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La sentencia de la Cámara Federal platense no es el único dolor de cabeza que sobrelleva la empresa Aguas Argentinas: desde hace una semana está investigada su conducta por el corte masivo de agua del miércoles 3 a la noche, que afectó a la ciudad de Buenos Aires y el norte del Conurbano. Según fuentes judiciales, el juez federal Juan José Galeano espera recibir hoy el resultado de los peritajes que pidió a cuatro laboratorios sobre la supuesta contaminación que llevó a la concesionaria a disponer el cese del suministro.
El estudio que hizo Aguas Argentinas está concluido y determinó que los “fenoles” detectados en la toma de agua, cuya aparición movió a la empresa a paralizar la Planta San Martín, no eran nocivos. Pero aún faltan los resultados de los estudios encargados a laboratorios de la Policía Federal, la Prefectura Naval Argentina y la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.
El juez quiere definir si la contaminación era nociva y si cabe la posibilidad de que haya sido causada en forma criminal o negligente. Pero al margen de la actuación judicial, el Ente Tripartito de Obras y Servicios Sanitarios (Etoss) analiza si corresponde aplicar una sanción administrativa a la empresa, dado que no avisó a las autoridades antes de decidir el corte sino después de haberlo efectuado.
Eso no es todo. Antes aun de tantas desgracias, Aguas Argentinas había ingresado en la lista de empresas privatizadas susceptibles de perder la concesión, junto con el Correo Argentino y Aeropuertos 2000, según informó Página/12 hace una semana. De acuerdo con un informe elaborado por los ministerios de Economía y de Planificación Federal, la empresa no habría cumplido con el plan de inversiones que demanda el contrato de concesión.