Dos policías rionegrinos fueron procesados, con prisión preventiva, por el encubrimiento del crimen de su compañero de la fuerza, Lucas Muñoz, quien fue encontrado asesinado el 10 de agosto, luego de permanecer 27 días desaparecido en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Los procesamientos fueron dictados por el juez Bernardo Campana, y los involucrado son el sargento Néstor Meyreles y el oficial Federico Valenzuela Campos. Los dos fueron imputados por el delito de “encubrimiento agravado y abuso de autoridad”, dado que se les atribuye el hecho de haber generado una línea telefónica a nombre de la víctima y que eso sirvió para desviar la investigación.

Meyreles, quien venía desempeñándose en una comisaría de Colonia Catriel, unos 600 kilómetros al norte de Bariloche, compró un chip telefónico en esa localidad rionegrina utilizando el nombre y el número de DNI de Muñoz, el 15 de julio pasado, cuando no habían pasado 24 horas de la desaparición del policía que luego apareció asesinado.

De acuerdo con la acusación formulada por el fiscal del caso, Guillermo Lista, el sargento Meyreles hizo la operación con el propósito de activarlo en ese lugar y hacer creer que el oficial desaparecido se encontraba en ese momento en esa localidad rionegrina.

Valenzuela Campos, por su parte, fue señalado por el propio Meyreles como la persona que le pidió que comprara ese chip y que lo activara “para colaborar con la investigación”. Con posterioridad, cuando se le tomó declaración indagatoria, Valenzuela Campos confirmó los dichos de su compañero. Por supuesto que nadie cree, en el marco de la investigación, que intentaran ayudar a esclarecer el caso. Por ese motivo, el cual el juez les negó la excarcelación y dictó la preventiva.

Los policías procesados no pudieron explicar por qué razón creían que el hecho de comprar un teléfono a nombre de Muñoz podía ayudar a encontrarlo y quedan serias dudas si no sabían, en ese momento, que el policía que era buscado ya había sido asesinado.

Meyreles y Valenzuela Campos son los dos primeros procesados en la causa que lleva el juez Campana, pero todavía no se los ha vinculado en forma directa al secuestro y homicidio de Muñoz que investiga el fiscal Martín Govetto, sino a la trama policial para ocultar el crimen y desviar la atención de los investigadores.

También sigue preso, sin que se defina su situación procesal, el oficial Luis Daniel Irusta, detenido en Carmen de Patagones, luego de que abandonara la provincia de Río Negro. Tanto Irusta y como el oficial Maximiliano Morales fueron acusados de realizar un allanamiento ilegal en la habitación que Muñoz ocupaba en una pensión céntrica, poco después de su desaparición y antes de que la propia policía iniciara formalmente la investigación.

Mientras tanto, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizó ayer el tercer allanamiento en la comisaría 42, donde Muñoz era oficial de servicio y a donde se dirigía el jueves 14 de julio, cuando fue visto por última vez con vida. En la causa, también están bajo sospecha los comisarios Manuel Poblete, Jorge Elizondo, David Paz, y los oficiales Luis Daniel Irusta y Maximiliano Morales.