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Uno de los temas más espinosos que quedan pendientes de la llamada masacre de Carmen de Patagones es la responsabilidad de los docentes y la directora del colegio en lo ocurrido. Más allá de lo que dictamine la Justicia, existe un sumario administrativo de las autoridades del Ministerio de Educación bonaerense. Según trascendió, la investigación está terminada, pero todavía no hay decisión sobre las sanciones, las que podrían levantar mucha polvareda.
Fuentes cercanas a quienes están haciendo esa investigación revelaron que hay responsabilidad en la actuación del profesor que debía estar a cargo del curso en ese momento. Aparentemente se determinó que el docente estaba leyendo el diario en otro lugar del colegio, en lugar de estar en el aula donde se produjo el brote de Junior.
También se evalúa que falló el sistema destinado a evaluar psicológicamente a los chicos, en concreto el gabinete psicológico. Aunque no trascendieron los detalles de esa parte del sumario administrativo, los padres de las víctimas vienen sosteniendo hace tiempo que Junior y su íntimo amigo no fueron tratados por el gabinete como corresponde pese a los indicios que habían dado con su comportamiento. Hubo incluso alguna advertencia a los padres, se les sugirió que el chico debía ser sometido a tratamiento, pero aparentemente no hubo un seguimiento real del caso.
Por último, también la directora de la escuela aparecería cuestionada en el informe administrativo. La evaluación hecha por los expertos indica que no respondió adecuadamente a la situación y que tampoco tomó medidas en los tiempos previos a lo ocurrido y en virtud de las advertencias que supuestamente llegaron del gabinete psicológico.
Aunque las responsabilidades estarían ya determinadas en el expediente administrativo, en lo más delicado, las sanciones, no hay decisión. Después de que se resuelva, habrá una comunicación pública de lo investigado y de las determinaciones que se tomen.