SOCIEDAD › CONDENA A UN MEDICO POR EL CASO GARCIA BELSUNCE

“Buscaban enterrar un crimen”

 Por Horacio Cecchi

A dos años de prisión y cuatro de inhabilitación fue condenado el médico Juan Carlos March, cuya firma apareció certificando que María Marta García Belsunce había sufrido una muerte no traumática. Oscar Sierco, ex empleado de la cochería Casa Sierra, resultó absuelto. La condena impuesta por el Tribunal Oral Nº 2 al defuntólogo fue superior incluso al pedido del fiscal Alejandro Alagia, de un año de prisión en suspenso y 5 años de inhabilitación. Tanto March como Sierco estaban acusados de falsedad ideológica. El gran ausente fue Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima, cuyo proceso fue derivado a la Justicia de San Isidro. El caso del certificado fue resuelto en un solo día. Ayer, durante su alegato, el fiscal Alagia sintetizó su acusación con una metáfora que parece incluir mucho más que a Bártoli: “Más que un certificado de defunción, buscaban enterrar un homicidio”.
Juan Carlos March, de 72 años, quien se moviliza con la ayuda de un bastón, asistió a todo el proceso que se llevó en el edificio de Talcahuano, pero se retiró antes de que el tribunal leyera la sentencia. Durante el juicio, March se negó a declarar, y sólo habló a la hora de los alegatos cuando, desbordado por un llanto incontenible, intentó decir: “Todo esto es una barbaridad”.
Para el fiscal Alagia, March no firmó el certificado de defunción de María Marta en blanco, sino que lo hizo “conociendo las circunstancias del fallecimiento de María Marta”. Dijo además que actuó con “indiferencia”. Alagia también señaló que March nunca concurrió a la casa del country Carmel y que de haberlo hecho habría comprobado la cantidad de sangre que había en el lugar.
Con respecto a Sierco, sostuvo que no encontraba acusación en su contra, ya que consideró que sólo confeccionó el certificado con los datos que le proporcionaron los familiares de María Marta. Alagia dijo que “en un certificado médico el responsable es un médico”.
De los tres acusados, el más conocido quedó con su proceso en Capital en suspenso. Guillermo Bártoli fue eximido de participar en la audiencia de ayer porque ya tiene abierto un proceso por encubrimiento ante la Justicia de San Isidro y la ley establece que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Habida cuenta del criterio adoptado ayer por los jueces Mónica Atucha, Hugo Boano y Fernando Larraín, del Tribunal Oral Nº 2, y por el fiscal Alagia, el fallo sugiere que si el cuñado Bártoli hubiera sido de la partida, también habría recibido lo suyo.
Aunque no es vinculante, la condena de ayer es un antecedente de importancia para la causa de San Isidro, que tiene al viudo Carlos Carrascosa procesado por homicidio y con prisión en la balanza de la Corte Suprema y a ocho procesados por encubrimiento: el médico Juan Gauvry Gordon; la masajista Beatriz Michelini; los amigos Sergio Binello (ayer, por el caso March, cometió deslices como testigo que, de haber sido acusado, le hubieran costado la condena) y Nora “Pichi” Taylor (Michael Taylor, su marido, ayer en el caso March padeció de amnesia); Horacito García Belsunce, hermano de María Marta; Dino Hurtig, padrastro; John Hurtig, medio hermano; y el gran ausente de ayer.

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