fijó para el 6 de noviembre la primera audiencia en la causa por el abordaje que la embarcación de Greenpeace realizó durante una protesta en el Artico, a consecuencia de la cual fueron detenidos 30 activistas, entre ellos dos argentinos. De todos modos, las autoridades rusas ya anticiparon que no acudirán representantes en su nombre y no reconocerán el arbitraje que resulte.

Con la firma de su presidente, el japonés Shunji Yanai, el tribunal determinó dar curso al proceso tras un pedido de “medidas precautorias” del gobierno de Holanda contra el de Rusia, cuyas autoridades anticiparon que no van a participar del caso. “La parte rusa informó a Holanda y al Tribunal Internacional” que “no va a participar del proceso”, confirmó un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.

Los activistas de Greenpeace, entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, fueron detenidos el 19 de septiembre cuando intentaron realizar una acción de protesta en la plataforma de la compañía estatal rusa Gazprom, en el Artico. Para ello, utilizaron el barco Arctic Sunrise, de bandera holandesa, lo que permitió a Holanda realizar el planteo.

Los ambientalistas habían sido acusados por la Justicia rusa de piratería, un delito que prevé una pena de hasta 15 años de cárcel en ese país, pero luego la acusación fue cambiada a vandalismo, que se castiga con prisión de hasta siete años.

Greenpeace informó que los ambientalistas podrían ser enjuiciados en la ciudad rusa de Murmansk el 24 de noviembre, una vez que finalice el período de prisión preventiva para dar lugar al proceso judicial.

El miércoles pasado, la Justicia rusa rechazó el pedido de libertad bajo fianza de Pérez Orsi, en idéntica respuesta a como había resuelto días antes un planteo similar realizado por Speziale. En esa oportunidad, Pérez Orsi dijo ante el tribunal: “No he hecho nada malo. Sólo quiero volver a casa, estar con mi familia y abrazar a mi hija”.