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Cuando vi el anuncio me pareció triste y divertido a la vez. Después vi los personajes que se presentaban. Es la televisión espectáculo un cruce de información y entretenimiento. La información se hace cargo de los reclamos, la televisión mete la información hasta en programas cómicos. La información aparece por todos los rincones. No me horrorizo, pero este programa es una falta de respeto a las instituciones, a la historia, los muertos, las luchas, la clase política que tenemos.
¿Qué hacemos con un PJ dividido, con las sospechas de corrupción, el radicalismo que no existe, Elisa Carrió diciendo que Chacho es maravilloso y desertó sólo porque no pudo? Ante esto, si la tele hace esta propuesta, no sé si no va a aparecer un vecino bien intencionado que pase a ser diputado.
El efecto de este tipo de propuestas de la tele es romper la agenda tradicional de la información de los medios. Lo que hacen las personas con eso es un gran agujero negro en los estudios sobre medios. Pero lo que es cierto es que los medios en nuestro país, con el desastre institucional y político, toman el lugar de la transparencia. La televisión se abusa, porque convence que la cámara es una ventana abierta al mundo. Eso es mentira: es sólo una mirada más.
En realidad, la televisión tapa bastante las posibilidades del ciudadano, hace de cuenta que debate, le da lo mismo un diputado que Guido Suller.
Me parece penoso que la televisión celebre el deterioro institucional de la Argentina.
* Profesora de teoría del periodismo, autora de “Periodismo noticia y noticiabilidad”, investigadora del Instituto Gino Germani, UBA.