[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La evaluación consiste en dar cuenta del “desempeño por factores”, según consta en la planilla que deben completar los jefes. En ese formulario se especifican esos “factores”, que son de dos tipos: los institucionales y los particulares. Cada “factor” debe ser calificado con la escala de 1 a 5: el 1 es insatisfactorio; el 2, poco satisfactorio; el 3, satisfactorio; el 4, muy satisfactorio, y el 5, sobresaliente. La calificación final de cada empleado resulta del promedio de la calificación de cada uno de esos “factores”.

Los “factores institucionales” son siete. En la planilla se los detalla, textualmente, de la siguiente manera:

- Orientación a resultados: es la capacidad para trabajar, tanto en cantidad como en calidad, emprendiendo y asumiendo el impacto de las tareas asignadas para alcanzar los objetivos establecidos.

- Servicio al ciudadano y empleados del GCBA: es la capacidad de entender las necesidades o exigencias del ciudadano, ya sea un vecino o un compañero de trabajo, generando soluciones o acciones que contribuyan a la satisfacción de las mismas.

- Trabajo en equipo: es la capacidad de participar activamente y cooperar con otras personas o áreas para alcanzar objetivos comunes.

- Responsabilidad: es la capacidad de trabajar con esfuerzo y dedicación con el fin de cumplir tanto con los plazos como con la calidad requerida y aspirando a alcanzar el mejor resultado posible.

- Flexibilidad: es la capacidad de adaptarse y promover los cambios, implica entender y valorar puntos de vista distintos, adaptando el propio a medida que la situación lo requiere.

- Austeridad: es la capacidad de actuar con estricto cumplimiento de las normas, desempeñándose con prudencia, moderación y eliminando gastos superfluos.

- Respeto: es la capacidad de trabajar evitando expresiones injuriosas, aceptando las diferencias religiosas, raciales, personales y de género. Valorando las capacidades diferentes para facilitar la relación interpersonal.

Los “factores personales” son tres:

- Asistencia y puntualidad: es la capacidad de estar presente en el lugar de trabajo, llegando a la hora convenida de acuerdo a la jornada laboral establecida.

- Disposición al aprendizaje: es la capacidad de mostrar inquietudes para incorporar conocimientos, habilidades o actitudes con el afán de mejorar sus competencias laborales.

- Comunicación: es la capacidad de escuchar, expresar ideas en forma efectiva y saber cuándo y a quién preguntar para llevar adelante un propósito.