SOCIEDAD › LOS HECHOS QUE MARCARON LAS DOS ULTIMAS DECADAS, EN UNA MUESTRA

Un viaje por veinte años de democracia

Las grandes movilizaciones populares, las innovaciones tecnológicas y los hechos del deporte y la cultura que conmovieron a la sociedad se reflejan en la muestra inaugurada ayer para celebrar dos décadas de democracia.

 Por Eduardo Videla

De Alfonsín a Kirchner; de la Commodore 120 a la Pentium 4; de la ficha para el teléfono público a la tarjeta plástica; del vinilo al CD rom, los hechos políticos, culturales y tecnológicos que marcaron a los argentinos en los últimos 20 años, desde que se recuperó la democracia, forman parte de una muestra que se inauguró ayer en un centro cultural de San Telmo y que puede verse hasta el 30 de octubre, organizada por la Secretaría de Cultura porteña. En esa suerte de recorrido antropológico por la vida contemporánea, la muestra adquiere valor para quienes fueron protagonistas de la historia reciente –los que suman más de 25–, pero por sobre todo para los chicos y adolescentes, que la conocen por los relatos fragmentados de los mayores. Para que vean que un mundo sin PC ni celulares era posible.
La muestra “20 años de Democracia 1983/2003” se lleva a cabo en el Centro Cultural Plaza Defensa, donde hace dos décadas estaba el viejo edificio del Mercado de Abasto de Monserrat. El recorrido se inicia con imágenes de la agonía de la dictadura: la Guerra de Malvinas, el abrazo de una Madre de Plaza de Mayo con un policía, en una marcha de 1982; la tapa de un número de la revista Humor que fue censurado por la junta militar; y termina con los episodios del 20 de diciembre de 2001, la asunción de Eduardo Duhalde y llegada al poder de Néstor Kirchner. Pero la última imagen del circuito es la que devuelve un espejo: la del propio visitante y, detrás, en un cuarto oscuro, la urna modelo 1983 –aquella que estuvo bien guardada durante la dictadura– presidiendo un ámbito que incluye otras, desde el viejo cajón de madera que incluyó los votos fraudulentos de 1873 hasta las cajas de cartón usadas en los últimos comicios.
La muestra reúne fotos –muchas de las cuales son parte de la memoria colectiva–, tapas de revistas o de diarios que muestran hechos que marcaron a cada generación; discos o libros que hicieron época y objetos que se convirtieron en emblemas de un tiempo cercano pero sin retorno.
Por ejemplo, la imagen que muestra la avenida 9 de Julio cubierta de gente, desde el Obelisco hacia el sur, una masa que se pierde en el horizonte, aquel atardecer de octubre de 1983, en el cierre de campaña de Raúl Alfonsín; una masividad que no se volvió a repetir en los 20 años siguientes de la democracia.
“Una forma de relatar la historia de estos 20 años es contando la historia de las movilizaciones populares en la Plaza de Mayo: desde aquélla de la asunción de Alfonsín, el 10 de diciembre del ‘83, hasta la noche del 19 de diciembre, en vísperas de la caída de De la Rúa”, dice a Página/12 Liliana Barela, directora del Instituto Histórico de la Ciudad, coorganizadora de la muestra. Fue difícil encontrar imágenes de plazas de Menem, “porque casi no las hubo –agrega Barela–; por eso elegimos una foto emblemática de esa época, la de una movilización convocada por la Asociación de Reporteros Gráficos (Argra) por el esclarecimiento del crimen de José Luis Cabezas”.
“¿Uy, te acordás?”, se escuchará una y otra vez en la sala del centro cultural, ubicado en Defensa 535. Por ejemplo, ante el grueso teclado de la Commodore, precursora de las actuales PC. O aquel aparato telefónico del olvidado Plan Megatel, que puede explicar a los más chicos el porqué del verbo discar.
La misma expresión de asombro pueden despertar el primer ejemplar del Diario de Juicio a las Juntas (mayo de 1985) o la imagen de Juan Vital Sourroille, el ministro de Economía de Alfonsín, junto al invento que lo inscribió en la historia, el austral: enmarcados como para un cuadro, se encolumnan billetes de uno a mil australes, en una instantánea de lo que fueron aquellos años de inflación.
El collage de los ‘80 se completa con la tapa de El Gráfico después del más célebre gol de Maradona, con el título “No llores por mí, Inglaterra”;la foto en la que el carapintada Maguire le apunta al fotógrafo Raúl Calviño; o la edición de Gente con la caída fatal de Alberto Olmedo.
Las raquetas de paddle también fueron emblema de un furor, a principios de la década menemista, una era en la que las privatizaciones y la convertibilidad les cambiaron la vida de los argentinos. Una foto de esos años muestra a Carlos Menem, Domingo Cavallo y José Luis Manzano, los tres juntos hablando por teléfono de línea tras el triunfo en las legislativas del ‘91. El celular ya existía, pero no en forma tan extendida como hoy. Y no estaban tan lejanos aquellos primeros aparatos que requerían llevar una batería colgada del hombro.
Otros iconos de los ‘90: la efedrina, que nos condenó en el Mundial de Estados Unidos; los neumáticos en desuso, nueva herramienta de la lucha social de los piqueteros, que surgió en 1995 en Cutral-Có. El protagónico de este siglo, por supuesto, es para la cacerola.
“No habrá textos en la muestra, sólo imágenes, objetos y breves epígrafes”, dice a este diario Mateo Niro, director del Centro Cultural Plaza Defensa. “Es que la historia es reciente y conocida, no necesita demasiadas explicaciones”, agrega. Los niños, que la conocen de oídas, contarán con el relato de sus padres, testigos y protagonistas de la época. Pero también habrá visitas guiadas para escolares de nivel primario y estudiantes secundarios que la quieran visitar.
La muestra, inaugurada ayer, se prolongará hasta el 30 de octubre, día en que se cumple el aniversario de la elección de Alfonsín. Puede visitarse de martes a sábado de 12 a 20 y los domingos de 15 a 21. Durante todo ese tiempo, además, está prevista una serie de actividades que incluyen la proyección de películas fundamentales de la época. El ciclo se completa con charlas y conferencias sobre historia, literatura, derechos humanos, periodismo y medios de comunicación.
Un capítulo aparte merecerá la presentación de un CD realizado por la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina, con imágenes de los personajes y los momentos más significativos de las dos últimas décadas. Los chicos también tendrán espacio propio, de jueves a sábados, con lugares de juegos, lectura, funciones de títeres y proyección de cine infantil, un recreo en medio de su propia historia.

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María Julia, en su célebre foto con el tapado de piel, y debajo, la ficha y su reemplazante, la tarjeta telefónica, símbolo de las privatizaciones.
 
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