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Miércoles, 12 de noviembre de 2014

MUSICA › ALEJANDRO FILIO Y CARLOS VARELA SE PRESENTARáN HOY EN EL TEATRO OPERA

Dos trovadores más allá de las fronteras

El mexicano y el cubano son representantes de una generación que refrescó la trova latinoamericana y la canción de autor. “Para nosotros, la música es una manera de respirar, de ser, de existir”, dicen a propósito de la gira que los lleva por América del Sur.

 Por Sergio Sánchez

Alejandro Filio y Carlos Varela no son sólo dos músicos que se juntan a tocar: son dos representantes de una generación que refrescó la trova latinoamericana y la canción de autor. Uno desde México y el otro desde Cuba, Filio y Varela supieron ponerle música y poesía a un mundo convulsionado por el neoliberalismo y la globalización, post Revolución Cubana y movimientos guerrilleros latinoamericanos, surgidos al calor de las dictaduras. Con varios discos y giras en sus espaldas, los trovadores se encuentran en plena gira latinoamericana –ya pasaron por Chile y Uruguay– y se presentarán por primera vez juntos en Argentina. “La idea de juntarnos surgió de manera muy diferente a la de los artistas mediáticos que lo hacen. Varela y yo tenemos objetivos muy diferentes a los de las grandes compañías discográficas transnacionales: para ellos esto de la música es solamente un negocio, pero para nosotros es una manera de respirar, de ser, de existir”, sintetiza Filio el espíritu de la gira. “Estamos muy entusiasmados que nuestra primera gira juntos sea por el Sur, que es una tierra fértil para la canción de autor y además cuenta con una cultura y un historial musical increíble, lo que significa un buen reto para nosotros”, suma Varela. La cita será hoy a las 21 en el Teatro Opera (Corrientes 860). En tanto, el viernes 14 tocarán en Rosario (Sala Lavardén) y el sábado en La Plata (Teatro Bar).

Los músicos se conocieron en 1997 en La Habana. Filio había viajado para grabar junto a Varela la canción “Donde guardo”, que integró el disco bisagra del mexicano: Un secreto a voces (1998). En ese trabajo, Filio logró que un dream team de trovadores y cantautores de habla hispana interpretaran canciones suyas: Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Víctor Manuel, Pedro Guerra, Vicente Feliú, León Gieco, Alberto Cortez y Juan Carlos Baglietto fueron algunos. A partir de eso, siguieron en contacto y realizaron conciertos juntos en La Habana y México. Varela baja al llano el encuentro: “Nos reímos y divertimos mucho cuando nos vemos. Alejandro es uno de los tipos más simpáticos que puedes conocer, por tanto es una buena idea compartir el escenario con alguien así, más allá de la música y de las historias que nos unen”. Y Filio devuelve los elogios: “Cuando lo escuché por primera vez percibí arte, ternura y valor al cantar, todo envuelto en un rock con tintes ochentenos que me atraparon a la primera canción. El es un rockero trovando y yo un trovador que ama el rock, pero soy muy pequeño para ese género”.

Los músicos adelantan que el concierto no tendrá un “concepto rígido”, sino que el clima será relajado y harán sentir al público “como en casa”. “Tenemos tantos temas que queremos ir variando el guión según la ciudad en la que estemos –cuenta Varela–. Haremos cada uno una parte del show, Alejandro con su guitarra y yo en formato de trío. Luego haremos varios temas juntos y tendremos invitados en casi todas las ciudades.” Después de la gira no descartan la grabación de un disco juntos. Otra particularidad que los une son los complejos, pero diferentes cambios sociales que están atravesando tanto Cuba como México.

–Filio, en la canción “El engaño”, de su último disco, Se trata de sentir, habla de un “México caído”. ¿A qué re refiere?

Alejandro Filio: –Hablo de un México que en el aspecto social ha sido víctima de la violencia en todo el sentido de la palabra. Los hechos terroristas adoptan las mismas actitudes que se adoptan en países que practican el terrorismo como una fuerza política. Esto quiere decir que México ha entrado en una etapa socio-política en la que el terrorismo juega un papel importante, aun cuando no se reconoce como tal. Me refiero a que los mexicanos estamos sorprendidos, asustados e incorporándonos a un mundo que se basa en estas estrategias inhumanas y probablemente irreversibles. Como cantautores, trovadores, cronistas o lo que seamos, tenemos el compromiso de seguir siendo intérpretes del pensar y el sentir popular. Y vaya si es importante este momento, con tanto hijo de puta en los puestos de gobierno y más allá.

–Varela, desde sus primeros discos cantó sobre la realidad política de Cuba con una mirada crítica. ¿Cómo ve el presente de su país, teniendo en cuenta que se han “flexibilizado” algunas cuestiones que antes eran inamovibles, como el sentido de la propiedad o los permisos para salir del país?

Carlos Varela: –Aunque los cambios o “reformas económicas” han llegado muy lentos y todavía son muy tímidos, se empieza a sentir un espíritu emprendedor en el cubano, que estuvo dormido por mucho tiempo, al menos dentro de Cuba. Los cubanos ya no quieren que les den el pan, sino que les permitan tener su panadería. Muy poca gente todavía puede darse el lujo de salir del país autofinanciándose, pero el hecho de que ya algunos lo puedan hacer, que salgan a conocer el mundo y que regresen para seguir invirtiendo en su país es algo verdaderamente muy esperanzador.

–La trova se caracteriza por su contenido social y político. ¿Ese rasgo puede ser un condicionante para el músico o es un motor de inspiración?

A. F.: –Los orígenes de la trova latinoamericana se basan en sucesos socio-políticos, como ejemplo la Revolución Cubana, el militarismo chileno e incluso, acercándonos a Iberoamérica, el antifranquismo: artistas como Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat, Daniel Viglietti, Víctor Jara, etc. Y de la misma manera México, que aunque nunca tuvo una censura clara y definida, sí creó una identificación importante con la canción contestataria. Artistas como Gabino Palomares, Marcial Alejandro, Oscar Chávez vivieron represión no reconocida aunque sumamente cruel. De ahí que nuestra canción, dentro del género de la trova, se identifica con todos estos elementos latinoamericanos citados dentro de un contexto perfectamente definido por Mario Vargas Llosa como la dictadura perfecta. Puedo comenzar por decir que la trova, definida por uno de los maestros (Silvio Rodríguez), es una canción de amor; amor en el plano global: me amo, te amo, amo a los nuestros, amo a mi país, amo a nuestra Latinoamérica y esto es una canción de amor.

–Varela, usted forma parte de una generación que renovó la trova y que recogió el legado de músicos como Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. ¿Cómo ve hoy el panorama de la trova cubana?

C. V.: –Aunque hoy son menos los que se hacen llamar trovadores, la influencia de la Nueva y de la Novísima Trova, de las que he formado parte, se siente viva en las nuevas generaciones en Cuba y otros países. La canción de autor no muere: se viste, se desviste, pero no muere. Aún siguen apareciendo compositores con nuevas propuestas, ideas interesantes, coherentes y diferentes a la vez.

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“Tenemos tantos temas que queremos variar el guión según la ciudad en la que estemos”, dicen Filio y Varela.
Imagen: Joaquín Salguero
 
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