SOCIEDAD › DETUVIERON POR UNA ESTAFA MILLONARIA EN ITALIA A UN CURA ARGENTINO

Con la bendición del capellán

Patricio Benvenuti, de 64 años, fue detenido en Bolzano, al norte de Italia. Está acusado de haber conformado una fundación para blanquear dinero. Había recibido por ese medio 300 millones de euros. Integró el Tribunal Eclesiástico y fue capellán.

Un sacerdote argentino, especializado en derecho canónico, fue detenido ayer en Italia, acusado –junto con un empresario francés cuya captura internacional se solicitó– de cometer estafas mediante la creación de una supuesta fundación humanitaria sin fines de lucro que, en realidad, engañó a más de 300 personas que aportaron jugosas donaciones hasta sumar 300 millones de euros. El dinero era blanqueado a través de distintas empresas que ahora son investigadas y luego utilizado por el religioso para darse la gran vida. Le han sido confiscados distintos bienes, entre ellos una lujosa villa del siglo XV en la región del Piombino, en el centro de Italia. El cura que ahora está preso tenía prestigio, sobre todo porque había tenido una relación cercana con Karol Jozef Wojtyla, el fallecido papa polaco Juan Pablo II.

El arresto del cura Patricio Benvenuti, de 64 años, se concretó en el municipio de Bolzano, en el norte del país, en el marco de un operativo realizado por la llamada Guardia di Finanza, un cuerpo especializado de la policía italiana. La información oficial señaló que al sacerdote detenido se lo acusa de utilizar la pantalla de una fundación humanitaria para obtener de forma ilícita donaciones millonarias por parte de personas que, en su gran mayoría, residen en otros países europeos.

Los donativos eran entregados en forma voluntaria para que fueran destinados a la fundación Kepha, cuya página en Internet fue bloqueada a partir de la detención, a la que se llegó luego de una larga investigación que comenzó a partir de la denuncia presentada contra Benvenuti por una ex colaboradora suya. La información difundida en Roma precisa que los estafados, en su gran mayoría, son “personas de avanzada edad”.

Las donaciones terminaban en un estudiado mecanismo de blanqueo de dinero en el que estaban involucradas empresas italianas y de otros países de Europa. La Guardia di Finanza confiscó, entre otras cosas, una villa de lujo del siglo XV en la región de Piombino, en el centro de Italia, cuyo valor fue considerado “inestimable” por ser considerada una obra de arte.

Las autoridades también emitieron una orden de captura internacional contra el empresario francés Christian Veintisiete, de 54 años, considerado estrecho colaborador del sacerdote. Benvenuti nació en Argentina en 1952 y siendo niño viajó a Italia con sus padres y nunca más fijó residencia en su país de origen.

El sacerdote trabajó en el Tribunal Eclesiástico de la Santa Sede, en el Vaticano y desempeñó también el cargo de segundo capellán militar en la Escuela de Telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas, gestionada por la Marina Militar en Chiavari, Génova, según la información difundida por los medios de comunicación italianos.

Benvenuti es miembro de una familia de alcurnia y es integrante de la Orden de Malta, compuesta por católicos que realizan obras de beneficencia. Doctor en derecho canónico, el cura pertenece actualmente –está incardinado, es la denominación técnica– en el obispado castrense italiano.

“Benvenuti, junto con el empresario italo-francés Christian Veintisiete, creó una sociedad que, bajo la apariencia de ser una fundación de beneficencia, se ha convertido en un sistema de blanqueo de dinero internacional que traslada dinero al extranjero, a países como Bélgica, Alemania, Holanda o Luxemburgo”, señaló el comandante provincial de la ciudad italiana de Bolzano, coronel Giulio Piller.

Aunque por el momento hay solo dos imputados, el sacerdote y el empresario francés, en la investigación se habría establecido la participación en la estafa de otros nueve posibles cómplices, motivo por el cual se espera recepcionar el aporte de las al menos 300 víctimas, para poder avanzar en la identificación de los otros responsables. Se trata de personas que viven fuera de Italia y que serían propietarios de empresas a través de las cuales se blanqueaba el dinero recaudado por la fundación.

La sospecha sobre el prelado es que habría hecho desaparecer uno 30 millones de euros, por lo menos, para beneficio propio. Patrizio Benvenuti residía en la actualidad en las Islas Canarias, en España, se había ganado la confianza de los inversores durante los años en los que trabajó en el Tribunal Eclesiástico del Vaticano.

La denuncia contra Benvenuti fue presentada por una religiosa que fue su colaboradora y que le pareció sospechoso el hecho de que la fundación, que al principio funcionaba bien, había dejado de pagar intereses a partir del año 2014. Se supone que la estafa global podría superar largamente los 30 millones de euros. Entre los bienes confiscados hasta hoy figuran un chalet valuado en 8 millones de euros, y un yacimiento arqueológico ubicado en Sicilia, además de otros edificios y terrenos. También se pidió la confiscación de un chalet en la isla francesa de Córcega.

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Benvenuti era dueño de una lujosa villa medieval que le fue confiscada.
 
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