SOCIEDAD

Una banda copó un aeródromo, cenó y se fue con una avioneta robada

Ocurrió en la madrugada de ayer, en San Nicolás. Diez hombres armados encerraron al sereno y a su familia. Los trataron muy bien. Cuando amaneció, se fueron volando. La hipótesis narco.

 Por Carlos Rodríguez

En la noche del jueves, diez hombres armados coparon –sin oposición– el aeródromo de la localidad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos y se llevaron un avión Cessna 182, luego de encerrar en una habitación al sereno, a su esposa y a los tres hijos del matrimonio. Los hombres, que actuaron con tranquilidad y sin ejercer violencia sobre la familia, recién partieron, algunos de ellos en la avioneta y otros en automóvil, a las 5.30 de ayer. Antes eligieron la máquina que finalmente se llevaron, la abastecieron de combustible para tener una autonomía de vuelo de hasta mil kilómetros, cenaron, tomaron café, mantuvieron conversaciones por medio de equipos Nextel y luego, con paciencia, se encargaron de limpiar cada uno de los objetos que tocaron para no dejar huellas. Anoche, la avioneta fue encontrada en una zona de montes de la provincia de Santiago del Estero, en el límite con Chaco, con signos de haber realizado un aterrizaje de emergencia. Nada se supo de los ocupantes. El episodio hizo recordar el presunto escape del narco peruano Marco Antonio Estrada González, quien en mayo pasado huyó con un avión de similares características que fue robado del aeroclub de la localidad bonaerense de Saladillo.

El jefe de la Departamental de San Nicolás, José López Murillo, confirmó que el avión robado es un Cessna 182 matrícula LMI-ROD, cuyo propietario es Cristian Herrera, según confirmaron a Página/12 fuentes de la Fuerza Aérea Argentina. López Murillo dijo anoche que hasta el momento no se tenía “ninguna información sobre el paradero de la máquina ni de las personas que se la llevaron”. El aeródromo está ubicado en una zona despoblada, en el ingreso a San Nicolás, sobre la calle Estanislao del Campo, cerca del cruce de las rutas 9 y 188.

El asalto comenzó a las 22 del jueves, cuando el sereno del aeródromo, Ricardo Andrés Dorch, de 46 años, abrió la puerta de la casa en la que vive con su familia, dentro del predio, al escuchar ruidos. Cuando quiso asomarse para ver qué estaba pasando, Dorch fue obligado a entrar de nuevo en la casa, en la que vive con su esposa y sus tres hijos, dos varones de 18 y 17 años y una niña de 11. Toda la familia fue maniatada y encerrada en una habitación en la que las víctimas permanecieron hasta las 5.30 de ayer, cuando la banda escapó.

Mauro Dorch, de 17 años, uno de los hijos del sereno, relató a la prensa que a la casa “entraron cinco hombres armados” y luego de amenazarlos con sus armas “nos ataron a la cama y nos preguntaron la forma de abrir el hangar” en el que estaba el Cessna. El grupo que copó el aeródromo estuvo siete horas en el lugar y cargaron combustible “para seis horas de vuelo”, según relataron las fuentes policiales. Mauro Dorch estimó que, además de los cinco que entraron a la vivienda, había “entre tres y cinco personas más”. Algunas se fueron en el avión, de cuatro plazas, y otras en uno o dos automóviles en los que habían llegado.

El hijo del sereno, a pesar del mal momento que les tocó vivir, resaltó que los asaltantes los trataron bien. “Nos dijeron que si nos quedábamos tranquilos no nos iba a pasar nada”, aseguró. El jefe policial de San Nicolás, José López Murillo, dijo que ellos intervinieron cuando el grupo ya se había escapado. El sereno del lugar dejó pasar un tiempo prudencial para llamar a la policía, dado que tenían miedo de alguna represalia. López Murillo confirmó, no obstante, que “ni el cuidador ni su familia fueron golpeados o maltratados”. Cuando se le preguntó si se trataba de una banda de narcotraficantes, respondió: “No hay información concreta y por el momento no se descarta ninguna hipótesis”.

Los ladrones habían inspeccionado los tres hangares existentes en el aeródromo y finalmente optaron por llevarse el Cessna, que tiene capacidad para cuatro pasajeros, además del piloto. “Es muy posible que hayan cargado droga, armas o alguna otra mercadería ilegal, pero no hay ninguna información precisa, porque los únicos posibles testigos estaban encerrados dentro de la casa”, explicó una fuente de la policía consultada por este diario. La causa fue caratulada “privación ilegal de la libertad y robo calificado en despoblado y en banda”, con intervención del fiscal Vicente Botteri, de la Unidad Funcional de Instrucción 3 de San Nicolás.

La principal hipótesis sería la que indica la presencia de una banda dedicada al narcotráfico, teniendo en cuenta el antecedente del narco peruano Marco Antonio Estrada González, alias Marcos, acusado de ser el capo de la droga en la villa 1.11.14 del Bajo Flores. Marcos, que estaba prófugo de la Justicia en ese momento, escapó el 8 de mayo pasado en un Cessna. La semana pasada fue detenido en el Paraguay. “Los delincuentes se comunicaban con equipos tipo Nextel y cada cosa que tocaban la limpiaban para no dejar huellas”, comentaron fuentes policiales. Por eso se estima que es “una banda muy organizada que tiene un modus operandi similar al de los grupos narcos importantes”.

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El aeródromo de la localidad bonaerense de San Nicolás, de donde se llevaron el Cessna 182.
 
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