SOCIEDAD › UN ASESOR DEL CONSULADO DE PERU, DETENIDO SIN MOTIVO ALGUNO

Preso a los golpes por ser peruano

Ricardo Guzmán Zevallos es abogado de derechos humanos. Como militar retirado hacía un curso en la Armada. Fue detenido en el Abasto por “portación de cara” por policías de la 9ª.

 Por Carlos Rodríguez

Portación de rostro, xenofobia, discriminación. Esas son las hipótesis que maneja Ricardo Guzmán Zevallos, peruano, abogado, miembro del Consejo de Consulta del Consulado Nacional del Perú en Buenos Aires, para tratar de explicar la detención y los golpes de puño que recibió hace una semana de parte de un grupo de policías uniformados que lo condujeron a la seccional 9ª de la Federal, en el barrio porteño de Abasto. “Resido en la Argentina desde hace muchos años, tengo documento nacional de identidad y se lo presenté a los policías, pero igual me golpearon y me llevaron detenido sin darme ninguna explicación”. Un uniformado al que describe como “morocho, alto, de pelo canoso y bigotes”, le aplicó un golpe de puño en el ojo derecho (ver foto), produciéndole un hematoma que todavía lo acompaña. También lo golpearon en el cuerpo, provocándole escoriaciones constatadas por médicos del Sanatorio Ezeiza S. A., en el barrio bonaerense del mismo nombre, donde Guzmán Zevallos vive con su familia. Ahora tiene que presentarse a declarar ante una jueza correccional, pero sigue sin saber “cuál fue el presunto delito” que cometió.
“Peruano y la concha de tu madre.” El mensaje de saludo, un grito que le salió del alma al policía grandote, fue toda la respuesta que recibió Guzmán Zevallos cuando trató de saber por qué lo estaban llevando preso.
Un directo al rostro, sin voz de alto previa, más una seguidilla de trompadas sobre el cuerpo y una patada en la rodilla completaron el atropello policial, mientras la víctima trataba de explicar que era “un defensor de los derechos humanos” que suele visitar en la cárcel de Villa Devoto a los presos de su misma nacionalidad y pedir explicaciones “por detenciones arbitrarias” de otros compatriotas suyos.
La detención ocurrió el viernes 3 a las 22.30 y fue confirmada días después, a Página/12, por un oficial de apellido Juárez que estaba en la comisaría cuando lo trajeron a Guzmán Zevallos. “No me consta que lo hayan golpeado y lo único que sé es que está citado para prestar declaración ante un juzgado en lo correccional”, explicó a este diario el citado Juárez. A Guzmán Zevallos le llegó una citación de la jueza correccional número 8 de la Capital Federal, Angela Mónica Braidot, ante quien debe declarar el 23 de octubre próximo, a las 9 de la mañana. No se dice allí cuál es la contravención –ni siquiera es un delito– que le atribuye el personal de la comisaría 9ª que lo detuvo.
Guzmán Zevallos llevaba un portafolios en cuyo interior tenía sus documentos personales, un ejemplar del Código de Procedimientos en lo Penal y una billetera en la que tenía cincuenta pesos. “Lo único que me devolvieron fueron los documentos”, aseguró. El abogado, ex defensor oficial de pobres en el Perú, es también militar retirado y como tal estaba realizando un curso en la Unidad Académica de la Escuela de Guerra Naval de la Armada Argentina. La presentación de documentos que acreditaban esa actividad tampoco le sirvió de nada. “Ahora te vamos a cagar, hijo de puta. Te vamos a hacer una causa”, escuchó que decía el mismo policía grandote, cuando lo llevaban a empujones hacia la comisaría. En la seccional lo revisó un médico policial, que también lo trató como a un enemigo. “Bájese los pantalones, carajo”, fue la orden que recibió durante un examen ocular en el cual no sabe si se dejó constancia de los golpes que había recibido y que eran notorios. En la comisaría le hicieron firmar “papeles en blanco”. Como es abogado, Guzmán Zevallos agregó a su firma la palabra “apelo”, como forma de demostrar que había sido “obligado a suscribir algo en contra de mi voluntad”. El abogado peruano se presentó ante el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) para denunciar lo ocurrido y abrió una causa paralela en la Justicia.
En el Sanatorio Ezeiza lo atendió el médico cirujano Edgar Macedo, quien le extendió un certificado donde se deja constancia de que lo atendió el sábado 4 de octubre, a las 14.45, constatando que presentaba “contusiones múltiples con hematoma en la parte inferior del ojo derecho y escoriaciones en rodilla izquierda”. Guzmán Zevallos estuvo detenido desdelas 23 del viernes hasta las 11.30 del sábado. Lo maltrataron, le pegaron y ahora quiere que alguien le dé una respuesta.

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El abogado Guzmán Zevallos
suele visitar a compatriotas presos.
 
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