SOCIEDAD

El examen de ADN vuelve a acusar a los policías en el crimen de Natalia

Aunque las pericias fueron positivas, el juez volvió a negarse a detener a los tres policías procesados por el secuestro, violación y muerte de Natalia Melmann. Se debe a que el material disponible tenía una baja concentración de ADN.

 Por Horacio Cecchi

El vaso está medio vacío. Tal parece haber sido la consigna adoptada por el juez marplatense Marcelo Riquert, al desestimar el tercer pedido de detención de los tres policías procesados por el secuestro, violación y asesinato de Natalia Melmann. El resultado no concluyente de una pericia de ADN fue la fundamentación de la resolución. Pero la mitad que para Riquert está vacía, parece desbordar el vaso: la pericia no fue negativa, sino positiva, sólo que el material utilizado tenía una concentración muy baja de ADN. Con tan escaso material, no obstante, el informe al que tuvo acceso Página/12 indica que Natalia estuvo en el baúl del Gol del “Mono” Suárez, uno de los policías procesados, y que en un hisopado anal y vaginal de la joven se encontraron mezclas genéticas que se corresponden con las de los policías Oscar Echenique y Ricardo Anselmini. No es todo. La parte vacía del vaso tiene más gotas: otra pericia demostró que dos pelos hallados entre los vellos pubianos de la joven no pertenecían a la víctima. Sus dueños: Anselmini y Echenique. Un tercer informe pericial concluyó en que la tierra extraída de las prendas de Natalia pertenece a la casona de Copacabana donde se supone que estuvo secuestrada. En la fiscalía se preguntan por qué, si en junio pasado, sin estas pruebas, Riquert aceptó la detención de los policías, ahora prefiere vaciar la mitad del vaso.
El 28 de junio pasado, el fiscal Marcos Pagella pidió las tres detenciones. El juez Riquert aceptó en los casos de Echenique y Suárez, y rechazó la de Anselmini, aunque siguió procesado. En septiembre, tras la apelación de las defensas, los camaristas Julio Arriola, Daniel Laborde y Carlos Pizarro Lastra decidieron liberarlos en un escueto fallo. El 28 de febrero pasado, la Cámara de Casación revocó la decisión de esos camaristas por considerarla “un mero acto de autoridad”, o sea, sin fundamentos serios, y ordenó que otro tribunal analizara la cuestión. Pagella solicitó la detención pero, sorpresivamente, Riquert la rechazó, sosteniendo que el fallo de Casación “no está firme”.
El nuevo rechazo de Riquert al nuevo pedido de detenciones (ahora se suma la de Anselmini) realizado por Pagella tiene su recorrido. El martes pasado llegó al despacho del fiscal el resultado de una serie de pericias de ADN realizadas por el cuerpo de peritos de la Suprema Corte bonaerense. La perito que analizó las muestras determinó:
- Que en los hisopados vaginales y anales realizados a la víctima “no se descarta material genético correspondiente a Echenique y Anselmini”.
- Un cabello encontrado en el baúl del Gol “no se descarta” que pertenezca a Natalia.
- El uso del giro “no se descarta”, utilizado durante todo el informe, no se debe a una vacilación en el resultado positivo, sino a la “baja concentración de ADN recuperado”. Y ante la factibilidad de que puedan completarse las certezas, la perito recomendó realizar una ampliación de la pericia, incluyendo “el estudio de marcadores del cromosoma Y en los hisopados”, o sea, vio al vaso medio lleno y solicitó completarlo.
Con el resultado en la mano, Pagella solicitó la detención de los tres policías libres. Al día siguiente, antes de que Riquert hubiera redactado su resolución, el fiscal acudió al despacho del juez con otra novedad de refuerzo: una pericia recién llegada del Laboratorio Químico Pericial de la Bonaerense. El informe señalaba que:
- Las muestrs de tierra y restos de vegetación obtenidos de las prendas de Natalia Melmann no se encuentran presentes en el vivero, donde fue hallado el cuerpo. Es decir que, la arrojaron allí después de muerta.
-Pero coinciden con la maleza que rodea la finca de Copacabana.
La misma casona allanada en junio pasado, en la que las evidencias secuestradas determinaron, junto a otras pruebas, la detención de Echenique y Suárez en aquel momento. Habrá que recordar que Riquert aceptó la detención de los dos policías en una resolución en la que los reconocía como “parte de una camarilla dedicada a la noche y a las fiestas”. Las evidencias indicaban que esas francachelas tenían lugar en la casona aparentemente abandonada del barrio Copacabana. Abandonada aparentemente, porque entre las pruebas recolectadas figura una llave que abría la puerta de la casona. El abrecerrojo fue encontrado, curiosamente, en el llavero de Suárez, el mismo del cabello en el baúl de su auto.
Ninguna de estas evidencias fue mencionada por Riquert en su última resolución de rechazo, el miércoles pasado. En riguroso off the record, una fuente del mismo juzgado reconoció que “el juez está reticente a aceptar nuevas detenciones porque teme que se las vuelvan a rechazar”.
–¿Y qué ocurriría entonces?
–Se quedaría aislado de sus jefes inmediatos. Una vez ya aceptó. Ahora las rechaza.
El 18 Pagella solicitará la elevación a juicio del caso. En pocas palabras, en una extraña forma de equilibrar la balanza de la justicia con una de cal y otra de arena, la decisión quedará en manos del tribunal oral.

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Oscar Echenique, uno de los policías procesados por el crimen, cuando fue detenido.
 
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