SOCIEDAD › OTROS TRES CASOS EN EL CONURBANO. LAS HIPOTESIS EN DISCUSION

Demasiados secuestros para un día

Un médico fue secuestrado en Zárate y liberado después del pago. A una mujer la raptaron en Sarandí, pero fueron detenidos. A otra la dejaron libre al ver que no tenía dinero. La sucesión de casos tras la asunción de Cafiero en la provincia abre sospechas.

 Por Horacio Cecchi

Ayer no hubo un secuestro. Fueron tres. Al menos, los confirmados. Y los hubo en todas las variantes no trágicas: con rescate, sin rescate y con detenidos. El primer caso corresponde al de un médico de Zárate. Los delincuentes retiraron con su tarjeta 500 pesos. Luego obligaron a que el hijo depositara 1500 en otra cuenta y aguardaron hasta que el dinero fuera acreditado. El segundo ocurrió el martes por la noche: una joven fue secuestrada en Pilar y recién la liberaron en la mañana de ayer, en el Obelisco. Según la policía, es hija de un portero y no le pudieron sacar un céntimo. El tercero correspondió a otra mujer, en Sarandí. La pasearon durante una hora, exigiéndole un rescate. La presión policial, policía dixit, los obligó a liberarla. Dos fueron detenidos: eran menores de edad. A esto habrá que agregar la denuncia de dos chicas en Mendoza y la de la esposa de un policía en Trenque Lauquen. Sobre la ola de express, el ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, desmintió una interna policial y aseguró que no aumentó la cantidad de secuestros sino la transparencia: los casos ahora no se ocultan. Pero, desde otro punto de vista, la coincidencia es curiosa: la ola se desató apenas se sentó en el sillón, al frente de la Bonaerense, como sutil bienvenida.
A las 6.30, el doctor Carlos Alberto Etchart salió de su casa, en Zárate, para dirigirse a uno de sus consultorios, en Pilar. Pero no llegó a dar tres pasos cuando tres hombres armados lo obligaron a subir a una Trafic blanca. En la camioneta, empezaron a dar vueltas por la zona, mientras apretaban al médico para que soltara dinero y tarjetas.
Llegaron hasta Atucha donde, de un cajero de la Banca Nazionale del Lavoro, retiraron 500 pesos. No pudieron extraer más por el bendito límite del corralito. No conforme, el trío exigió rescate. En este caso, el modo adoptado fue singular: Etchart se comunicó con su hijo, a quien le indicó que consiguiera más dinero. El joven logró obtener 1500 pesos y los depositó en otra cuenta del padre, en el Banco Francés de Zárate. Durante varias horas, hasta que la suma quedó acreditada, los delincuentes se dedicaron a pasear al médico. Después de chequear el saldo en otro cajero, uno de los cómplices retiró el efectivo. La Trafic blanca, con los tres secuestradores, el médico y los dos mil pesos, siguió en tránsito durante dos horas, hasta que alrededor de las cinco y media de la tarde, Etchart fue liberado en el kilómetro 111,500 de la ruta 8, en San Antonio de Areco.
El martes por la noche, en Pilar, Patricia Lorena Mengarelli, promotora de 26 años, fue secuestrada mientras aguardaba el colectivo que la trasladaría a su casa, en Lanús. Tres hombres la obligaron a subir a un vehículo y la presionaron para que entregara dinero. Lo extraño del caso es que los delincuentes jamás establecieron una suma de rescate y, después de retenerla durante unas 8 horas, la liberaron en pleno centro porteño, a metros del Obelisco. Los investigadores no dan aún con la tecla: suponen que la dejaron después de comprobar que el padre es portero y que habían dado con una familia de escasos recursos. De todos modos, no encuentran explicación a la cantidad de horas que la mantuvieron secuestrada.
El tercer caso correspondió a una mujer de 33 años, en la Zona Sur del conurbano. La víctima, en este caso, se dirigía a la casa de una amiga a las 9 de la mañana, en su Peugeot 206. Tres muchachos la encañonaron y la obligaron a pasar al asiento trasero, mientras otro los seguía en una Palio Weekend, robada. “Durante alrededor de una hora –describió una fuente policial a Página/12– la hicieron dar vueltas, mientras la interrogaban buscando dinero. Como vieron que no podían hacer nada como para lucrar con la libertad se dieron por vencidos.”
–¿Y en una hora la dejaron?
–No soportaron la presión policial. La mujer se transformó en una papa que quema. La dejaron en Yrigoyen, y a la Palio la abandonaron después. La mujer hizo la denuncia y un móvil de la 6ª de Avellaneda detectó el 206. Hubo una persecución. Los delincuentes rompieron el auto y escaparon corriendo. Dos fueron detenidos. Tienen 17 años. En el auto había una escopeta recortada y un 22 largo.
A los tres casos habrá que agregar la denuncia por intento de secuestro de la ex esposa del jefe de la Departamental Trenque Lauquen, y la de un presunto secuestro de dos chicas, en Mendoza, luego liberadas.
La ola de secuestros parece desatada desde hace pocos días y da espacio a diferentes lecturas. Algunos sostienen que se desató una interna policial, un remezón organizado por la Maldita Policía como bienvenida a Juan Pablo Cafiero. El ministro, durante una reunión con la Comisión de Seguridad del Senado provincial, aseguró que “los secuestros ocurren desde hace tiempo, pero ahora se transparenta todo”. Incluso, el subsecretario de Seguridad nacional, Carlos Vilas, descartó que existiese malestar en la Bonaerense. El nuevo jefe del grupo antisecuestro de la Bonaerense, Domingo Casafuz, negó la existencia de internas. Antes, alabó al desplazado Daniel Rago.

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Juan Pablo Cafiero y el gobernador Felipe Solá, en medio de una espiral violenta.
 
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