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“Era lo que estábamos esperando.” Silvia Miralles, la madre de Santiaguito, se enteró de los procesamientos para cuatro de los seis detenidos por el crimen de su hijo cuando comenzaba la marcha de silencio en el centro de Lomas de Zamora. El juez federal de ese distrito, Alberto Santamarina, ayer resolvió procesar como presuntos autores materiales del “secuestro extorsivo seguido de muerte” a los caseros de la casa donde apareció sin vida el cuerpo del nene de seis años, a su hijo mayor y a un medio hermano, casero del predio lindero. El juez decidió excarcelar, en cambio, a los dos adolescentes de 16 y 19 años detenidos durante la redada inicial.
Los padres de Santiago, el nene de 6 años que apareció muerto dentro de una cámara séptica el sábado 16 de julio, ayer realizaron la primera marcha en reclamo de justicia. Acompañado por unas doscientas personas y Juan Carlos Blumberg, el padre de Santiago explicó: “Esto no es sólo por Santiago, sino por muchos otros casos que están esperando respuesta. Es una marcha en silencio, sin banderas políticas, para pedir justicia”.
Desde el comienzo, los padres de Santiago siguieron la marcha de la investigación encabezada por la policía de la Provincia y la fiscalía federal de Lomas a cargo de Oscar Daneri. Criticaron las 24 horas de demora que hubo –según sostienen– entre el pedido de rescate del jueves 14 de julio y el día de la muerte, que habría ocurrido entre las 10 de la mañana y las 22 del viernes 15 de julio. Ayer, sin embargo, el padre de Santiago se mostró conforme con el rumbo de la investigación, aunque espera dos nuevas detenciones. Los resultados de las nuevas pericias, dijo, “por suerte, nos dan bastante aliento, así que estamos muy contentos con la gente que está luchando para llegar a la verdad. Ahora, esperamos encontrar más responsables”.
El juez Santamarina decidió procesar y dictar la prisión preventiva para los uruguayos Abel Domínguez Farías, Henry Alexander Coito Machado, Ana Isabel Machado Vargas y Enrique Eloy Coito Machado, como supuestos coautores del delito de “secuestro extorsivo seguido de muerte”.
Para la Justicia, estaría probado que Santiago pasó por lo menos por tres casas ocupadas por alguno de los detenidos. En ese sentido, los investigadores sostienen que los captores cambiaron al nene de lugar y luego escondieron su cuerpo en el pozo séptico con la intención de trasladarlo luego a una tosquera de la zona. Según esa hipótesis, habría estado en la casa principal cuidada por el matrimonio Coito Machado y Machado Vargas, en el baño exterior de esa quinta, donde aparentemente lo habrían matado, y en la casa de Abel Domínguez, el otro uruguayo, medio hermano y vecino de los Coito Machado. Tal presunción surgió a partir de los resultados de los peritajes que llegaron a manos del fiscal Oscar Daneri, quien a esta altura estaría prácticamente convencido de que el chico estuvo encerrado en estos lugares, muy cercanos a la finca de los Miralles, en el barrio de Canning.
Aún no sabe, en cambio, si para silenciarlo los captores le dieron alguna sustancia o lo amenazaron. Duda que será despejada, según se espera, con los resultados de los estudios de las vísceras del niño. Ayer la fiscalía estaba a la espera de los resultados de los peritajes químicos sobre prendas y colchones secuestrados a los detenidos.
La noticia de los procesamientos coincidió con la hora de la marcha en Lomas, desde donde Juan Carlos Blumberg volvió a cargar contra la policía de León Arslanian y la fiscalía. “Ni la Policía Bonaerense ni la fiscalía actuaron bien, porque hubo un llamado extorsivo y el teléfono no estaba intervenido, y hubo un perro que detectó algo en la casa vecina y no se hizo un allanamiento.” Le recomendó al padre de Santiago, dijo, “que no calle y diga toda la verdad”, y a quienes sufran el secuestro extorsivo de algún familiar les sugirió que “lo denuncien también a la prensa para ejercer presión a las autoridades”.