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La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó ayer la ley de emergencia sanitaria. La norma establece que los médicos de los hospitales estatales receten los medicamentos bajo su nombre genérico, que figurará en un formulario terapéutico. Además, estimula la elaboración y el fraccionamiento de estos remedios e impulsa la incorporación de organismos estatales para el control de calidad.
La “Ley de Protección de Derechos y Atención de la Salud frente a la crisis económica y social” pretende garantizar el derecho a la salud de la población, a través de medidas de prevención de carencias sanitarias, como la elaboración de un formulario terapéutico. Los profesionales de la salud de los establecimientos municipales deberán prescribir los medicamentos con el nombre genérico, ateniéndose al listado de este formulario que también contará con insumos médico-quirúrgicos.
La iniciativa también promueve la elaboración y fraccionamiento de los remedios incluidos en el formulario tanto en los laboratorios de los Talleres Protegidos del gobierno porteño como en los provinciales o nacionales. A su vez, el Poder Ejecutivo local deberá instrumentar las medidas económicas y financieras que posibiliten la importación directa de materia prima para ser entregada a estos laboratorios. También se conformará un Banco Virtual de Precios, nacionales e internacionales, de insumos y medicamentos para determinar los precios testigos de su producción y venta en la ciudad.
La ley fue conformada a partir de los proyectos presentados por los diputados Atilio Alimena, Beatriz Baltroc, Juliana Marino y Vilma Ripoll, María Lucila Colombo, Rubén Campos, Clori Yelicic y Jorge Altamira. El legislador del Partido Obrero presentó un despacho de minoría con la denominación de “Ley de Salida al Vaciamiento Sanitario”.
Por su parte, el diputado demócrata, Atilio Alimena, criticó la postura de algunos legisladores de atrasar la sanción de la ley porque “este tema merecía una inmediata atención”. En tanto, Juliana Marino, del Peronismo Independiente, afirmó que esta norma “tiene el valor de decirle al Poder Ejecutivo de la Ciudad que frente al debate de la emergencia, no planteamos una disminución de los servicios de salud públicos sino todo lo contrario”. Además, calificó como “un hecho altamente positivo” el impulso a la prescripción de drogas genéricas que contempla esta ley.