SOCIEDAD › EL TESTIMONIO DE UNA MUJER QUE COMPRO UNA MUESTRA

“La decisión me dio alivio”

“Que sea alguien descendiente de españoles o italianos, como mi propia familia. De estatura mediana a alta. Piel blanca, cabello rubio o castaño. ¿Ojos?, no tengo preferencias. Eso sí, que no tenga nariz prominente y que sea de buen nivel intelectual.” Algo nerviosa, Laura G. fue enumerando sus pretensiones. No estaba delante de un mago oriental que le cumpliría su deseo de encontrar un Príncipe Azul a su medida. Quien tomaba nota de sus exigencias no era otro que el encargado del banco de semen, donde compraría la muestra de esperma que la ayudaría a convertirse en madre.
Laura G. es un seudónimo. Ella, una médica endocrinóloga, que trabaja en un hospital público de la Capital Federal y atiende en su consultorio particular, prefiere mantener su nombre en el anonimato. Se divorció el año pasado, a los 41. “Con mi ex marido estuvimos realizando varios tratamientos de fertilidad durante casi diez años. Hace nueve quedé enseguida embarazada, pero lo perdí. Nunca más conseguí un embarazo”, contó a Página/12. Está en la largada de una carrera con obstáculos. Pero no se amilana. En los próximos días se realizará en el Instituto Médico Halitus un tratamiento de fertilización in vitro con semen de un donante anónimo. Su voz suena segura y convincente. Sus ojos se iluminan cuando intenta transmitir el enorme deseo que tiene por ser madre. “Ser mamá es mi mayor anhelo. Después de separarme y con las limitaciones reproductivas de mi edad, estuve un mes meditando sobre el tema y llegué a la conclusión de que tenía dos posibilidades.” Una, jugarse a que el destino esté de su lado y le traiga un nuevo compañero y pueda tener con él los hijos que tanto desea. “Pero el tiempo pasa y no voy a presionar a una nueva relación con mi deseo de ser madre. Esas cosas no se pueden superponer. ¿Y si no encuentro a otro hombre?, ¿o si empiezo una pareja y a los cinco meses o al año la relación no prospera? ¿Y si yo, con mi ansiedad por ser mamá, impido que la pareja crezca con espontaneidad y naturalidad?” Laura se hizo todas estas preguntas una y otra vez y finalmente se convenció de que la opción de recurrir a un banco de semen era la más acertada y honesta con ella misma. “Me vi a mí misma postergando la búsqueda de una pareja, algo que queda totalmente abierto para el futuro, pero intentando ser mamá sola. Esta fue la decisión que mejor pude tomar, y tomarla me dio alivio, sentí que de esta manera no iba a estar buscando desesperadamente a un hombre para ‘convencerlo’ de que desee tanto como yo tener un hijo. Porque me parece que los hombres no desean con tanta intensidad la paternidad como nosotras la maternidad”, relató Laura.
–¿Pensaste en buscar quedar embarazada en una relación ocasional?
–Una amiga, por supuesto casada felizmente y con varios hijos, o sea, sin conciencia de lo que es esto y el deseo de un hijo, me hizo el mismo planteo: por qué no me buscaba un novio y me hacía la “distraída”. Una relación ocasional me da la sensación de algo turbio, poco claro. Y un hijo es muy sublime como para gestarlo turbiamente. Si el señor lo sabe, me sentiría como vinculada con él sin amarlo, sin querer tener algo con él. Si el señor no lo sabe, estaría gestando algo tan maravilloso como un hijo comenzando con una mentira. Nunca se me cruzó por la cabeza esa idea.
A Laura no le pesa la idea de criar un hijo sola. “Creo que hay tantas variedades de familias como cambios sociales se dan actualmente. No hay libretos o guiones de vida como pasaba antes. Familias de un padre solo, una madre sola, de divorciados que vuelven a conformar una familia con hijos de dos matrimonios diferentes, familias de matrimonios con gran diferencia de edad, donde el nuevo hijo es un bebé que es tío o hermano de hijos mayores que ya son padres, por ejemplo....”
Muchas veces se preguntó si inconscientemente no quería formar una familia sin un hombre. “Me di cuenta de que no era mi caso. No necesito un hombre porque soy independiente, pero reconozco que me gustaría tener una pareja. No se puede crear una pareja de un día para el otro por decreto.Pero no descarto la posibilidad de formarla el día de mañana, ¿por qué no? Una mamá sola puede volver a enamorarse.”

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