SOCIEDAD › INEDITA SEGUIDILLA DE CAPTURAS CON PEDIDOS DE RESCATE

La ola que hasta incluyó una farsa

Desde el domingo hubo seis secuestros. La mayoría terminó con los captores presos. El que parecía más grave –y que acaparó la atención todo el día de ayer– resultó una farsa: un estudiante fraguó su secuestro y cobró 30 mil pesos de su familia. Está preso.

El secuestro breve, acompañado de una extorsión más o menos pretenciosa, según el caso, se va convirtiendo en el delito predilecto de los asaltantes. Entre el domingo y el miércoles se produjeron seis casos, con distintas modalidades y diferente final: solo uno terminó con el pago de un rescate de 1500 dólares y en otros cuatro los autores terminaron detenidos. El episodio más llamativo fue el de un joven estudiante de arquitectura, que intentó montarse en la psicosis de los secuestros express para planear su propia aventura: la policía lo sorprendió con el dinero del rescate en su poder y lo detuvo por extorsión.
La modalidad, bautizada como secuestro express, es una variante del asalto con privación de la libertad de la víctima para someterla a una breve gira por cajeros automáticos. Este recurso se vio afectado por los límites impuestos por el corralito y la sequía frecuente en los cajeros, por lo que los ladrones optan ahora por pedir un rescate a los familiares. Cuanto más módica es la suma, más pronto quedará la víctima en libertad.
El secuestro, sin embargo, no es para cualquier inexperto, como lo demuestran los casos conocidos ayer:
- Al mediodía del miércoles, un chico de 16 años fue secuestrado en Ingeniero Budge. Los delincuentes le pidieron 400 pesos a su familia. Como no pudieron reunir la plata, lo liberaron a la noche, después de golpearlo.
- En Villa Lynch, partido de San Martín, dos adolescentes capturaron a un hombre y lo obligaron a conseguir 500 pesos. La víctima le pidió el dinero a un amigo que, desconfiado, avisó a la policía. Los dos autores fueron detenidos.
- En el barrio porteño de Saavedra, un hombre fue secuestrado y, después de sacarle 700 pesos de un cajero, pidieron 5000 pesos a la familia. Como no los pudo reunir, lo liberaron después de golpearlo.
- En Ensenada, un comerciante denunció un intento de secuestro por parte de una pareja que lo había asaltado el día anterior. La policía los detuvo.
- A estos cuatro casos se suma el ocurrido el domingo, en que se pagó un rescate de 1500 dólares para liberar a un hombre, secuestrado en el barrio de Belgrano (ver aparte).
Todos estos casos se resolvieron en cuestión de minutos. Otra fue la historia del secuestro de Alejandro Trakz, un joven estudiante de arquitectura que vivía con sus padres en una casa de Haedo y tenía una cueva de compraventa de divisas en el centro porteño. Trakz desapareció el lunes y el martes sus familiares recibieron un llamado de los presuntos captores, que pedían un rescate de 50.000 dólares. La familia, que no atraviesa por una buena situación económica, se vio obligada a pedir dinero a allegados para reunir parte de la suma. En forma paralela, presentaron la denuncia a la comisaría de Haedo, que dio intervención al juez federal de Morón, Jorge Rodríguez, y a la Jefatura Departamental de ese distrito.
Con el rescate en una bolsa, un familiar acudió el martes a la noche al punto convenido: la esquina de Avenida del Libertador y Virrey Loreto. Pero nadie apareció para retirarlo. Las negociaciones continuaron y se pactó un nuevo lugar: un cesto de basura, en Juan Bautista Alberdi al 3600, en el barrio de Flores, frente a una casa de venta de cerámicas. Fue a las 23 del miércoles. Minutos después, efectivos de la bonaerense y la Federal, que siguieron de cerca el operativo, encontraron al presunto secuestrado en la pizzería San José, de Rivadavia al 6900, frente a la Plaza Flores. “En su poder tenía la bolsa con 30.000 pesos, en billetes de distinta denominación: desde pesos y dólares hasta patacones y lecops”, dijo a Página/12 el comisario mayor Claudio Smith, jefe del operativo.
La respuesta del Trakz fue ingenua: “Me mandaron los delincuentes a cobrar el rescate”. Los investigadores prefirieron esperar para desentrañar la trama: recién al caer la tarde detuvieron a Trakz, en supropia casa, y a una mujer que habría participado del plan. Anoche buscaban a otros cómplices de la maniobra.
El jefe de Delitos Complejos de la Policía Federal, comisario Carlos Sablich, le bajó el tono a la seguidilla de casos: “Sobre 44 hechos registrados este año en Capital, sólo cuatro fueron secuestros extorsivos; los restantes fueron privaciones de la libertad para llevar a las víctimas a cajeros automáticos”, dijo. “De los cuatro, tres fueron esclarecidos y en uno solo se pagó rescate”, agregó.
Sin embargo, el tema preocupa en fuentes oficiales: si bien se reconoce que los supuestos secuestros de escolares forma parte de una psicosis infundada, los secuestros express constituyen un fenómeno en crecimiento: “Ocurren un promedio de seis por mes, en Capital y Gran Buenos Aires”, aseguran.

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Alejandro Trakz, el presunto secuestrado, fue “rescatado” en la pizzería San José, de Flores.
 
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