SOCIEDAD › PREVENTIVA PARA EL EX SAXOFONISTA DE LOS FABULOSOS CADILLACS

El Cadillac que robó en Peugeot

Ignacio Pardo, alias “Naco Goldfinger”, ex saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs, quedará detenido con preventiva acusado de dirigir el asalto a una parrilla en San Isidro. La confesión del parrillero, que participó, permitió las pruebas.

Ignacio Alfredo Pardo, alias “Naco Goldfinger”, cuando tocaba para una banda musical.

El ex saxofonista de Los Fabulosos Cadillacs, Ignacio Alfredo Pardo, continuará preso como presunto líder de una banda que en agosto cometió un violento robo a una empleada de un exclusivo restaurante del partido bonaerense de San Isidro a quien le robaron más de 80 mil pesos, luego de que el parrillero de ese negocio confesó haber sido el “entregador”. Con esa prueba y a pedido del fiscal a cargo de la causa, Patricio Ferrari, el juez de Garantías 4 de San Isidro, Esteban Rossignoli, le dictó la prisión preventiva a los cinco imputados por el caso.

Se trata del ex Cadillacs Pardo (50), Jonatan Javier Olmedo (21), Leandro Gabriel Ibarra (30), José Lino Figueroa (53) y Cristian Emanuel Salinas (27). Todos quedaron imputados por “robo triplemente agravado por haber sido cometido con armas, en poblado y en banda y por haber causado lesiones en la víctima; en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada”.

En el caso de Pardo, quien en el ambiente del rock es recordado por su apodo de Naco Goldfinger, Ferrari también le imputó tres hechos de encubrimiento por haber tenido en su poder autos robados, algunos de los cuales fueron los utilizados en el asalto a la administrativa de la parrilla La Dorita del bajo de San Isidro.

El robo fue cometido alrededor de las 10 del lunes 24 de agosto último cuando la víctima, Elisenda Judith Espínola, pasó a retirar la recaudación de los últimos días –del jueves a domingo–, por el local ubicado en la calle Tiscornia 1040 de San Isidro.

La mujer pidió un remís para retirarse con los 82.178 pesos, pero en vez de abordar el auto de la agencia a la que habían llamado, por la puerta del local pasó un falso remisero, que según la investigación era el imputado Figueroa, con un Ford Focus, al que la víctima se subió confiada.

Según la investigación, el auto se detuvo a cien metros, en una parada de colectivos, para ser abordado por otro de los imputados, Salinas, quien, según describe el fiscal, la golpeó “salvajemente” y la amenazaba diciéndole: “Somos profesionales. Te vamos a robar y tirar en una villa. Si no nos das la plata, te vamos a pegar un tiro”.

Los delincuentes también amenazaron a la mujer con torturarla con una picana eléctrica que le exhibieron y Espínola fue llevada hasta la vecina localidad de San Fernando, donde la liberaron luego de sacarle todo el dinero en efectivo y efectos personales.

Según el fiscal, Naco Pardo coordinó todo el operativo y junto al imputado Ibarra supervisó el asalto desde un Peugeot 406 que actuó como auto de apoyo. Uno de los elementos clave fue la confesión que el mes pasado, al ser detenido, brindó ante el fiscal Ferrari el imputado Olmedo, quien trabajaba como parrillero en La Dorita, y que trascendió ayer.

Olmedo contó que conocía a Ibarra porque habían trabajado juntos en el sector de parrillas del restaurante hasta que lo despidieron hace unos meses. “Unos dos meses antes del robo me mandó un mensaje para encontrarme con él. Nos juntamos porque quería saber a qué hora iba la contadora de La Dorita al lugar. Me decía que era porque tenía pendiente un tema de liquidación de una plata que le debían”, contó Olmedo en su indagatoria, según consta en el pedido de prisión preventiva del fiscal.

El parrillero aclaró que luego Ibarra le dijo la verdad y que en realidad quería asaltar a la contadora y que si él le avisaba, le iban a dar “una plata”.

El parrillero reveló que él aceptó y que así fue como el día del hecho con Ibarra se mandaron varios mensajes de texto. “Cuando vi que estaba por irse la contadora porque estaba con la valijita, le mandé un mensaje diciéndole que había pedido un remís. Vi que apareció un auto medio dorado y la contadora se subió”, declaró el imputado.

Olmedo recordó que alrededor de las 11 recibió un llamado de Ibarra en el que le mintió y le avisó que a la víctima “le habían sacado poco”, unos 30 mil pesos y que a él le iban a dar 3 mil, aunque aclaró que no los cobró porque el encuentro donde le iban a pagar nunca se concretó.

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