En un intento por pasar el Año Nuevo de una forma poco tradicional, un grupo comando asaltó el fin de semana pasado el edificio donde funciona la embajada de Suecia, en pleno microcentro porteño. Los delincuentes permanecieron desde las 18 horas del sábado hasta las 15 del domingo tratando de abrir, sin éxito, la caja fuerte.

Entre cuatro y cinco hombres ingresaron el sábado 31 a las 18 a la sede diplomática sueca, en Tacuarí 147, saltando desde el techo del inmueble lindero, de Tacuarí 131, al que accedieron tras reducir y maniatar al encargado, su esposa y su nieto de 15 años.

El grupo permaneció en el interior de la embajada sueca hasta el domingo a las 15, robaron tres computadoras e intentaron forzar la caja fuerte sin éxito.

El comisario Raúl Alvarez, de la seccional cuarta, confirmó a la prensa los hechos, y precisó que el grupo primero sorprendió a la mujer del encargado del edificio lindero al de la embajada, que estaba en la vereda, y la obligó a que los llevara al último piso, donde vive el portero.

Una vez en el lugar, los delincuentes redujeron al hombre, a la mujer y a un nieto de 15 años. Luego colocaron un tablón desde una ventana de ese departamento por el cual cruzaron a la terraza del edificio vecino, donde funciona la representación sueca. Uno de los delincuentes ingresó por una pequeña ventana y luego abrió la puerta balcón por donde pudieron acceder los demás miembros de la banda. Los asaltantes, que pasaron allí la noche de Año Nuevo, revisaron varias oficinas pero no pudieron robar más que tres computadoras debido a que la mayoría de las puertas son blindadas.

El comisario Alvarez informó que los ladrones terminaron robando el sueldo y el aguinaldo a la esposa del encargado del edificio lindero antes de huir.

El robo no fue advertido hasta varias horas después, cuando la encargada y su esposo lograron desatarse y avisar a la policía, ya que en el edificio de la embajada no hay personal de custodia permanente.

Voceros de la sede diplomática consultados se limitaron a confirmar que en el lugar “hubo un robo sin víctimas”, cuya investigación está en manos de la Policía Federal. En el edificio de la embajada nórdica también funciona la Cámara de Comercio Argentino-Sueca.

La investigación del episodio, caratulado como “tentativa de robo, asalto a mano armada y privación ilegal de la libertad”, quedó a cargo de personal de la comisaría cuarta de la Policía Federal.

Los investigadores aseguran que ni el encargado ni su mujer ni el nieto fueron golpeados ni sufrieron heridas más que en el calendario.